16 julio 2011

De Hue a Hoi An. VIETNAM

 

Tras la visita al bullicioso mercado de Hue, partimos rumbo a Hoi An en lo que sería un entretenido recorrido repleto de puntos interesantes.
La primera parada tiene lugar para visitar varias de las tumbas de los reyes Nguyen, entre las que destacan algunas como la de Minb Mang, Tu Duc o Khai Dinh. Estas tumbas fueron construídas a orillas del río Perfume a varios kilómetros río arriba de la ciudadela. 

La dinastía Nguyen ejerció su reinado desde 1802 hasta 1945 y cada monarca imprimió su particular personalidad a la hora de diseñar sus tumbas.



Tras la visita a dos de estos mausoleos, nos disponemos a seguir con nuestra ruta inmersos en un calor sofocante. 
Ya en el interior de nuestro vehículo, ascendemos un puerto desde donde se contemplan unas excelentes vistas a Danang, una bonita zona de playas aún sin explotar pero ya con muchos proyectos de hoteles en marcha.



Por el camino podemos observar también las artes de pesca que utilizan en esta zona y que consisten en unas grandes redes sujetas por cuatro postes que hacen subir o bajar dependiendo del estado de la marea.



Los recolectores de arroz se afanan en extender sus cultivos en la carretera para que se seque aún a riesgo de que algún vehículo arrastre a su paso las cosechas que invaden gran parte de la carretera. 





















Una vez atravesamos Danang visitamos las montañas de mármol, un curioso conjunto de cinco montañas en medio de una llanura. Dos de ellas han sido destruídas para la explotación del mármol con el que hacen verdaderas obras de arte que exponen en los comercios de la zona para su venta. Estas montañas sitúadas a 12 kilómetros al oeste de Danang, también son conocidas como Son Ngu Hanh o las montañas de los cinco elementos: el agua representada por Son Thuy, la madera por Son Moc, el metal por Son Kim, el suelo por Son Tho y el fuego por Son Hoa. 

Hoy en día se ha dejado de extraer el mineral y las montañas se utilizan para uso turístico gracias a los templos existentes en las abundantes cuevas que proliferan en la zona.
Tras una breve parada para admirar las bellas esculturas esculpidas en mármol que son orgullosamente exhibidas y exportadas a numerosos países de todo el mundo, proseguimos camino hasta llegar a las playas de Hoi An que se encuentran a unos 5 km de la ciudad.

Este turístico y coqueto enclave, nos recibe con unas temperaturas y un grado de humedad tan elevados que incluso el simple hecho de recorrer sus calles se convierte en un trabajo insoportable.
Por fortuna, nuestro hotel cuenta con una piscina que aliviará en más de una ocasión nuestros exhaustos cuerpos.



 









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