A las 7 ya estoy arriba, preparando por última vez mi mochila para cargarla en el coche antes de partir hacia el aeropuerto.
Pagamos los 10$ que nos cobra el hotel por dejar el coche en el parking anexo y salimos rumbo al aeropuerto para dejar a los dos compañeros que salen dentro de dos horas.
Tardamos unos veinte minutos en llegar al aeropuerto donde nos despedimos de nuestros amigos.
Son las 8 de la mañana y como nosotros no salimos hasta las 13,30, decidimos apurar el tiempo al máximo y acercarnos hasta Richmond, donde contratamos la excursión para tratar de ver orcas, el día de nuestra llegada.
Se trata de una zona tranquila, próxima al aeropuerto y además cuenta con alguna tiendilla donde gastar los dólares que nos quedan.
Desayunamos tranquilamente a orillas del mar, saboreando al máximo nuestros últimos minutos en Canadá, para posteriormente dar un paseo por los embarcaderos de esta turística zona.
Desde aquí salen varios tours en busca de ballenas y orcas y también se venden pescados y mariscos desde los barcos de pescadores. Tiendas de souvenirs y restaurantes especializados en productos del mar, completan un paisaje que a estas tempranas horas se nos muestra plena de paz y tranquilidad.
Con unas compras en las tiendillas que rodean el muelle, dimos por finalizada la jornada para volver a nuestro coche y retornar al aeropuerto donde entregaríamos el vehículo sin incidentes y facturamos el equipaje dando fin a nuestro viaje.
Ruta de la jornada:
RESUMEN Y DATOS DEL VIAJE
Este viaje lo realizamos del 15 al 29 de Mayo de 2018.
Ante la propuesta de uno de los integrantes del grupo que había recibido una oferta de viaje a Canadá durante dos semanas por parte de Logitravel, me puse a estudiar el tema detenidamente.
En principio esta oferta ofrecía los vuelos de ida y vuelta a Vancouver, 13 noches de hotel y alquiler de coche para realizar el circuito. El precio rondaba los 1.500€ por persona y ofrecía un circuito circular que llegaba hasta las Rocosas Canadienses.
Los hoteles de nuestro viaje
Patricia Hotel será nuestro alojamiento durante las dos primeras noches en Vancouver. Los hoteles en Vancouver no son baratos y lo cierto es que el que nos asignaron dejaba bastante que desear. Instalaciones viejas y una ubicación problemática en una calle repleta de indigentes y tóxicodependientes, hace que no sea la mejor opción de Vancouver.
De cualquier manera, nosotros no tuvimos ningún tipo de problemas y el local de abajo donde daban comidas, era bastante agradable y animado.
La tercera noche la pasamos en la localidad de Penticton, en el Days Inn & Conference Centre. Este hotel no tenía nada que ver con el de Vancouver. Habitaciones muy amplias y confortables.
La cuarta noche nos llevaría hasta Revelstoke.
El Powder Springs Inn supuso un alojamiento muy aceptable.
Las Rocosas nos esperaban para pasar la quinta y sexta noche en Banff. El hotel que nos alojaría sería el Inns of Bannf, , donde unas espaciosas habitaciones cumplieron con su cometido.
Durante las dos siguientes noches dormiríamos en Jasper, en el Hotel Tonquin Inn . Buenas instalaciones y estancia agradable.
Abandonamos las Rocosas para pasar nuestra novena y décima noche en 100 Mile House. El hotel Red Coach Inn fue el más flojo del circuito, exceptuando el de Vancouver. A pesar de contar con un bar acogedor, las habitaciones estaban anticuadas y la nuestra en particular, repleta de mosquitos.
Las noches 11 y 12 las pasamos en el Whistler Village Inn & Suites . Una amplísima habitación con cocina incluida que nos permitió cenar y pasar agradables veladas en la turística localidad de Whistler.
La última noche la pasamos nuevamente en el Patricia Hotel, en Vancouver.
Mis impresiones generales
Canadá supone un destino inexcusable para todos aquellos que aman la Naturaleza y la fauna salvaje.
A pesar de que no pudimos acceder a algunas zonas que teníamos pensado visitar, debido al hielo y la nieve, los espectaculares paisajes que tuvimos oportunidad de admirar, colmaron todas nuestras expectativas.
Las Rocosas ofrecen miles de senderos que te sumergirán en la soledad más absoluta en medio de unos paisajes indescriptibles pero incluso si eres de los que no te gusta andar demasiado, te quedarás absorto y con la boca abierta viendo desde tu coche la belleza e inmensidad de aquellos parajes.
Es cierto que paisajísticamente la belleza de las Rocosas resulta abrumadora pero otras muchas zonas, incluída la propia Vancouver y su prodigiosa geografía, te sorprenderán con sus lagos, colinas, cascadas, etc, etc .....
Dónde avistar fauna
Como amantes de la fauna salvaje que somos, buscamos las zonas donde más posibilidades había de avistar aves y los animales más emblemáticos de Canadá. Pero en un país tan salvaje como éste, no descartes toparte con cualquier animal en cualquier momento y en cualquier lugar.
De cualquier forma, si tuviera que recomendar algún lugar para avistar la fauna salvaje, me quedaría con éstos:
Estos fueron los " puntos calientes " durante nuestro viaje pero sin duda, se podrían añadir muchísimos más. No olvidemos que animales tan extraños de ver para nosotros, como pueden ser los osos, allí bajan hasta ciudades como Whistler o Vancouver. En cualquier momento te puedes ver sorprendido por la aparición de cualquier animal.
Distancia recorrida y gastos en gasolina
Alquilamos un Ford Escape para realizar nuestro recorrido por el oeste canadiense. El alquiler iba incluído en nuestro viaje por lo que no puedo detallar el precio exacto aunque creo recordar que en Rentalcars salía por unos 700€ con seguro a todo riesgo.
Hicimos un total de 3834 kms. El vehículo respondió a la perfección y contaba con numerosos dispositivos de seguridad, alguno desconocido para nosotros. Su consumo rondó los 9 litros a los 100.
Consumimos 350 litros de gasolina, gastando un total de 341€. Como éramos 4 personas, gastamos 85€ por persona durante las dos semanas de estancia en Canadá.
Si no recuerdo mal, no tuvimos que pagar ningún peaje durante nuestro recorrido.
Canadá me ha fascinado y no descarto volver en plena época de salmones para tratar de disfrutar de las típicas escenas de osos pescándolos en el río, o incluso acercarme hasta la costa Este para seguir la pista a los increibles osos polares.
Pero eso será otra historia ....
Capítulo anterior: De Whistler a Vancouver
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