08 marzo 2024

Descubriendo la Transpantaneira. Posada Río Claro.



Hoy disponemos de todo el día para explorar la Transpantaneira, una mítica pista de tierra famosa por el agreste territorio que atraviesa y la rica biodiversidad que alberga.
Habíamos dormido en Poconé, última localidad donde alojarse de forma económica y donde hacer las últimas compras si viajas por tu cuenta. Y es que a partir de aquí, en los próximos 150 kms, no encontrarás más que alguna posada turística hasta llegar a Porto Jofre, donde acaba la pista.

Si has contratado algún tour organizado para conocer esta zona, no deberás preocuparte por nada ya que tendrás todo incluido pero si la vas a explorar por tu cuenta será mejor que hagas una parada en Poconé para comprar todo lo que pienses que vas a necesitar los próximos días. Si vas en tu propio vehículo y piensas hacer muchos kilómetros, intenta solucionar el tema combustible; no hay más gasolineras.
Si no piensas alojarte en algún sitio donde te incluyan todas las comidas, haz buena provisión de víveres.

Nosotros nos alojamos en el hotel Canoas, un alojamiento básico ubicado a las puertas de la Transpantaneira desde donde podríamos explorar dicha pista hasta que mañana nos adentremos hasta el corazón del Pantanal.




Cuando nos despertamos, a primeras horas de la mañana, lo primero que hicimos fue mirar si había parado de llover. Setiembre no se caracteriza por lluvias excesivas pero ayer llegamos a preocuparnos porque si seguía lloviendo así, nuestros planes podrían verse seriamente alterados. No teníamos un coche 4X4 y el barro podría impedirnos llegar hasta Porto Jofre. 
Llevábamos mucho tiempo organizando este viaje y toda la información que habíamos recogido aseguraba que en setiembre no era necesario alquilar un vehículo 4X4 ya que las lluvias no comenzaban hasta octubre-noviembre. Ahora, sobre el terreno, éramos conscientes de que la climatología podía complicarlo todo si seguía lloviendo.

Afortunadamente, el sol comenzaba a iluminar un día totalmente despejado. Todos respiramos aliviados.
Acudimos al comedor para dar buena cuenta de un desayuno, que aunque no era el mejor del viaje, nos sirvió para llenar bien nuestros estómagos. No sabíamos si íbamos a comer algo más a lo largo del día ya que nuestra intención era pasar toda la jornada en la Transpantaneira tratando de descubrir a la fauna más esquiva.

Con la tripa bien llena y las cámaras preparadas, montamos de nuevo en el coche para comenzar otra jornada de saltos y baches.
No tardamos en comprobar que la pista de tierra había absorbido por completo todo el agua caída ayer. Ya nos habían dicho en el hotel que la tierra estaba muy seca y que no pensaban que las lluvias afectaran demasiado al estado de la pista.




Las aves no tardaron en aparecer de nuevo a ambos lados de la transpantaneira. Más adelante encontraríamos reductos de agua infestados de caimanes y no pocas capibaras.
Fuimos recorriendo kilómetros sin demasiada fortuna en lo que a fauna se refiere ya que a excepción de aves, caimanes y capibaras, no logramos descubrir ningún animal más.
El calor comenzaba a apretar y nos temíamos que la actividad de los animales comenzara a disminuir al mismo ritmo.
Estábamos en las cercanías de la Posada Río Claro y pensamos que la visita a una posada típica de la zona podía aportarnos algo nuevo y nos permitiría descansar un poco y tomar algo fresco.
Habíamos recorrido unos 50 kms desde Poconé, un tercio del total de la pista, cuando decidimos hacer un alto en el camino.






Nos acercamos a la posada con la intención de preguntar si había posibilidad de hacer algún recorrido en barca por el río o algún otro tipo de actividad por la zona. De lo contrario, nos tomaríamos algo, descansaríamos un poco y continuaremos nuestro camino.

Un estrecho camino conducía a la Posada Río Claro donde un gran árbol lucía un nido de tuiuiús con varias crías, ya de importante tamaño.
Aparcamos a la entrada de la posada y nos acercamos hasta recepción donde hablamos con los responsables del local.
Unos jardines con comederos para las aves, dotaban al lugar de gran encanto con numerosos loritos y aves de llamativos colores que hacían las delicias de los visitantes.
Nos invitaron a pasar a un gran comedor donde nos ofrecieron café mientras nos explicaban que podíamos hacer un recorrido por el río de varias horas, recorrer los caminos de la propiedad libremente y disfrutar del buffet de la posada por 300 reales, algo más de 50€. 









