En pleno parque natural de Somiedo, Asturies, se encuentra oculto entre montañas un precioso pueblo que nos puede servir de punto de partida para realizar numerosas rutas a través de las enormes moles calcáreas que caracterizan esta zona.
A pesar de sus reducidas dimensiones,Valle de Lago posee gran diversidad de alojamientos aunque en las fechas con mayor demanda, podemos tener dificultades a la hora de conseguir alguna.
Durante los tres días que duró nuestra estancia en esta pequeña localidad de apenas 100 habitantes, no dejamos de recrearnos con los espléndidos paisajes que continuamente te persiguen allá donde vayas.
El primer día lo dedicamos a recorrer la cómoda distancia que separa el pueblo del cercano Lago de Valle situado a unos 6 kilómetros y que son fácilmente recorribles en dos horas y media.
Algunos carteles nada exentos de humor, nos recordaban que no era conveniente adentrarse en terrenos particulares.
El segundo día, decidimos visitar los lagos de Saliencia a lo largo de un recorrido más exigente que casi llegaba a los 20 kilómetros y contaba con alguna rampa importante pero sin excesivas complicaciones para quien esté acostumbrado a esta clase de rutas.
Por último y como despedida de este bello lugar, hicimos a lomos de nuestras bicicletas de montaña, una visita a la cercana braña de Sousa, un curioso lugar que recoge la historia y tradiciones de la dura vida de los pastores del concejo de Somiedo.
La mayoría de los pueblos poseen alguna, generalmente situada en los puntos más altos y dotados de abundantes pastos y agua para el ganado.
Los pastores suben a ellas en primavera con su ganado y permanecen allí hasta la aparición de las primeras nieves.
Son también típicas, unas rústicas construcciones de piedra con techos de tepes o escoba que daban refugio tanto a pastores como al ganado recién nacido.
Los últimos rayos de sol nos acompañaron durante el retorno mientras un sorprendido zorro emprendía una veloz huída a través de los verdes pastos aledaños al pueblo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario