02 julio 2009

NAKURU.EL PARAISO DE LAS AVES


Tras nuestra visita al Masai Mara y después de un último safari al amanecer, partimos rumbo a Nakuru. En aproximadamente 5 horas y tras una breve parada en Naruk para comer, llegamos a la entrada del parque. El día está nublado y no tenemos la mejor luz para las fotografías pero el lugar es un verdadero paraíso sobre todo para los amantes de las aves.



El Parque Nacional Lago Nakuru , se encuentra a unos 157 km de Nairobi en el Valle del Rift. Dentro del parque se encuentra el lago Nakuru, un gran refugio de aves migratorias, particularmente de flamencos. 
La palabra Nakuru significa "polvoriento" en la lengua Maasai. 
El parque cuenta en la actualidad con una extensión aproximada de 188 km² y la superficie del lago varía según las lluvias, entre 5 y 40 km².
Aunque en otros tiempos este lago fue visitado por más de un millón de flamencos, en la actualidad el número ha bajado ostensiblemente.
Otro de los atractivos que nos ofrece este parque es la presencia de las dos especies de rinoceronte que existen en Kenya.
Efectivamente , tanto el rinoceronte blanco como el negro, podrán ser observados con cierta facilidad.
Otros mamíferos como los búfalos, cebras, babuinos, hienas, etc también resultarán fáciles de observar durante nuestro recorrido por el parque.





Apenas entramos, decenas de cigüeñas, tántalos, gaviotas, pelícanos, flamencos y otras muchas especies se agolpan frente a nosotros.
Tras las primeras fotos, continuamos hacia el lago donde se concentran miles de flamencos.
Es una pena que la ausencia de luz evite el maravilloso contraste de su intenso color rosa con el color azul del horizonte.
Pero no sólo vemos aves; algunas hienas comienzan a aparecer en busca de algún flamenco distraído.


También descubrimos dos espectaculares rinocerontes pastando en las inmediaciones antes de acercarse hasta la única fuente de agua dulce que existe en la zona. La ley del más fuerte es la que impera a la hora de beber y tanto los babuinos como las cebras o los búfalos o las mismísimas hienas deberán esperar a que el gran rinoceronte se sacie.
La ansiedad y frustracción de los babuinos al no poder acceder al agua provoca constantes disputas y peleas entre ellos.


Continuamos la visita ascendiendo hasta un mirador que ofrece espléndidas vistas al lago y es el hogar de decenas de babuinos.
Un damán de las rocas, aparece para beber en un pequeño charco formado en una roca, antes de abandonar el lugar para dar una última vuelta por las orillas del lago.
Una vez más, hemos disfrutado a tope en este pequeño parque que ofrece gran variedad de especies y sobre todo , un auténtico espectáculo de color y sonido gracias a los miles de aves que pueblan las orillas del lago y surcan con elegancia los cielos de este bello entorno.




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