Todos coincidimos en que se trataba de una buena opción así que nos acercamos hasta el río para dar una vuelta por los terrenos de la posada antes de ir a comer.
Los numerosos pajarillos y paisajes de la posada nos tuvieron entretenidos hasta que acudimos al comedor para disfrutar de un abundante buffet.









Tras la comida, nuestro guía se reunió con nosotros para acompañarnos hasta el embarcadero y embarcar en nuestro bote para recorrer el río Claro.
La excursión no gozó de grandes avistamientos pero resultó amena y entretenida gracias a las habilidades y explicaciones de nuestro guía.
Aunque las aves volvieron a ser las protagonistas de la excursión, también tuvimos oportunidad de ver iguanas, capibaras y monos aulladores además de numerosos caimanes.
Algunos de los momentos estelares tuvieron lugar cuando mientras navegábamos por el río, nuestro guía comenzó a llamar a un tal Felipe. Todos nos mirábamos sorprendidos sin saber a quién llamaba hasta que observamos a un gran caimán que se acercaba a nuestra barca. No podíamos creer que realmente aquel caimán respondía a las llamadas del guía pero cuando éste paró el motor y el animal se detuvo frente a nosotros, fuimos conscientes de que acabábamos de conocer a Felipe.
Cuando nuestro guía ensartó un pescado en una vara y se lo ofreció a Felipe, éste nos deleitó con unos increíbles saltos tratando de hacerse con el pescado.










Pero nuestro guía aún nos tenía reservada otra sorpresa cuando nos mostró sus habilidades para comunicarse con otros animales. Mirando a los árboles comenzó a silbar y hacer unos extraños sonidos que nuevamente nadie sabía a quién iban dirigidos. De pronto algo comenzó a devolverle los mismos sonidos. No tardamos en descubrir al responsable de aquellos sonidos. Una especie de rapaz conocida como  Gavião-belo nos vigilaba desde su atalaya en la rama de un árbol.
Volvimos a detener la barca y el guía comenzó a llenar de aire varios peces con una jeringuilla. Su objetivo era que el pescado flotaría en el agua para que todos disfrutáramos de la rápida reacción del Gavião.
En cuanto lanzó el pez al río, éste se quedó flotando en el agua y el ave se lanzó como un rayo a por él atrapándolo con las garras para desaparecer acto seguido en la espesura de la selva con su botín.
Los gaviaos son abundantes en el Pantanal así que repetimos la operación varias veces pero lo más asombroso era que nuestro guía sabía si el gaviao iba a atrapar la presa o iba a hacer caso omiso, dependiendo de la respuesta sonora de las aves a su llamada.




El resto de la excursión transcurrió entre garzas, aningas, tucanes, iguanas y capibaras mientras atravesábamos zonas del río totalmente cubiertas de vegetación.
Pasamos unas horas muy agradables y entretenidas hasta que volvimos al embarcadero de la Posada Río Claro.




Aún nos quedaban unas horas de luz así que parte del grupo decidimos ir andando hasta la pista principal ya que apenas nos separaban un par de kms.
Un asustadizo agutí se nos cruzó en el camino antes de salir huyendo para esconderse en el bosque.
Ya en el coche, de vuelta al hotel, tuvimos oportunidad de ver varios zorros cangrejeros y una preciosa espátula que se dejó acercar bastante.
No había tiempo para mucho más ya que el sol fue cayendo sobre el horizonte anunciando el final del día.










No teníamos hambre por lo que nos acercamos hasta un supermercado cercano para comprar algo de fruta, llenamos el depósito de gasolina y regresamos al hotel para rehacer las maletas, darnos una buena ducha y descansar antes de afrontar la última etapa de nuestro viaje.
Mañana dejaremos Poconé para adentrarnos en la Transpantaneira.
El objetivo principal del viaje estaba cada vez más cerca. Porto Jofre, el mejor lugar del mundo para ver jaguares, sería el destino final de nuestra siguiente jornada.
Mañana dormiremos allí e intentaremos descubrir al escurridizo gato del Pantanal...


Ruta de la jornada




Video de la jornada




Capítulo anterior: De Corumbá a Poconé.
Capitulo siguiente: Llegada a Porto Jofre

25 febrero 2024

De Corumbá a Poconé, una dura jornada.

 

Nuestro paso por el Pantanal Sur había llegado a su fin. Hoy comienza una dura jornada que terminará mañana en Poconé ( Pantanal Norte ), nuestro destino final. Preferimos no hacer cálculos aunque esperamos estar alrededor del mediodía.
Nos levantamos sin prisas ya que nuestro autobús salía de Campo Grande a la tarde por lo que disponíamos de todo el día para llegar hasta allí.

