Como viene siendo habitual en los últimos años y siempre que mi calendario laboral me lo permite, no dudo en aceptar la invitación de acudir en busca de la fauna ibérica más esquiva y preciada.
Si bien ya he acudido en varias ocasiones a la cita osera que tiene lugar en tierras asturianas,el invierno pasado supuso mi estreno en lo que respecta a la búsqueda del felino más amenazado del mundo: el lince ibérico (Linx pardinus).
Para ello nos desplazamos hacia el sur hasta la Sierra de Andújar donde intentaríamos localizar alguno de los ejemplares que aún recorren libremente ese territorio.
Hablar de número de ejemplares, distribución de la especie a lo largo de la península, furtivismo y todo lo que rodea a este enigmático felino, no hace sino despertar encendidas discusiones entre los expertos.
Aún así, se habla de una población de unos 250-300 ejemplares de los cuales, alrededor de 50 se encontrarían en la zona de Doñana y el resto en Sierra Morena.
También se habla de la existencia de otros 15 ejemplares en Castilla-La Mancha.
De cualquier manera, lo que estaba claro es que nos encontrábamos en la zona con mayor población de lince ibérico del mundo.