15 mayo 2018

Próximo destino, Canadá.


A estas horas, si ningún incidente improvisado lo ha impedido, estaré " cruzando el charco " rumbo a tierras americanas. No eran éstas las fechas que había soñado para visitar mi nuevo destino pero al final hay que adaptarse a las circunstancias y por supuesto, no descarto volver si el país responde a las expectativas que siempre despertó en mí.
Siempre que exploré una aproximación a tierras canadienses, mis preferencias eran hacer coincidir mi visita con la llegada de los salmones a sus ríos. Y no es que la fascinante migración que realizan todos los años fuera un acontecimiento al que no pudiera resistirme, que también, sino que el motivo de mis deseos tenía mucho más que ver con la estrecha relación que los salmones guardan durante esa época con el comportamiento de los esquivos osos grizlies, algo que siempre anhelé vivir en directo.
Las típicas escenas de los osos grizlies pescando salmones en los ríos de Canadá aprovechándose de la vuelta de éstos últimos para cumplir con sus tareas reproductivas, es algo que siempre he deseado ver en directo. Y si la fortuna me acompañaba, eso lo podía ver allí.
Por ello siempré centré mi visita en el mes de setiembre pero desgraciadamente, problemas laborales de mis compañeros de viaje provocaron un cambio de fecha obligado.


En esta ocasión mis tres compañeros de viaje son tan bicheros como yo así que el viaje estará claramente enfocado a la búsqueda de fauna.
Sin olvidar los espectaculares paisajes naturales que tendremos oportunidad de admirar, planificaremos nuestras visitas para intentar observar el mayor número posible de animales. Para ello trataremos de buscar información con el objeto de descubrir las mejores rutas y senderos para intentar lograr nuestro objetivo.
Hacer el viaje en setiembre fue nuestra primera opción pero cuando finalmente lo tuvimos que descartar, estábamos todos ya tan ilusionados con el viaje que no dudamos en buscar otras fechas más propicias para no tener que posponer el viaje a otro año.
Finalmente, todos conseguimos cuadrar fechas para la segunda quincena de Mayo. Apenas quedaban dos meses y quizás no íbamos a tener tiempo para prepararlo como nos hubiese gustado pero confíabamos en que nuestra ilusión superaría todos los obstáculos.

Ahora tocaba poder hacer efectiva la oferta que un integrante del grupo había visto en internet y que fue la propulsora del viaje.
El viaje hacía un recorrido por el oeste de Canadá pero había unos flecos que no terminábamos de tener claros y queríamos consultar directamente con ellos.
La oferta incluía vuelos internacionales, todos los alojamientos y un coche de alquiler durante 14 días.

Las poblaciones donde nos alojaremos durante nuestro recorrido circular, Vancouver- Vancouver, serán las siguientes:

Revelstoke
Vancouver
Penticton



100 Mile House
Banff
Jasper




Vancouver
Whistler











Podíamos elegir el día de partida, el aeropuerto de origen y el coche de alquiler pero su web no nos permitía salir de distintos aeropuertos, compartir una única habitación y contratar un sólo coche de alquiler así que decidimos llamarles para confirmar esta posibilidad.
El problema radicaba en que dos personas debían salir de Bilbao y otras dos de Madrid. Nunca había contratado un viaje de este tipo pero pensé que no supondría mayor problema que la agencia reservara alojamiento y un coche para 4 personas pero volando desde dos aeropuertos diferentes, incluidos en la oferta.
Lo cierto es que no fue sencillo contactar con alguien capaz de darnos respuesta a nuestra solicitud pero finalmente nos aseguraron que esta opción no era posible. Si queríamos compartir habitación y coche deberíamos salir todos desde el mismo aeropuerto y eso complicaba mucho el viaje.

El hecho de tener que desplazarnos todos a Madrid o a Bilbao para salir juntos suponía un grave inconveniente ya que suponía tener que pedir más días libres en el trabajo y eso, no nos resultaba posible.

Ante este inesperado contratiempo, me plantee la idea de hacer el viaje por nuestra cuenta, reservando los mismos vuelos y alojamientos para comprobar posibilidades y precios. He de confesar que por primera vez en mi vida, me salía más caro hacerlo por mi cuenta que contratar la oferta que nos habían propuesto. Incluso buscando alojamientos inferiores y vuelos con más escalas para abaratar costes, seguía sin conseguir igualar el precio. Y lo peor era que había que tomar una decisión ya, porque el tiempo se nos echaba encima.
Al final sólo cabía una posibilidad: aceptaremos la oferta y saldremos dos personas desde Bilbao y dos desde Madrid ; dormiremos en dos habitaciones dobles y alquilaremos dos coches : uno pequeño y otro más grande. Eso sí, sólo pretendemos hacer uso del coche grande. El pequeño ni lo recogeremos.
Todo esto suponía un pequeño aumento del precio del viaje pero aún así, nos parecía un precio interesante e inigualable si hacíamos el viaje por nuestra cuenta.
Estamos hablando de un viaje de 14 días por el oeste de Canadá con vuelos, 13 alojamientos y un todoterreno de alquiler por algo más de 1400€.

De haber volado todos desde el mismo punto de origen, durmiendo en habitaciones cuádruples y alquilando un sólo coche, el precio por persona hubiera bajado unos 200€.

La decisión estaba tomada. No coincidiremos en los horarios de los vuelos pero viajaremos juntos en el mismo coche y dormiremos en los mismos hoteles.
Alojamientos básicos de dos o tres estrellas en los que apenas pasaremos unas horas para descansar al finalizar la jornada.

Los tiempos de nuestros vuelos son aceptables aunque en el de ida tardaremos un poco más ( 18h ). El de vuelta será más rápido y nos llevará 15 horas. Un mes antes de nuestra partida, este vuelo costaba ya casi 1.100€.

Para movernos por el país, hemos cambiado el pequeño utilitario que nos ofrecían de entrada y hemos reservado un Ford Escape o similar. 


No era el viaje que nosotros hubiéramos diseñado pero tras estudiar los destinos, observamos que podían ofrecer muchas posibilidades. 

El 15 de Mayo definitivamente volaríamos a Vancouver.
Con el viaje pagado y confirmados los vuelos y alojamientos, era el momento de tramitar el permiso de entrada a Canadá ( ETA ), el permiso de conducir internacional, contratar un seguro y, sobre todo, estudiar detenidamente el itinerario. 
También negociamos un pase familiar para visitar todos los parques nacionales de Canadá.

























Dividiremos el trabajo de investigación, partiendo el viaje en 4 tramos que repartiremos entre los 4 integrantes del grupo y confiaremos en que la diosa fortuna y el factor climatológico nos sean favorables.
La suerte está echada.  

Próximo capítulo: Mi viaje a Canadá.

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