05 noviembre 2016

Un día en Mumbai.


A las 11 bajamos a nuestra flamante furgoneta para comenzar un tour por Mumbai que ha sufrido algunas variaciones debido al retraso de nuestro vuelo. Lo que iba a comenzar a las 8 de la mañana se ha postpuesto 3 horas ya que hemos tenido que hacer el papeleo de entrada en el hotel, desayunar y asearnos un poco tras el largo vuelo desde París que ha arrastrado un retraso de 8 horas.
Lo primero que decidimos descartar sobre el programa inicial fue la excursión a la Isla Elefanta para ver sus famosas grutas y templos. A pesar de estar tan sólo a unos 10 kms de la costa, suponía varias horas de desplazamiento en barco.
Unánimamente decidimos tomarnos el día con calma ya que apenas habíamos dormido durante el vuelo nocturno y no nos íbamos a imponer demasiadas exigencias. Visitaríamos lo que nos diera tiempo, sin agobios.

El día estaba muy nublado y durante los últimos días había llovido bastante. Parece que el monzón se resistía a abandonar Mumbai.
Finalmente realizaríamos las siguientes visitas:
  • el Ayuntamiento
  • la estación central
  • los fiambreros
  • la Puerta de India
  • el hotel Taj Mahal
  • el jardín colgante
  • los lavaderos (Dhobi Ghat)
  • el museo de Ghandi
  • el mercado de Crawford






EL AYUNTAMIENTO


este edificio fue levantado en el siglo XIX por Frederick William Stevens a instancias del virrey Lord Ripon. 
Su torre neogótica de 77 metros destaca por la cúpula que la corona. Frente a él, en la misma plaza, se encuentra la famosa Estación Central.


LA ESTACIÓN VICTORIA


considerada el buque insignis del gótico victoriano en Mumbai, la conocida actualmente como Estación Chhatrapati Shivaji también es obra de Frederick William Stevens y fue declarada Patrimonio de la Humanidad en el año 2004. 
Combina estilos neogóticos e indios y en la actualidad se encuentra en un estado de conservacción muy aceptable. 








Se calcula que más de 3.000.000 de personas hacen uso diariamente de sus instalaciones.


LOS FIAMBREROS (DABBAWALAS)


frente a la estación west, encontramos a gran número de fiambreros
Los dabbawalas, como se conocen en Mumbai, se encargan de repartir entre los trabajadores de la ciudad, la comida que previamente les han preparado sus esposas o familiares en casa. 
Recolectan en cada casa la fiambrera con la comida preparada y la transportan hasta la estación de tren más cercana. Allí se organizan mediante un asombroso código de colores, signos y letras que increiblemente permiten que lleguen prácticamente siempre a su destino. 




Nos sorprendemos mucho más cuando nos aseguraron que la mayoría de los dabbawalas son analfabetos. 
Se asegura que el índice de aciertos es del 99,9999% y universidades de prestigio como Harvard, no han dudado en estudiar este curioso sistema de trabajo en cadena.
Tuvimos oportunidad de ver y hablar con varios dabbawalas que conocían a nuestro guía y que se sentían atraídos por nuestra presencia.


LA PUERTA DE INDIA


un gran arco construido en 1924 obra de George Wittet, símbolo indiscutible de la ciudad, supuso nuestra siguiente y obligada visita. 
La Puerta de India, construída en conmemoración a la visita del rey Jorge V y su esposa en 1911, se convirtió en la puerta de entrada encargada de dar la bienvenida a todo aquel que llegaba a la ciudad por mar. Curiosamente también supuso la puerta de salida definitiva para las últimas tropas británicas que aún permanecían en el país, allá por el año 1948.
Nos sorprendió la gran cantidad de gente que se agolpaba en la esplanada donde se encuentra, a pesar del mal tiempo reinante.


 HOTEL TAJ MAHAL


frente a la Puerta de India se encuentra el famoso hotel Taj Mahal. Se distinguen dos construcciones diferenciadas, el Taj Mahal Palace y la Torre también llamada Taj  Intercontinental.
Se dice que este impresionante edificio, inaugurado a finales de 1903, fue construído a instancias de  Jamsetji Tata después de que le negaran a éste la entrada al lujoso  Watson’s Hotel, destinado solamente a los "blancos" de la época.

Tras observar la fastuosa fachada del Taj Mahal Palace, entramos en el interior de la Torre para comprobar que nada tenía que envidiar a los más lujosos establecimientos occidentales de la actualidad.


LOS JARDINES COLGANTES


nos desplazamos hasta los Jardines Colgantes, en lo alto de la colina de Malabar, desde donde hay unas excelentes vistas de la ciudad y la playa de Chowpatty

En este tranquilo lugar encontramos cuidados jardines con arbustos que toman la forma de variados animales.
Nuestra guía nos comenta que están construídos sobre los depósitos de agua que abastecen a la ciudad protegiéndolos de posibles contaminaciones. 
Nos habla de las cercanas Torres del Silencio, unas edificaciones funerarias pertenecientes a los parsi donde se llevan los cadáveres ya que éstos son considerados como elementos impuros que no pueden entrar en contacto con la tierra. 
En dichas torres los cadáveres son devorados por los buitres y posteriormente arrojan los huesos a un osario ubicado en el mismo edificio.


