Aprovechando nuestra estancia en Ho Chi Min, no dejamos pasar la ocasión de acercarnos hasta el relativamente cercano templo de Cao Dai para posteriormente continuar hacia los famosos túneles de Cuchí antes de iniciar el regreso a Saigón.
En esta ocasión viajamos en un pequeño autobús acompañados por más gente aunque nosotros llevamos a la infatigable Cam Tu como guía en exclusiva.
La inevitable paradita en un taller donde confeccionan cuadros con cáscaras de huevo, nos sirve para estirar las piernas.
La inevitable paradita en un taller donde confeccionan cuadros con cáscaras de huevo, nos sirve para estirar las piernas.
No tardamos en llegar al templo justo antes de que comience la famosa ceremonia de las 12. Los monjes cuidan afanosamente su formación y posición en el templo mientras unos músicos con extraños instrumentos ponen un curioso fondo musical al evento.
El Cao Dai es una religión sincrética o lo que es lo mismo, un intento de aúnar distintas doctrinas, integrando aspectos de otras religiones como la cristiana, el islam, el hinduísmo, el budismo, el taoísmo y el confucionismo, lo que le permite acoger en su seno a cualquier creyente de cualquiera de ellas.
Un triángulo con el ojo de Dios en su interior conforma el símbolo que lo representa y en sus ceremonias nunca faltan las actuaciones de músicos y sus cánticos tradicionales.
El color de los túnicas de los monjes revelan su jerarquía dentro de la institución.
El color de los túnicas de los monjes revelan su jerarquía dentro de la institución.
Se calculan en unos 8.000.000 los adeptos a esta religión en Vietnam mientras que en el resto del mundo se reduce a unas pocas decenas de millares, la mayoría inmigrantes vietnamitas.
Tras la visita, comemos en un pequeño garito a orillas de la carretera. Esta vez Cam To se sienta con nosotros y nos enseña a fabricar una especie de rollitos con el papel de arroz típico de la zona, rellenándolo con carne, verduras y otros ingredientes para posteriormente, mojarlo en la salsa correspondiente.
Tomamos 3 cervezas por la que nos cobran 40.000 dongs.
Tomamos 3 cervezas por la que nos cobran 40.000 dongs.
Continuamos viaje hasta los túneles de Cuchí, donde podemos ver una pequeña muestra de la red de túneles construída por los vietnamitas para sorprender a los soldados americanos durante la guerra de Vietnam.
Se dice que allá por los años 70, existían más de 200 km de galerías a tres niveles diferentes dotadas de cocinas, almacenes, pequeños hospitales, etc. Las salidas eran múltiples pero debido a sus ínfimas dimensiones (30x40cm), muy difíciles de detectar.
Se dice que allá por los años 70, existían más de 200 km de galerías a tres niveles diferentes dotadas de cocinas, almacenes, pequeños hospitales, etc. Las salidas eran múltiples pero debido a sus ínfimas dimensiones (30x40cm), muy difíciles de detectar.
Sus ingeniosas medidas para camuflar las salidas de humos o liberar la tierra excavada con simples palas de mano, provocaron que el ejército americano llegara a construir un campamento sobre las galerías de sus enemigos.
Fueron numerosos los intentos de destrucción de estos pasadizos pero la difilcutad para encontrarlos, la rápida reparación de los mismos por parte de los vietnamitas y las trampas ideadas para acabar con el enemigo, consiguieron hacer de ello una tarea casi imposible. Además, la estrechez por donde se movían los asiáticos resultaba una tarea harto difícil para los más corpulentos soldados americanos.
Fueron numerosos los intentos de destrucción de estos pasadizos pero la difilcutad para encontrarlos, la rápida reparación de los mismos por parte de los vietnamitas y las trampas ideadas para acabar con el enemigo, consiguieron hacer de ello una tarea casi imposible. Además, la estrechez por donde se movían los asiáticos resultaba una tarea harto difícil para los más corpulentos soldados americanos.
La visita comienza con un pequeño documental que te introduce en la historia y funcionamiento de los túneles en plena guerra para posteriormente, ya en el exterior, adentrarnos en la selva y contemplar in situ las entradas a las galerías; un pequeño recorrido por alguna de ellas previamente preparadas para ser visitada más cómodamente por los turistas y la gran variedad de trampas usadas para dar caza al enemigo completan la visita a este curioso lugar que tuvo tan determinante importancia en el desenlace de la guerra.
También existe la posibilidad de hacer prácticas de tiro con armamento de la época aunque yo me incliné por probar algunas variedades de licor de arroz en un lugar cercano.
También existe la posibilidad de hacer prácticas de tiro con armamento de la época aunque yo me incliné por probar algunas variedades de licor de arroz en un lugar cercano.
También llegué a colarme por una de las auténticas entradas a los pasadizos entre una mezcla de angustia y claustrofobia que hizo que saliera inmediatamente sin apenas tiempo para hacerme la foto de rigor. Creo que sería incapaz de recorrer por allí un solo metro.
Una degustación de mandioca y un poco de fruta variada puso fin a la visita antes de emprender el regreso a Hanoi de la que nos separaban unos 70km; el calor comenzaba a apretar….era la hora de descansar un poco.
Por hoy vale de pasadizos inhumanos, trampas mortales y disparos de ametralladoras.....
- Capítulo anterior: Saigón, a caballo entre la tradición y la modernidad.
- Capítulo siguiente: Delta del Mekong.
2 comentarios:
Curioso el templo y sobre todo, muy impactante la visita a los túneles de Cu Chi.
Un saludo
Vietnamitas en Madrid
Foro Vietnam
Para quien esté interesado en el Templo Cao Dai, nosotros tenemos vídeos en HD del templo, la misa, etc...
Un saludo
Vietnamitas en Madrid
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