Muchos son los atractivos que ofrece la Reserva de Masai Mara a todo aquel que se plantea la posibilidad de hacer un safari por tierras africanas.
La amplia y diversa concentracción de animales en sus infinitas llanuras es bien conocida por todo aficionado a los documentales mil veces exhibidos por televisión.
No menos famosa resulta la migración realizada por millones de cebras y ñus provenientes del Serengueti cuando deben atravesar el río Mara en busca de los verdes pastizales de Mara.
Pero más allá de estos datos tan conocidos, quisiera hacer hincapié en otros que quizás muchos de los que tienen previsto una visita al país kenyata y andan barajando los parques a visitar durante su estancia, no conocen tan profundamente.
En mi opinión, es éste un parque de visita obligada y el más emblemático del país.
Su ubicación a una altitud de más de 1.500m, determina que sus temperaturas sean mucho más agradables que otras zonas y parques en los que sufriremos de forma mucho más severa los efectos del calor. También las lluvias serán mucho más generosas en Mara, manteniéndose con distinta intensidad, entre noviembre y junio lo que ocasiona el verde paisaje de praderas que ofrece abundante pasto a los millones de hervíboros que pueblan este territorio.
Recorrer estas vastas llanuras salpicadas de colinas y solitarias acacias que muchas veces hacen el papel de paraguas protectores para muchos animales, provocan sensaciones difíciles de describir para alguien no acostumbrado a hacerlo habitualmente.
Adentrarte en el corazón del parque, puede suponer la ausencia total de signos humanos durante muchos kilómetros durante los que no verás otra cosa más allá de un sobrecogedor paisaje que tus ojos no alcanzarán a abarcar y la abundante fauna que lo puebla.
En las zonas castigadas por el fuego se podrán observar abundantes restos de blanquecinos huesos que revelan la crudeza de la vida salvaje en su cotidiana lucha entre la vida y la muerte y que el fuego parece haberse empeñado en hacerlo visible a nuestros ojos privando a estos esqueletos de ocultarse en paz entre la abundante y verde vegetación que domina la zona.
Adentrarte en el corazón del parque, puede suponer la ausencia total de signos humanos durante muchos kilómetros durante los que no verás otra cosa más allá de un sobrecogedor paisaje que tus ojos no alcanzarán a abarcar y la abundante fauna que lo puebla.
En las zonas castigadas por el fuego se podrán observar abundantes restos de blanquecinos huesos que revelan la crudeza de la vida salvaje en su cotidiana lucha entre la vida y la muerte y que el fuego parece haberse empeñado en hacerlo visible a nuestros ojos privando a estos esqueletos de ocultarse en paz entre la abundante y verde vegetación que domina la zona.
El río Mara cruza el parque de norte a sur a modo de arteria principal, dotando a los animales de una importante fuente de abastecimiento fundamental para su subsistencia a la vez que densos bosques ribereños se alinean a lo largo de su curso. Sus aguas seguirán su ruta hacia el oeste atravesando el contiguo parque tanzano de Serengueti hasta llegar al lago Victoria.
Además de ser un parque excepcional para la observación de fauna y posiblemente el mejor en cuanto a las posibilidades de encontrar a los esquivos felinos como el leopardo y el guepardo, quisiera destacar el inmenso valor paisajístico del parque en sí mismo con las características acacias de la sabana africana tan bien representada en la mayor parte del Masai Mara.
El parque ofrece todo tipo de alojamiento desde básicos campamentos en estricto contacto con la Naturaleza (quizás demasiado para algunos) hasta lujosos lodges donde no faltará ninguna de las comodidades a las que estamos actualmente habituados en nuestro país de origen.
Dependerá de cada persona decantarse por la posibilidad de convivir con los masais en un rudimentario campamento y escuchar cada noche desde tu saco los rugidos de algún león cercano o las escalofríantes risas de algún grupo de hienas o mejor dormir en una cómoda cama con sábanas limpias tras un chapuzón en la piscina de algún lodge en plena sabana africana.
Ambas experiencias pueden resultar inolvidables.
4 comentarios:
Hola Aitor!
Felicidades por este post. Me parece bastante original la descripción de las emociones que puede sentir el viajero en este paraiso natural keniata.
El prox. mes parten unos compañeros del trabajo 20 días al Masai Mara. Sólo este parque. La verdad es que van a ver de todo. Además van a montar las bases para construir un hospital. Ya tienen los permisos y todo. Va a ser un magnífico viaje.
Abrazos.
Qué tal Antonio!!
Acabo de volver de mis vacaciones por China.
Al final te has quedado sin viaje este año?
Vaya suerte la de tus compañeros! 20 días en Mara dan para mucho. Yo estoy loco por volver.....sin lugar a dudas,Africa es mi continente.
Si además colaboras con fines solidarios,doblemente satisfactorio.
Un abrazo,compañero.
Bienvenido Aitor!
Vaya viajes que te habrás marcado! China! Ya nos contarás. Espero impaciente tus entradas.
Así es, nos quedamos sin viaje este año. A ver qué ocurre el próximo año, que lo veo también complicado, aunque habíamos pensado ir a tu tierra o incluso a Asturias en "plan tranqui" y sustituir la mochila con las cacerolas y sacos de dormir por la de un pequeñín/a.
Un abrazo!
Creo que es una mierda pinchada en un palo!!!!!!
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