Hoy la jornada comenzaba temprano. A las 5 ya estábamos en pie dispuestos a encontrar al escurridizo Gallito de las Rocas (Rupicola peruviana) y para ello debíamos salir temprano para llegar con las primeras luces del día al sitio idóneo para verlo.
Nos vestimos apresuradamente y bajamos a comprobar si nos han dejado el almuerzo en la nevera como ayer nos prometieron. Efectivamente, allí teníamos tres coquetas bolsas de tela con nuestro almuerzo.
Nos vestimos apresuradamente y bajamos a comprobar si nos han dejado el almuerzo en la nevera como ayer nos prometieron. Efectivamente, allí teníamos tres coquetas bolsas de tela con nuestro almuerzo.