Aprovechando nuestra estancia en Ho Chi Min, no dejamos pasar la ocasión de acercarnos hasta el relativamente cercano templo de Cao Dai para posteriormente continuar hacia los famosos túneles de Cuchí antes de iniciar el regreso a Saigón.
En esta ocasión viajamos en un pequeño autobús acompañados por más gente aunque nosotros llevamos a la infatigable Cam Tu como guía en exclusiva.
La inevitable paradita en un taller donde confeccionan cuadros con cáscaras de huevo, nos sirve para estirar las piernas.
La inevitable paradita en un taller donde confeccionan cuadros con cáscaras de huevo, nos sirve para estirar las piernas.
No tardamos en llegar al templo justo antes de que comience la famosa ceremonia de las 12. Los monjes cuidan afanosamente su formación y posición en el templo mientras unos músicos con extraños instrumentos ponen un curioso fondo musical al evento.