15 enero 2013

Camino a Calafate. Laguna Nimez.


Procedentes de Península Valdés, llegamos a Trelew sobre las 11,30 para entregar el coche y con el tiempo justo para comer algo antes de embarcarnos en el autobús que nos llevará hasta Río Gallegos (630ARS). A las 15,15, con media hora de retraso, salimos rumbo a nuestro próximo destino.



Asombrosamente, a pesar de que llevamos más de 4 horas de ruta, el paisaje sigue siendo exactamente igual que cuando partimos.
Una llanura visiblemente castigada por el frío y apenas poblada con unos minúsculos arbustos, es el cuadro permanente que me encuentro cada vez que miro a través de la ventana.




A pesar de que temíamos este largo viaje en autobús, se nos hizo bastante ameno y conseguimos dormir bastante más de lo esperado hasta el punto de que me quedé sin desayunar ya que cuando pasaron repartiéndolo , permanecía aún dormido.
A las 7,20 llegamos a Río Gállegos donde compramos los boletos del autobús que nos llevaría a El Calafate por 182ARS.
Partimos a las 9,15 y durante este trayecto tuvimos ocasión de ver bastantes conejos y una especie de patos característicos de estas latitudes, el cauquén, que se convertirá en asiduo compañero de aventuras a partir de ahora. Nos llama la atención la cantidad de guanacos que vemos muertos a la orilla de la carretera y en las alambradas cercanas.

 













 


 
El paisaje comienza a cambiar y hacen aparición las primeras montañas nevadas pero el momento cumbre surge al coronar un puerto tras el cual se nos muestra repentinamente, el Lago Argentino con las nevadas cumbres andinas de fondo. Las vistas son sublimes.
Tras 4 horas de viaje llegamos por fin a nuestro destino. 



En el hostel Buenos Aires, cercano a la estación de autobuses, nos esperan para entregarnos las llaves de las 3 habitaciones dobles que teníamos reservadas.
Pagamos 450 ARS por día con desayuno incluído y aunque las habitaciones son muy básicas, la amabilidad de la chica que nos recibe y el clima que se respira en el local consiguen hacernos sentir muy a gusto. En apenas media hora, la recepcionista nos ha explicado detalladamente todas las excursiones típicas de la zona, dándonos todo tipo de detalles.

Tenemos todo el día para organizar nuestra estancia en este rincón de la Patagonia pero antes nos acercaremos hasta el restaurante Casimiro donde comemos bastante bien a base de pasta, ensaladas, carne, salmón ahumado, vino, cerveza y cafés (890 Ars, seis personas).
Una vez con el estómago lleno, procedemos a la búsqueda de un coche de alquiler para lo cual nos dirigimos al otro lado del puente donde nos han dicho que está la empresa más barata (Servicar).
Finalmente alquilaremos el coche más económico por el que pagamos 1620$ (4 días) con un límite de 200 km diarios y una franquicia de 10.000$ sin posibilidad de rebajarla. Lo alquilaremos durante 4 días (del 19 al 22) pero nos ofrecen la posibilidad de recogerlo hoy 18 a última hora de la tarde y entregarlo el día 23 por la mañana.

Una vez solucionado el tema del coche, decidimos reservar para mañana el minitrekking en Perito Moreno para 5 personas mientras que uno se atreverá con el Big Ice (5 horas en el hielo). 
Pagaremos 540$/persona por el minitrekking ya que nos descuentan 100$ al ir en nuestro coche y 950$ por el Big Ice. 
También aprovechamos para reservar un billete a El Chaltén (ida y vuelta) por 220$ para pasado mañana. El resto del grupo iremos en coche.
Ya tenemos cerrado todo lo necesario para los próximos días así que toca empezar a disfrutar de las atracciones que ofrece Calafate por lo que nos acercamos hasta la Laguna de Nimez, un humedal próximo al centro de la ciudad que nos permitirá observar numerosas especies de aves.

El soleado día permitió que la visita se convirtiera en un agradable paseo incluso para los menos aficionados al pajareo. Un grupo de entusiastas universitarios se han hecho cargo de la Reserva y la han recuperado tras el abandono en el que había caído durante los últimos años. Todos los gastos se sufragan con el dinero que recolectan a través de la entrada que cuesta 35$ y que te permite una nueva visita gratis con sólo mostrar el ticket.
Tiene una extensión de unas 35 hectáreas y cuenta con un sendero habilitado de 2.500 metros que discurre a través de juncales,calafates y senecios. Cuenta también con varios hides o refugios desde donde ver a las aves sin molestarlas y una preciosa panorámica del Lago Argentino y la ciudad de Calafate. Con buen tiempo, es un paseo muy recomendable aún cuando no seas un enamorado de las aves.

 













Durante nuestras visitas tuvimos ocasión de ver numerosas especies entre las que podemos destacar los flamencos, bandurrias, cauquenes, gavilanes cenicientos, gaviotas, patos, cisnes, etc, etc, etc.






Tras el exitoso paso por la laguna, nos acercamos a recoger el coche y comprobar que cuando en Argentina hablan de un modelo básico, realmente es básico!! 
No tiene cierre centralizado, ni elevalunas eléctrico ni siquiera dirección asistida; es increíble lo que cuesta mover el volante!! 
En fin, tampoco necesitamos más…

Decidimos tomarnos unas cervezas antes de cenar pero como no tenemos demasiado hambre, acabamos comprando unas pizzas y cenando en el hostel. Las pizzas resultan ser enormes y apenas nos comemos la mitad pero aquí no se tira nada; las guardamos en la nevera y seguro que encontraremos el momento de acabar con ellas.
Mañana queremos pasar todo el día en Perito Moreno así que madrugaremos para tratar de llegar antes que los autobuses repletos de turistas y marcharnos con las últimas luces del atardecer.
 Veremos cómo amanece el día…




Próximo capítulo: PeritoMoreno.


1 comentario:

Antonio Ruiz dijo...

Parece que la laguna Nímez ha mejorado algo. Le hacía falta cierta gestión, pues estaba desastrosa. Qué recuerdos al ver las bandurrias, me parecieron preciosas. Y qué me dices del gavilán, a mí me pasó varios ejemplares muy cerca. Fue una mañana fantástica y una experiencia extraordinaria en Nímez.

Voya a ver qué tal os fue las 4 y 5 horas de pateo por el glaciar. Me pregunto quién sería el valiente de las 5 horas. Me lo imagino.

Hasta ahora.