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22 mayo 2021

Viajar en busca de fauna (II). EUROPA.

Evidentemente no hay que viajar hasta el otro lado del planeta para descubrir fauna salvaje. El Viejo Continente, a pesar de su alta densidad poblaciónal, también cuenta con sus particulares rincones, donde la fauna más esquiva busca refugio. 
Sin ir más lejos, España alberga un buen número de especies que pueden ser consideradas auténticas joyas naturales. 
Aunque pretendía dejar al margen las especies ornitológicas para no alargar demasiado este artículo, no he podido resistirme a incluir algunas especies con las que he vivido momentos inolvidables. Concretamente hablaré de las siguientes:

 
 A continuación, seguiré con algunas de las especies de mamíferos que he tenido ocasión de ver en el Viejo Continente:

 

 

 

águila imperial ibérica (Aquila adalberti), endémica de la Península Ibérica que estuvo al borde de la extinción a pesar de que en las últimas décadas su población parece haberse recuperado un poco . Habita en el centro y suroeste de la península.  Con una envergadura que ronda los dos metros, destaca por sus hombros blancos perfectamente distinguibles en vuelo.
He podido verlas en Doñana y en Andujar, donde teníamos localizado su nido y la disfrutamos a través de los telescopios. Nunca deberás acercarte demasiado al nido en épocas de reproducción ya que podrían abandonar la puesta.
 

 
 
  • La grulla común (Grus Grus), es una espectacular ave que alcanza entre 1 y 1,4m. de altura, entre 2 y 2,40m. de envergadura y de 3 a 7 Kg. de peso. Su plumaje es principalmente gris aunque posee plumas negras en alas, cuello y cabeza, además de su característica corona roja en la parte superior de la cabeza. Tras pasar el verano críando en el norte de Europa, inician una larga migración hacia la península Ibérica y el norte de Africa. 

Extremadura es un gran lugar para observarlas pero yo tuve la ocasión de disfrutarlas en la Laguna de Gallocanta donde se concentran en grandes bandadas de miles y miles de ejemplares.
Si tienes ocasión, no te pierdas el espectáculo que supone verlas llegar cada día al atardecer, en medio de un ensordecedor y peculiar griterío.
 

 
 
 
 
  • Los flamencos comunes (Phoenicopterus roseus), posiblemente sean las aves más llamativas que cruzan los cielos de la península ibérica debido a su intenso color rojizo. Pueblan los humedales costeros del Mediterráneo o sur del Atlántico, además de algunas lagunas del interior como Fuente de Piedra en Málaga, donde se encuentra una importante colonia de cría.

No me resultó difícil verlos en Doñana, en la Dehesa de Abajo en Sevilla o en el Delta del Ebro.
Ver volar en grupo a estas aves de cerca de 1,5 metros de envergadura, tiñendo el cielo de rojo, resulta un espectáculo aún mayor .
 

 
  • El frailecillo atlántico (Flatercula arctica) habita los fríos mares del norte de Europa, hasta donde tendrás que desplazarte en las fechas adecuadas para tener garantías de verlos. Con un tamaño de apenas 30 cms, su peculiar pico aplanado y de gran colorido, le hace fácilmente identificable.

Islandia y Noruega son dos excelentes lugares para encontrarlos durante la época de cría. Cuando visité Islandia en Octubre, ya habían abandonado los lugares de cría pero pude disfrutarlos muy de cerca en la Isla de los Pájaros en Noruega. 
 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Hablando ya de mamíferos, comenzaré con otra de las joyas que podemos encontrar en la península ibérica:
  • El Lince ibérico (Lynx pardinus) un felino que estuvo a punto de la extinción y que en la actualidad parece encontrarse en una situación mucho más favorable aunque aún continúe en peligro.

No es sencillo observarlo aunque no es descartable encontrártelo en la carretera si te encuentras en su territorio, por lo que se recomienda circular siempre con precaución ya que los atropellos son una de sus principales causas de muerte.
Yo he tenido oportunidad de verlos en bastantes ocasiones, cerca de Andújar en Jaén. Provistos de telescopios y grandes dosis de paciencia, sólo debes sentarte y esperar pacientemente a que el gatito se deje ver.
A principios de año, durante su época de celo, es la mejor época para intentar avistar a este elegante felino que ronda los 10kgs aunque los machos más grandes pueden llegar a alcanzar los 20.
 



 
 
  • El oso pardo europeo (Ursus arctos arctos) lo podemos encontrar en numerosos paises europeos. Desde la península ibérica, a los paises escandinavos, pasando por Polonia, Rumanía, Estonia, Letonia, etc, etc.

Yo cuento con la ventaja de vivir muy cerca de la población más numerosa de la península ibérica, concretamente la asturiana.
Zonas como Somiedo, Muniellos o Leitariegos son las preferidas para intentar avistarlo con la ayuda de telescopios.
Las horas del amanecer y el atardecer son las mejores para descubrirlos por lo que deberás ir bien abrigado y buscar un sitio bien situado que te ofrezca un amplio campo de visión.
 

 
 
Es posible que mientras permanezcas buscando especies tan emblemáticas como el lince o el oso, tengas oportunidad de descubrir otras más habituales pero no menos esquivas.
A continuación citaré algunos animales que he podido ver frecuentemente a través del telescopio mientras intentamos descubrir otras:
 
  • Pese a que el zorro común o rojo (Vulpes vulpes) está ampliamente distribuído por todo Europa e incluso viven muy cerca de los humanos, este esquivo cánido no es sencillo de observar debido a su extrema cautela y timidez.

