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28 marzo 2010

La ruta del Cares.


Sin lugar a dudas, la ruta senderista más emblemática del Principado es la que une éste con León a través de la espectacular garganta del Cares.
Esta senda se exculpió en la roca durante el siglo pasado para llevar a cabo la canalización del Cares para su aprovechamiento hidroeléctrico en la central de Camarmeña y sirvió a su vez como comunicación entre Asturies y León a través del impresionante desfiladero. 

Muchas cosas han cambiado desde que tuve la oportunidad de recorrerla por primera vez desde Posada de Valdeón hasta Arenas de Cabrales, allá por finales de los años 70. Poco tiene que ver aquella pequeña aldea de Caín que conocí con lo que significa hoy día y sobre todo, poco tiene que ver el volumen de visitantes que soporta actualmente esta bella garganta al llegar la época vacacional.



Personalmente, considero mucho más aconsejable su visita fuera de estas fechas para poder disfrutar al máximo de la grandiosidad del paisaje aunque he de reconocer que también la he realizado en pleno mes de agosto a petición de algún amigo que no disponía de fechas alternativas. 
Esta impresionante garganta discurre compartiendo camino con el río que le da nombre y que tendremos siempre presente a lo largo de un recorrido practicamente llano y apto para todos los públicos.
Incluso aquellos que no son muy amantes de recorrer kilómetros a golpe de zapatilla se atreverán a hacer un pequeño tramo, comenzando generalmente por Caín dada la belleza de esta zona donde el cañón se encajona de una forma más espectacular a la vez que se evita la cuesta que sube a los Collaos si comenzáramos la ruta en Poncebos.

La alternativa ideal para hacer la ruta sin tener la necesidad de desandar el camino andado, es ir en grupo y comenzar una parte del grupo desde Caín y el otro desde Poncebos dejando el coche en los alrededores. 
Cuando se produzca el inevitable encuentro en el camino, se intercambian las llaves y cada uno vuelve con el coche del compañero.
Los doce kilómetros a pie a través de los picos se convierten en muchos kilómetros de carretera para desplazarse entre los mismos puntos.
 

Otra opción es contratar una agencia que te deje en un extremo y te recoja en el opuesto.
Pero de cualquier forma, se podrá realizar el trayecto de ida y vuelta en 6-7 horas después de recuperar fuerzas en Caín con una buena fabada o algún exquisito plato de queso que sin duda contribuirán a afrontar el camino de vuelta con fuerzas renovadas.
 

Las únicas precauciones que deberemos tomar para gozar de una jornada memorable serán escoger un buen calzado que se adapte a las condiciones climatológicas del momento, una visera para protejerte del sol y abundante líquido para reponer fuerzas; a todo esto, añadiría un último consejo si vamos a realizar la ruta en fechas con demasiada afluencia de visitantes: madruga y comienza el paseo con las primeras luces del día.
Te aseguro que no te arrepentirás!!!

2 comentarios:

  1. Muy bueno el artículo. Si no hacéis la ruta del Cares, no sabéis que os perdéis. Es la cosa más maravillosa de todas las rutas que se pueden hacer por el norte de España.

    Si queréis más fotos e información:
    Ruta del Cares

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