25 julio 2014

Parque Nacional Cahuita ( II ).

 



Una vez visitada la parte terrestre del parque de Cahuita, el día de hoy lo dedicaremos a explorar la parte marina. Para ello hemos quedado con una agencia del pueblo que se dedica a hacer excursiones en lancha para hacer buceo y snorkelling. 
Cuatro miembros de una familia sevillana que aparecen en la misma agencia, se unirán finalmente al grupo así que entre los ocho, llevamos el bote hasta el agua para comenzar la excursión. 
Desgraciadamente, esperaba mucho más del buceo en esta zona pero los corales están en bastante mal estado y no vemos demasiada fauna marina. Además hay una corriente bastante fuerte que dificulta el buceo y exige un continuo esfuerzo para no alejarse demasiado de la embarcación. 
La excursión matinal acabó en una bonita y solitaria cala donde nos llevaron a comer un poco de fruta, tomar un rato el sol y darnos el último chapuzón antes de volver al pueblo.  
Allí mismo, en el bosque que delimitaba la pequeña playa, pudimos ver una boa que inmediatamente abandonó el lugar cuando se percató de nuestra presencia.


El ejercicio nos ha abierto el apetito por lo que una vez de vuelta en Cahuita, damos buena cuenta de unos casados con pescado en el restaurante del hotel. 
La comida servirá para despedirnos de Luis que esta tarde continua su ruta hacia S. José. Nosotros dedicaremos la tarde a visitar la vecina localidad de Puerto Viejo que se encuentra a media hora de autobús.
A pesar de no ser muy grande, Puerto Viejo nos parece más ciudad y con más ambiente que Cahuita. Tiene más locales y se ve más gente por la calle. Las playas son bastante estrechas y con muchas rocas.
El último autobús para volver a Cahuita es a las 17,30 así que tras recorrer el pueblo y tomarnos algo a orillas del mar, volvemos a nuestro hotel. 
Ya está atardeciendo y sólo nos queda cenar y tomarnos unos rones al son de la música caribeña. Apenas llevamos un par de días por aquí pero creo que el ambiente caribeño nos está envolviendo por completo.


Al día siguiente, el grupo se divide y mientras un compañero se desplaza a la zona de Manzanillo, nosotros nos tomaremos un día de relax total; llevamos ya casi tres semanas de viaje y el cansancio comienza a acusarse. 
Para empezar nos levantamos a las 9, todo un récord, seguiremos con un tranquilo desayuno bajo una sombrilla en la playa, un paseo por la costa intercalado con algunos chapuzones y una sabrosa jamada a base de pescadito a orillas del mar. 
Y por primera vez en todo el viaje, nos permitimos el lujazo de echar una siesta de casi una hora mientras las olas rompen a escasos metros de nuestra habitación.




A las 6, bajo a esperar a nuestro compañero que vuelve de Manzanillo en autobús y tras una rápida ducha volvemos al pueblo para tomar algo antes de cenar por última vez en Cahuita.
Prácticamente el viaje está finalizando y para celebrar el buen desarrollo del mismo, cenaremos unas langostas, unos camarones y un poco de pescado. Será el broche final a un viaje que finalizará mañana en S.José.

Las tortuosas carreteras recorridas, las grandes caminatas realizadas, el cansancio acumulado y las horas de sueño perdidas, han quedado ya atrás y sólo nos queda una extraordinaria sensación de satisfacción por todas las aventuras vividas….



2 comentarios:

Tawaki dijo...

Me habían hablado muy bien de Cahuita y de hecho la tenía en la lista de posibles viajes, pero lo que cuentas del buceo no es muy alentador. Además, yo tengo poca experiencia y necesito lugares fáciles y sin corrientes.

aitor dijo...

Cahuita bien merece una visita,no lo dudes.

En cuanto al buceo, es sólo mi experiencia personal. Es posible que no me llevaran al mejor sitio y que haya otros que merezcan la pena por la zona. Pero desde luego, lo que yo pude ver no era nada del otro mundo; y la fuerza de la corriente era importante.
Saludos!!