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06 enero 2022

Rumbo a Bled. Skofja Loka y Garganta de Vintang.

 

Tras nuestra llegada ayer a Liubliana, procedentes de la vecina Venecia y el recorrido matutino de hoy por la capital eslovena, ha llegado la hora de comenzar nuestra ruta por Eslovenia.
Nuestro destino final para la jornada de hoy será Bled, una bella localidad ubicada a unos 55kms al norte de Liubliana. Allí pasaremos las dos próximas noches que nos servirán para visitar su famoso lago y el cercano parque de Triglav.
Pero no iremos directamente hasta allí ya que nos desviaremos un poco a mitad de camino para visitar una pequeña localidad medieval con fama de ser una de las mejores conservadas de Europa:Skofja Loka.
En poco más de media hora llegamos a nuestro destino.
SKOFJA LOKA
Mientras que la primera referencia escrita de esta ciudad se remonta al año 973, su muralla fue construída en el siglo XIV. Cabe destacar que un fuerte terremoto destruyó gran parte de la ciudad y de su muralla en 1511.
También llama la atención la existencia de una persona negra en su escudo de armas, algo que se debe según se asegura, a que el antiguo dueño de la ciudad, el obispo Abraham von Freising, salvó su vida del ataque de un oso gracias a sus acompañantes negros.
Incrustada en el Valle de Selska, en la confluencia del río Selska y Poljanska Sora, esta pequeña localidad eslovena alberga una importante riqueza patrimonial entre la que destaca su impresionante Castillo de Loka. Son muchos los visitantes que, en su ruta a Bled desde Liubliana, realizan una parada en Skofja Loka, dado que apenas hay que desviarse unos pocos kilómetros.
Tanto la artesanía como la pintura ocupan lugares privilegiados en esta localidad aunque su joya más preciada seguramente sea la representación de la Pasión de Jesucristo, para la que su población se prepara a lo largo de todo el año. Si tu visita coincide con este evento estarás de enhorabuena.
Durante tu paseo podrás admirar lugares como la iglesia de María Immaculada, el Puente de los Capuchinos, la casa Homan, la iglesia de Santiago, la casa Žigon, etc, etc...


Durante nuestra visita no encontramos apenas gente. Nuestro paso por Skofja Loka se limitó a recorrer sus calles, perdiéndonos por sus rincones para posteriormente, subir al castillo y descubrir un poco la historia de la ciudad así como la antigua forma de vida de sus habitantes y las herramientas que usaban en su día a día. Numerosas recreaciones de sus campos, casas y herramientas con su respectivo cartel explicativo, nos ayudaron a viajar en el tiempo para tratar de comprender su modo de vida.
Tras esta visita, tomamos una cerveza en una tranquila terraza cercana para reponer líquidos antes de emprender el camino de vuelta al coche. 
Eran ya las 3 y no habíamos comido nada así que sacamos un poco de embutido en el aparcamiento donde habíamos dejado el coche y aprovechamos a matar el gusanillo antes de seguir ruta al norte.
 
 
 





Nos encontrábamos a menos de 40kms de Bled pero íbamos a intentar llegar hasta la Garganta de Vintgar, a unos 45 kms, para tratar de hacer esta ruta antes de llegar a Bled. Para ello necesitaríamos llegar antes de que cierren y se haga de noche.
Antes de las 5 estábamos ya preparados en la puerta de entrada. Allí nos informaron de que se podía entrar hasta las 6 de la tarde aunque una vez dentro, no había horario para salir. Es importante saber que a finales de otoño se cierra y los horarios cambian dependiendo de las fechas.
Para informarse bien acerca de horarios y precios, lo mejor es consultar su web
En el momento de mi visita, a mediados de setiembre, el horario era de 8 a 18, el precio del aparcamiento de tu coche 5€ y la entrada a la garganta 10€ por adulto aunque hay descuentos para estudiantes, jóvenes, niños, grupos y minusválidos.