En alguna ocasión he tenido oportunidad de verlos desde mi ventana en las campas cercanas y durante algún paseo por el monte pero la mayoría de mis avistamientos, incluso jugando con sus crías, han sido a través del telescopio, mientras buscaba linces y sobre todo osos.
 


 

  • El jabalí  (Sus scrofa) es otra especie muy abundante que vive muy cerca de los humanos aunque no sea habitual verlos.

Aunque también me he visto sorprendido por su presencia durante algún paseo por el monte, he podido ver gran número de ellos a través de los telescopios.
 

 

  • Los ciervos comunes (Cervus elaphus) ofrecen un espectáculo fascinante cada otoño, cuando entran en celo y llenan el aire con sus desesperadas voces tratando de marcar su territorio y buscar hembras con las que aparearse.

No es tan extraño toparse con estos grandes hervíboros si eres aficionado a la montaña y al senderismo. En más de una ocasión, los he visto durante mis paseos por los bosques de robles y hayas cercanos a mi casa.
En el humedal de Salburua, en Gasteiz, se pueden ver numerosos ejemplares y disfrutar de la berrea en su máximo esplendor.
 

 

  • El gamo común ( Dama dama) ocupó gran parte de Europa antes de extinguirse en muchos de sus hábitats habituales, incluida la península ibérica.

En la actualidad he tenido la oportunidad de verlos sin dificultad en zonas como Doñana y sobre todo, Andújar.
Los aplanados cuernos que lucen los ejemplares macho que pueden llegar a pesar  más de 60kgs, los hacen fácilmente identificables.
 


 

  • La cabra montés o íbice ibérico (Capra pyrenaica) y el corzo (Capreolus capreolus), el cérvido más pequeño de Europa, son otras dos especies con las que me he encontrado habitualmente durante mis paseos por Gredos y por los bosques caducifolios cercanos a mi casa, respectivamente.

Son otras dos de las especies que se observan muy a menudo cuando permanecemos a la espera de osos y linces.
 



 
 
  • La nutria (Lutra lutra) es otro de los escurridizos mamíferos que podemos encontrar en el continente europeo, cerca de ríos y humedales.

Esta juguetona y simpática especie acuática tampoco es sencilla de avistar ya que su mayor actividad se concentra desde el atardecer hasta el amanecer.
Amante de aguas limpias y cristalinas, se dice que la presencia de este animal en un río es el mejor signo de la pureza de sus aguas.
Donde mejor he podido disfrutar de su presencia ha sido en el río Jándula, en Andújar
 

 
 
  • El castor europeo (Castor fiber) es otro animal de costumbres similares a la nutria, que he podido avistar en Europa.

Los roedores más grandes del hemisferio norte comenzaron a dejarse ver por algunos ríos del norte de la península ibérica desde principios de este siglo pero aún no he tenido ocasión de avistarlos.
Donde sí tuve un inesperado encuentro con este laborioso animal fue en un lago de Finlandia. Durante un paseo por un bosque que mostraba la existencia de castores por los numerosos troncos cortados, descubrimos una enorme castorera que revelaba la residencia de estos roedores. Según nos acercábamos a ella, unos extraños ruidos llamaron nuestra atención. Un ejemplar golpeaba con fuerza su cola en el agua mientras nadaba en un claro gesto de enfado porque estábamos adentrándonos en su territorio.
 

 

  • Si te gusta navegar y quieres descubrir cetáceos, son numerosos los puntos europeos desde los que podrás intentarlo. Las islas Canarias, las Azores portuguesas, las costas españolas y portuguesas, Islandia, etc, etc son lugares donde las posibilidades de ver delfines, ballenas, calderones y otros cetáceos serán muy propicias.

Yo he tenido la posibilidad de verlos muy cerca de casa, en el mar Cantábrico, en una excursión que comenzó en Bermeo y durante la que pude ver varios grupos de delfines comunes, mulares y calderones.






  • El reno (Rangifer tarandus) es un gran cérvido que pesa alrededor de 150kgs cuya población europea se encuentra en gran parte domesticada.

He podido ver gran número de ejemplares, unos domesticados y otros salvajes, en paises como Islandia, Finlandia o Noruega.
Los grupos más numerosos pude verlos durante la travesía del Besseggen en Noruega. 
 



 
 
  • El alce euroasiático (Alces alce) se trata del cérvido más grande de Europa y es un morador habitual de los bosques del norte.

Este imponente animal que puede superar los dos metros de altura y 600kgs de peso, lo podremos encontrar en Alemania, Austria, Chequia,  Polonia y Rusia aunque en Europa yo sólo he conseguido verlo en Noruega, a bastante distancia. En los bosques finlandeses estuve siguiendo su rastro llegando a estar muy cerca de ellos pero no conseguí avistarlos.
 

 
 
Para acabar, quisiera hacer hincapié en la necesidad de respetar las normas básicas de comportamiento cuando nos desplacemos en busca de algunos de los animales mencionados y que se encuentren en claro estado de vulnerabilidad.
Por todo ello he evitado indicar los lugares exactos para probar suerte con los avistamientos de especies como osos y linces, ya que la presión a la que empiezan a ser sometidos por los aficionados a la fauna, comienza ya a ser excesiva.
De cualquier manera, si estás verdaderamente interesado en intentar avistar estas especies, ponte en contacto conmigo e intentaré ayudarte pero recordad siempre que debemos respetar al máximo todas las normas establecidas. 
 


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