15 julio 2014

Llegada al Parque Nacional Cahuita ( I ).

Provenientes de Tortuguero, de donde salimos en lancha para posteriormente negociar, ya en tierra, con una furgoneta nuestro traslado a Cahuita, llegamos hasta las puertas del hotel National Park. 
Tras echar un vistazo a las habitaciones, decidimos quedarnos allí a pesar de que no tienen aire acondicionado. 
Luis, un asturiano que hemos conocido en Tortuguero, se unirá temporalmente a nosotros durante su estancia en Cahuita.



Nos encontramos al sur del Caribe costarricense y nos sorprende descubrir un “país diferente”. Las claras influencias afro-caribeñas se dejan sentir con fuerza en la pequeña localidad de Cahuita.
Quizás por ello y por la belleza de sus playas y su parque natural, son muchos los viajeros que se acercan hasta aquí para disfrutar de su relajado ritmo de vida.
Son numerosos los alojamientos de todo tipo que ofrece el pequeño pueblo, aptos para todos los bolsillos y necesidades.
La bonanza de su clima también favorece actividades como el esnórquel, el buceo, el kayak, la pesca y cualquier otra relacionada con el mar.




Son más de las 4 cuando salimos a dar una vueltilla por el pueblo con la intención de comer algo ya que no nos hemos llevado nada a la boca en todo el día. 
Tras una agradable comida y dejándonos llevar por el ritmo caribeño que inunda cada rincón del pequeño pueblo, nos dedicamos a tomar unas cervezas y unos daikiris por los locales de Cahuita. No tardamos en entregarnos por completo al dulce y relajado ritmo de la entrañable villa.
El día siguiente será el elegido para visitar el Parque Cahuita y tras levantarnos a las 7,30, una hora más tarde ya estábamos en la entrada del parque.
El Parque Nacional Cahuita, creado en 1970, no sólo se extiende a lo largo de la zona terrestre de la costa sino que también se adentra en el mar abarcando una amplia zona marina. Un importante y rico arrecife coralino que se extiende frente a Punta Cahuita, alberga una gran variedad de peces así como de moluscos, crustáceos y algas.
Entre la fauna terrestre podemos citar varios tipos de monos, coatíes, mapaches, perezosos, nutrias, etc. Sin embargo, dada su pequeña extensión carece de los grandes mamíferos que abundan en otros parques del país.
Durante nuestro paseo, nos encontramos con un río que se interpone en nuestro camino pero el agua sólo nos cubre por la rodilla.
Mapaches, pizotes, perezosos, monos congo y cariblancos son algunos de los muchos animales que podemos ver en el bosque.
También hacemos una paradita en una pequeña calita donde buceamos con nuestros tubos aunque los corales están bastante castigados.






 
9 kilómetros después y sin reservas de agua desde hace tiempo, llegamos al final del recorrido donde descubrimos unas cabinas con un coqueto bar y agradable música caribeña. Nos miramos unos a otros con la boca reseca y con un único pensamiento: ahí tiene que haber cerveza!!!
Al ritmo de Manu Chao, van cayendo las cervezas una tras otra. Si realmente existe el paraíso, debe ser algo muy parecido a esto. 
Sentados a la sombra de un precioso bosque tropical, escuchando buena música en buena compañía, con cerveza fría y una temperatura perfecta…..qué más se puede pedir???
A las 15,30 decidimos entre risas que o nos vamos ahora o no nos vamos nunca. Las cervezas hacen su efecto y se dejan notar durante el viaje de vuelta en el que la crecida del río a causa de la marea, nos ocasiona algún problemilla inesperado. 
Ahora, el río que hace unas horas cubría unos pocos centímetros, nos cubre casi por completo.
Guardamos toda nuestra ropa en las mochilas, nos colgamos las botas del cuello y con mucho cuidado atravesamos el maldito río.




 
Sobre las 6 de la tarde, bastante cansados, llegamos al hotel. Una ducha rápida, ropa seca y a cenar algo que ya va siendo hora.
Y después de llenar nuestros estómagos, llega la hora de volver a recorrer los locales del pueblo para degustar los típicos daikiris.

Resulta agradable encontrarse y compartir experiencias y daikiris, con otros viajeros con los que hemos coincidido en distintos puntos del país; parece que todos hemos decidido acabar nuestro viaje en las aguas del Caribe…..


2 comentarios:

Tawaki dijo...

¡Qué mejor sitio para terminar un viaje! Tengo reservada Cahuita para cuando por fin tenga tiempo para bucear, aunque me llama la atención eso que dices de que los arrecifes están castigados. El parque, con tantos animales, tiene muy buena pinta.

aitor dijo...

El parque es pequeñito pero muy majo aunque es cierto que el buceo me decepcionó un poco. Es posible que no nos llevaran al mejor sitio y haya otros mejores...