La garganta de Vintgar
Ubicada al este del Parque Nacional de Triglav, cuenta con una longitud de 1600 metros y llega a tener hasta 250 de profundidad. Su proximidad a la turística localidad de Bled, hace que sea una zona bastante visitada por los turistas.
Se trata de un desfiladero perfectamente habilitado para recorrerlo a pie a través de las pasarelas de madera que siguen el curso del río Radovna.
El recorrido te permitirá disfrutar del bello paisaje que ofrece el estrecho cañón por el que discurre un río de aguas cristalinas y rápidos amenazantes.
La ruta acaba en la cascada de Sum de 13 metros de altura, desde donde deberemos volver por alguna de las dos alternativas que se nos presentan, ya que está prohibido volver por el mismo camino.
Deberemos tomar la ruta circular Strma stran de algo más de 4kms o la de St Catherine, de casi 6.
A mi entender es una ruta apta para todos los públicos aunque habrá que controlar a los más pequeños en algunos tramos para evitar accidentes.
Es aconsejable llevar buen calzado y calcular que la ruta te llevará entre 2 y 3 horas, tomándote todo el tiempo del mundo para disfrutarla plenamente.






A
nuestra llegada al aparcamiento apenas quedaban coches por allí. Nos dirigimos a la caseta donde vendían las entradas, preguntamos horarios y sin tiempo que perder, comenzamos la ruta.
Disfrutamos con calma del recorrido por las pasarelas de madera mientras nos deleitamos con las cristalinas aguas del río Radovna y las enormes truchas que habitan sus aguas.
En poco más de una hora llegamos a la Cascada de Sum donde acaba el recorrido. Desde allí bajamos a la parte baja de la cascada para tomar unas fotos antes de comenzar el camino de vuelta que en estos momentos no se puede hacer en sentido inverso debido al covid. Teníamos que elegir entre las dos rutas alternativas y nos decidimos por hacer la más corta, la "Strma stran", ya que el tiempo se nos echaba encima.
Esta ruta nos lleva hasta la localidad de Blejska Dobrava, desde donde un sendero a través del bosque nos devuelve al aparcamiento a través de la parte alta del desfiladero.
El día llegaba a su fin y todavía nos faltaba llegar a Bled y encontrar la casa que iba a ser nuestro alojamiento las dos próximas noches.
Pusimos la dirección en nuestro navegador y partimos inmediatamente hacia Bled.
En una pequeña localidad a las afueras de Bled, Bohinjska Bela, estaba ubicada la casa que nos alojaría. No resultó sencillo encontrarla ya que el acceso era una callejuela bastante estrecha que ya nos dejó entrever que el tamaño de nuestra furgoneta nos iba a dar más de un problema. Teníamos una amplia zona para aparcar frente a casa pero llegar hasta allí resultaba bastante problemático así que descargaríamos todo el equipaje ahora porque seguramente dejaremos la furgoneta aparcada en algún lugar más asequible.

N
os instalamos, no sin antes mantener una agradable charla informativa con nuestro anfitrión que nos sorprendió obsequiándonos con variados productos locales como patatas, huevos, leche, frutas, dulces, etc, etc para nuestro consumo en los próximos días. Un gran detalle por su parte.
Era ya casi la hora de cenar y como no nos apetecía demasiado ponernos a cocinar, decidimos ir hasta Bled para conocer un poco la ciudad y cenar algo por allí.
Dimos una vuelta por los alrededores del lago y sacamos unas fotos al castillo elegantemente iluminado por la noche, antes de acercarnos hasta un restaurante con la intención de cenar. Pero la cena se iba a convertir en una tarea más complicada de lo que pensábamos ya que a pesar de que Bled cuenta con numerosos establecimientos hosteleros, a las 9,30 ya estaban todos completos y no aceptaban más comensales.
Finalmente conseguiríamos una mesa en el Arroi Restaurant&Lounge, un restaurante thailandés donde pudimos comer un plato caliente. En esta animada zona, cerca del casino y del lago, dimos por finalizada la jornada.
Era hora de regresar a casa aunque esta vez dejaremos la furgoneta en la carretera principal, a unos 300 metros de la casa ya que subir por aquellas estrechas callejuelas a estas horas de la noche, no nos parecía una idea demasiado aconsejable.
Mañana intentaremos disfrutar de Bled y su entorno a plena luz del día, sin prisas... 





Ruta de la jornada

 

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