25 febrero 2018

Mi viaje a Bulgaria. De pajareo.


A finales del pasado año ( 2017 ), recibí una propuesta por parte de unos amigos para realizar un viaje a un país europeo totalmente desconocido para mí. El objetivo del viaje, como suele ser habitual cuando me junto con estos amiguetes, iba a centrarse en la búsqueda de fauna en general y más concretamente, de aves . 
Eramos conscientes de que no eran las mejores fechas para este tipo de viaje, más bien todo lo contrario, pero desgraciadamente para nosotros eran las únicas que teníamos. 
Habíamos conseguido hacer coincidir 10 días libres a finales de Noviembre y principios de Diciembre así que lo más difícil estaba superado. 
Una vez libres de obligaciones laborales, reservamos un vuelo de Bilbao a Sofía con una breve escala en Frankfort por 250€. No era un gran precio pero a dos semanas vista, no se podía esperar mucho más. 
Apenas teníamos tiempo para preparar el viaje por lo que dudamos entre hacer todo por nuestra cuenta o contratar alguna agencia especializada en este tipo de viajes pero finalmente, decidimos ir a la aventura. 
Todo lo que leíamos e investigábamos, no hacía más que confirmarnos que las fechas no eran las mejores. 
En los Ródopes, territorio del oso, ya había empezado a nevar y vimos que las agencias que organizan tours para intentar avistarlos, ya no lo hacían en estas fechas debido a las escasas posibilidades de éxito. 



Por otra parte, muchas de las aves que abandonan estas latitudes en invierno, ya lo habían hecho mientras que las que invernan en Bulgaria, aún no habían llegado. Sólo cabía esperar que algún frente frío azotara las zonas más septentrionales y empujara a las aves siberianas a comenzar su migración hacia el este de Europa. 



Como diez días no dan para mucho, acordamos alquilar un coche que recogeremos y entregaremos en el aeropuerto de Sofía, que nos permitiera movernos por el país de manera más rápida. Realizamos la reserva a través de rentalcars y pagamos 330$ por un Suzuki S-Cross durante 9 días, con seguro a todo riesgo. 



Tras fijar las zonas más interesantes para nuestros fines, sólo reservamos alojamiento para el día de nuestra llegada a Trigrad, en los Ródopes occidentales. El resto de días, iríamos decidiendo sobre la marcha… 

Sin tiempo para organizar mucho más, el 24 de Noviembre volamos a la capital búlgara, Sofía



NUESTRO ITINERARIO

DIA-1 
SOFIA-TRIGRAD
Traslado en coche desde Sofía a Trigrad en los Ródopes occidentales. 

DIA-2 
TRIGRAD. 
Jornada para descubrir esta zona montañosa limítrofe con Grecia. 

DIA-3 
TRIGRAD-MADZHAROVO
Traslado a los Ródopes orientales, menos abruptos que los occidentales. 

DIA-4 
MADZHAROVO-SAKAR-BURGAS
Desplazamiento a Burgas a orillas del mar Negro, previo paso por las colinas de Sakar

DIA-5 
BURGAS
Visita a Burgas y sus lagos. 

DIA-6 
BURGAS-KALIAKRA-DURANKULAK. 
Traslado a Durankulak, en la frontera con Rumanía, previo paso por el Cabo de Kaliakra

DIA-7 
DURANKULAK-BALCHIK
Mañana visitando los alrededores de Durankulak y traslado a Balchik. 

DIA-8 
BALCHIK-BALTATA-PLEVEN
Visita a la Reserva de Baltata y posterior viaje a Pleven

DIA-9 
PLEVEN-SOFIA. 
Mañana visitando unos lagos cercanos a Pleven y traslado a Sofía

DIA-10 
SOFIA-BILBAO. 
Breve visita a Sofía antes de dirigirnos al aeropuerto. Regreso a casa. 



Mi ruta en Bulgaria y los hoteles elegidos.





DATOS UTILES 

MONEDA 
La moneda utilizada es el Lev aunque en algunos sitios aceptan euros. Durante nuestra visita, 1€ = 1,95 Lev. El peor cambio fue el del aeropuerto y el mejor en los Western Union. 

IDIOMA 
El idioma oficial es el búlgaro que se escribe con caracteres del alfabeto cirílico. No es habitual que fuera de la capital o de las principales ciudades, puedas encontrar alguien que hable inglés o cualquier otro idioma. 
En las carreteras principales las señalizaciones suelen estar escritas en los dos alfabetos pero en las secundarias del interior del país, es posible que sólo encuentres señalizaciones en cirílico. 
Tenlo en cuenta. 

CARRETERAS 
Las carreteras principales están bien asfaltadas y señalizadas pero si piensas adentrarte en la " Bulgaria profunda ", intenta no alejarte de las vías principales. En los mapas vienen señalizadas como carreteras, auténticos caminos de cabras. 
Además, el mantenimiento de algunas carreteras secundarias y sus indicaciones, dejan mucho que desear. Por no hablar de los numerosos carros que circulan por ellas.
















En mi caso siempre llevo un GPS instalado en mi tablet ( el Sigyc ) pero en esta ocasión, su funcionamiento ha dejado mucho que desear. Es posible que los mapas no estuvieran actualizados pero ha sido una auténtica odisea encontrar rutas y direcciones. 
Es la primera vez que me pasa, a pesar de haberlo utilizado en lugares tan dispares como Africa o Asia donde siempre funcionó perfectamente. Misterios… 
El precio de la gasolina ronda los 2 levs. 

NIVEL DE VIDA 
Se dice que Bulgaria es el país más barato de Europa. No sé si será cierto pero lo que puedo asegurar es que es el más barato que yo conozco. Todo un aliciente si tu presupuesto es limitado. 

ALOJAMIENTOS 
Hemos viajado en temporada baja e imagino que en verano subirán los precios pero nosotros hemos dormido en lugares bastante aceptables por una media de 15€ por persona y noche. 

COMIDAS 
Durante el día comíamos bocadillos por lo que a la noche buscábamos buenos restaurantes para comer en condiciones. Una buena cena con vino y postres rondaba los 20€ aunque se podía comer por bastante menos . 

RELIGION 
El grupo mayoritario son los cristianos ortodoxos ( 82% ) y le siguen los musulmanes con un 12%. 

CLIMA 
Yo viajé a finales de otoño y la temperatura fue bastante fresca en los Ródopes y algo más templada a orillas del Mar Negro, donde en verano llegan a sufrir temperaturas bastante elevadas. 
La lluvia también fue protagonista durante varios días. 
  
ENCHUFES 
• Voltaje: 230 V
• Frecuencia: 50 Hz 
• Clavijas: Tipo F 

HUSO HORARIO 
Una hora más que en España.UTC/GMT +2 horas. 

SEGURIDAD 
En ningún momento ni en ningún lugar tuvimos sensación alguna de inseguridad. Nos movimos tanto de día como de noche sin ningún problema aunque siempre insisto en hacer valer el sentido común, sobre todo en las grandes urbes. 


Próximo capítulo: De Sofía a Trigrad, una auténtica aventura.


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