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26 diciembre 2021

Liubliana II

Liubliana desde el Castillo


Ayer al atardecer llegamos a Liubliana procedentes de Venecia. Aprovechando la tarde-noche, tuvimos nuestro primer contacto con la ciudad y nuestra primera experiencia gastronómica. 
Hoy, tras una noche animada por la fiesta que montaron unos estudiantes en el apartamento de al lado, nos levantamos temprano para desayunar tranquilamente antes de dar una vuelta por Liubliana a plena luz del día. 
Nuestros planes eran la de partir rumbo al norte, tras pasar unas horas en la capital eslovena.
Decidimos dejar la furgoneta en el alojamiento así que una vez desayunamos, cargamos el equipaje y nos dirigimos andando al centro de la capital.
Volvimos a hacer la ruta de ayer para volver a cruzar el río por el Puente Triple y llegar hasta el Castillo.
Mientras unos decidimos llegar hasta allí andando (unos 20 minutos), otros lo hicieron a través del funicular cercano (1 minuto). Aunque hacerlo andando suponga superar alguna rampa exigente, merece la pena por disfrutar las vistas a la ciudad aunque también podrás disfrutar de ellas subiendo en funicular y bajar posteriormente andando.
En el momento de nuestra visita, el viaje en funicular costaba 4€ aunque si quieres saber más acerca de su historia y el precio actualizado, puedes visitar su WEB
 



Nuestras visitas durante la mañana de hoy se reducirían a:
  • el Castillo de Liubliana
  • Puente de los Dragones
  • Mercado Central
  • Catedral de S.Nicolás


Castillo de Liubliana
Considerado uno de los símbolos de la ciudad, es difícil resistirse a subir hasta la colina donde está ubicado ya que es visible desde prácticamente todos los puntos de Liubliana.
Como suele suceder habitualmente, se ubica sobre los primeros asentamientos de la zona, allá por el año 1000 A.C aproximadamente. Debido a su privilegiada situación, rodeada de tierras fértiles y la característica riqueza animal que puebla las riberas de los ríos que a su vez proveen de abundante agua a sus habitantes, podemos decir que éste era un lugar paradisíaco para los humanos de aquella época.
Pero no sería hasta el 100 AC, cuando Emona, nombre de la ciudad bajo el dominio romano, construyó las murallas que marcaban su perímetro.
Más tarde el castillo pasaría por distintas manos de adinerados nobles y de los invasores turcos.
Resistió al terremoto de 1515 y a las arduas luchas entre nobles y campesinos hasta que en el siglo XVII se utilizó como almacén militar donde se amontonaban peligrosos elementos que amenazaban a la población del lugar. También fue utilizado como cárcel bajo el dominio austriaco y como lugar de residencia para todos aquellos que carecían de vivienda cuando el alcalde de la ciudad, Ivan Hribar lo compró a principios del siglo XX.
En la actualidad es un importante atractivo turístico. 

Una vez todos los integrantes del grupo llegamos arriba, nos reunimos para recorrer su muralla por el exterior y visitar el interior del castillo. La visita que te permite acceder a todas las estancias y construcciones costaba 10€ pero nosotros nos conformamos con ver lo que permitía el acceso gratuito.
Si quieres ver todas las opciones existentes para visitar el castillo, lo mejor es entrar en su WEB
 

Interior del castillo

 


Puente de los Dragones
La aparición del dragón en el escudo de Liubliana se remonta a la Edad Media por lo que no es extraño que éste sea el símbolo de la ciudad.
La idea inicial del dragón como un ser monstruoso dejó paso a la de un elemento protector de la ciudad en el que se concentraban valores tan sublimes como el poder, el coraje y la sabiduría.
Por todo ello, cuando Jurij Zaninović construyó en 1900 el conocido actualmente como Puente de los Dragones, no dudó en sustituir los leones que estaban previamente previstos para adornar el puente, con los espectaculares dragones que con el paso del tiempo se convertirían en uno de los principales atractivos de la ciudad.
 

Mercado Central de Liubliana
Entre el Puente Triple y el del Dragón podemos encontrar un animado mercado en el que se pueden conseguir muchos productos típicos de Eslovenia. Durante nuestra visita el acceso estaba controlado debido al COVID y sólo permitían pasar al que disponía del certificado COVID.
En medio de un ambiente festivo donde la música local ocupaba un puesto privilegiado, nos unimos a los locales para degustar y comprar algunos de sus productos.
 




Catedral de S.Nicolás
Otro de los puntos emblemáticos de Liubliana por el que pasamos a pesar de no entrar en su interior, fue el de la Catedral de S.Nicolás (Stolnica svetega Nikolaja).
Aunque originalmente se erigía como una iglesia gótica, en el siglo XVIII fue sustituído por una construcción de estilo barroco.
Sus cúpulas de color verde son un referente en la ciudad que con toda seguridad visitaremos en nuestro paso por la capital eslovena. Se encuentra ubicada muy cerca del Ayuntamiento y del Mercado Central.


Una vez dimos por finalizado nuestro paso por Liubliana, me acerqué hasta una oficina de turismo para intentar averiguar si había posibilidad de acercarse en transporte público hasta la localidad de Markovec. Desde allí se organizan excursiones para el avistamiento de osos y dos integrantes del grupo queríamos saber si podríamos ir hasta allí sin necesidad de que el resto del grupo tuviera que desplazarse con nosotros en la furgoneta. 
El precio de la actividad es bastante alto y sólo los más fanaticos de la fauna estábamos dispuestos a tal desembolso.
Desgraciadamente no pudieron darnos esa información y nos remitieron a la estación de autobuses donde lamentablemente tampoco supieron decirnos cómo llegar hasta allí en autobús. Markovec debía ser una localidad muy pequeña que nadie conocía.
La opción del transporte público parecía imposible así que cuando regresemos del norte, ya veremos si hay alguna forma de resolverlo.
Ahora tocaba volver a nuestro alojamiento para montar en la furgoneta y tomar rumbo al norte haciendo alguna paradita en el camino.
Hoy dormiríamos en Bled.... 
 
Iglesia de S. Florián

Subida al castillo

Vistas desde el castillo

 
Ruta de la jornada 
 

 

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