DHOBI GHAT


son varias las lavanderías al aire libre que se pueden encontrar en Mumbai pero la de Dhobi Ghat es considerada la más grande de la ciudad e incluso del mundo.

Según nos cuenta nuestra guía, mucha gente sigue haciendo uso de ellas ya que funcionan muy bien y son extremadamente baratas. 
Te recogen las prendas en casa y tras el lavado y planchado correspondiente te las devuelven en 24-48 horas.
Impresiona ver las rústicas instalaciones donde los trabajadores se esfuerzan en dejar inmaculadas las variadas prendas que les entregan.



EL MUSEO DE GANDHI


la siguiente visita nos llevó hasta la mansión Mani Bhavan donde Gandhi se alojó en varias ocasiones y desde donde se considera que desarrolló su actividad política entre 1917 y 1934.
Actualmente el edificio aloja un museo biográfico, una biblioteca, un auditorio y alguna otra estancia más.


Permanecimos un buen rato recorriéndolo y viendo las numerosas fotografías, documentos y objetos personales de Gandhi
En el piso superior se encuentra la que dicen fue su habitación y oficina cuando se alojaba en este edificio.
La rueca, convertida en un símbolo en la lucha por la independencia ya que significaba la vuelta a las raices, ocupa un papel protagonista.



Eran ya más de las cinco de la tarde y llevábamos más de 6 horas recorriendo la ciudad en compañía de nuestro conductor y nuestra guía. El día estaba llegando a su fin y pronto la noche tomaría el relevo. 
Decidimos volver a nuestro hotel y despedirnos de ellos para visitar por nuestra cuenta el mercado más grande de Mumbai. 


EL MERCADO CRAWFORD


Se trata del mercado Mahatma Jyotiba Phule, más conocido como mercado Crawford y que se encuentra muy cerca de nuestro hotel. El edificio que lo cobija más parece una catedral con su torre con reloj incluída pero el mercado se ha expandido hacia el exterior conformando un territorio rebosante de una actividad frenética que amenaza con devorarte. 
El calor es pegajoso y la humedad se hace insoportable por momentos.
Los típicos olores de estos gigantescos mercados se entremezclan en el ambiente impregnando la zona con sus característicos y ya familiares aunque irreconocibles  aromas.


Las incesantes bocinas de los coches, motos y tuk tuk penetran hasta lo más profundo de tu cerebro mientras las llamadas a oración luchan despiadadamente por hacerse oir ante tal caos auditivo. Pero nunca pierdas la concentracción si no quieres verte arrollado por un vehículo a motor o una persona o carro transportando todo tipo de materiales; definitivamente aquello describe con pasmosa exactitud el significado de la palabra CAOS.

 
Comimos algo en un local llamado Badshah, muy frecuentado por los locales, que nos recomendó nuestra guía Chitra 
Cuando llegamos a sus puertas había gente esperando para entrar y estuvimos a punto de irnos porque el calor era asfixiante y dudamos de que hubiera aire acondicionado en su interior pero finalmente nos quedamos.
Allí descubrimos que la gente no considera las comidas como un acto social que se alarga con la típica tertulia post-comida como sucede en Occidente. Allí comen en 15 minutos, se levantan y se van.
Quizás por ello cuando acabamos de comer, los camareros no dejaban de asediarnos confiando en que nos levantáramos una vez acabamos de comer; puede llegar a agobiar un poco aunque nosotros no nos dimos por aludidos.
Allí probamos varios platos típicos del país y una especie de zumo con helado llamado falooda, muy típica del local, que nos había recomendado también nuestra guía Chitra. 
Lo cierto es que no nos gustó demasiado ya que los vasos estaban repletos de una especie de "huevos de rana" con una textura un tanto extraña que no fue de nuestro agrado.






 

















A pesar de que estábamos muy a gusto con la temperatura del local, decidimos emprender el camino de vuelta al hotel tras un día repleto de actividad.
Era ya de noche y tuvimos que esmerarnos para no ser devorados por la vorágine que se vivía en el exterior donde tuk tuks, coches carros y miles de personas luchaban por hacerse hueco en semejante caos pero afortunadamente logramos llegar a nuestro hotel sanos y salvos, eso sí, con una impresionate calada que pillamos en un chaparrón que nos empapó por completo en apenas 10 minutos.

Habíamos quedado en nuestro hotel con el representante de la agencia con la que haríamos el tour de 12 días por India para pagarle la cantidad que aún teníamos pendiente. 
A su llegada acordamos pagarle en euros, a un cambio de 74 rupias por euro que era el cambio oficial ese día.
Serían 12 días de tour que incluían hotel, desayunos, traslados y conductor por 400€ por persona.
Estábamos agotados y nos retiramos a nuestras habitaciones a descansar.
Mañana haremos alguna visitilla camino al aeropuerto donde tomaremos un vuelo a Cochín donde nos estarán esperando para trasladarnos a Munnar.
Nos esperaba otro día animado...

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