05 febrero 2024

Corumbá. Brasil



Tras una apacible noche en el hotel Santa Catarina, en el Passo do Lontra,nos dirigimos a su restaurante para dar cuenta de un abundante desayuno antes de recoger nuestro equipaje para partir en dirección a la ciudad fronteriza de Corumbá.

27 enero 2024

Tras las huellas del fantasma del Himalaya.


Mientras ultimaba los preparativos de mi último viaje al Pantanal brasileño, recibí una ambiciosa propuesta para volver a visitar un país asiático que a nadie deja indiferente.
Pero en esta ocasión lo más sorprendente no era el destino sino el objetivo del viaje: encontrar un fantasma.

09 enero 2024

Buscando jaguares en el río Miranda. Pantanal Sur.

 

Era noche cerrada cuando sonó el despertador. El primer intento por conseguir el objetivo principal de nuestro viaje, estaba próximo a producirse.
Teníamos las maletas casi preparadas desde ayer por lo que en pocos minutos estábamos listos para acercarnos hasta el comedor a desayunar y recoger el lunch que nos habían preparado para llevarnos al río.
Teníamos incluido el desayuno y el almuerzo de hoy en la posada pero ayer decidimos que pasaríamos toda la jornada de hoy en el río buscando jaguares.

25 diciembre 2023

Explorando el Pantanal Sur. Sao Joao.



Aún era de noche cuando nos levantamos, dispuestos a explorar los alrededores de la posada.
Tardamos un rato en pasar a desayunar ya que otro maravilloso amanecer en el Pantanal nos obligó a acercarnos hasta las orillas del lago para ver cómo el sol daba vida a un nuevo día.

10 diciembre 2023

Del camping Baía a Sao Joao. Por fin, osos hormigueros.



Un día más amanecemos en el camping Baía. Repetimos el recorrido habitual, acercándonos hasta las orillas del río para ver otro precioso amanecer.
Tras la animada noche de sábado, ahora el campamento permanece en total silencio y tranquilidad aunque algunos pescadores ya están levantados preparando su inminente salida.
Nosotros también proseguimos con nuestra búsqueda del tímido Tamandúa Bandera o lo que es lo mismo, el oso hormiguero gigante.

25 noviembre 2023

Descubriendo el camping Baia





 Aún no había amanecido cuando ya estábamos en pie, ansiosos por ver a plena luz del día el entorno donde nos encontrábamos.
Queríamos aprovechar las primeras horas del día para intentar ver algún animalillo por las cercanías del campamento y por ello, salimos a dar una vuelta mientras rompía el día.
Nada más salir de nuestra casa, un atrevido coatí se acercó a nosotros, seguramente en busca de comida. No mostraba ningún temor por lo que pensamos que estaba muy acostumbrado al contacto con los humanos.
Nos acercamos hasta las orillas del río donde pudimos disfrutar de un precioso amanecer entre los estridentes cantos de unas aves, residentes habituales del campamento, las ruidosas chachalacas.

10 noviembre 2023

Camping Baia, un paraíso escondido.


A las 7 ya estábamos en pie. No se puede decir que estemos repuestos por completo pero hemos descansado bastante bien.
Bajamos a desayunar a las 7,30 a pesar de que habíamos quedado a las 8 pero como ya estamos despiertos, Fran y yo decidimos bajar a desayunar para acercarnos después a la cercana agencia donde recogeremos el coche de alquiler para los próximos 7 días.
El desayuno es abundante y variado por lo que nuestra primera comida del viaje se convierte en una grata experiencia. El hotel Alkimia es muy básico pero ha cumplido bien su cometido. Por unos 80€ hemos dormido y desayunado los cinco!!!

25 octubre 2023

Llegada a Campo Grande. Brasil


N
unca los preparativos de un viaje se dilataron tanto en el tiempo como el del pantanal brasileño.
Allá por finales del 2019 se comenzó a gestionar este viaje que finalmente nos vimos obligados a cancelar.
Con los vuelos internacionales e internos ya reservados, una ruta diseñada y algunos alojamientos apalabrados, todo se fue al traste sin remisión.
Y así fue como esta aventura que acabó antes de comenzar, quedó aparcada por tiempo indefinido hasta que cuatro años después fue recuperada y vuelta a poner en marcha.
Los pilares del viaje permanecían en pie pero había que volver a cuadrar fechas, reservar vuelos y algunos alojamientos.
El Pantanal volvía a convertirse en el destino elegido.