El secretario (Sagittarius serpentarius) es una especie de ave Falconiforme de la familia Sagittariidae, la única de la familia y del género Sagittarius.
Dicen de él que quien los ve una vez, no los olvidará nunca. Y es que este fantástico pájaro no tiene semejante entre los de su especie. Ave de gran envergadura, es la única ave de rapiña que tiene un par de patas tan largas como si de una grulla se tratara.
Su característica cresta de largas plumas negras le confiere un aspecto singular. Son precisamente estas plumas las causantes de su peculiar nombre; allá por el siglo XIX, secretarias británicas llevaban enganchadas en su pelo las plumas que utilizaban para escribir. El supuesto parecido que tenían estas secretarias con sus plumas y las crestas de los pájaros, llevaron a denominarles con el mismo nombre.
Otra teoría se inclina por considerar que su nombre proviene de una mala traducción francesa de su nombre árabe saqr-et-tair (ave cazadora).
El pájaro secretario también denominado serpentario o sagitario llega a medir hasta 1,50 metros de longitud y habita las sabanas del Africa tropical y austral.
El pájaro secretario también denominado serpentario o sagitario llega a medir hasta 1,50 metros de longitud y habita las sabanas del Africa tropical y austral.
Se alimenta de anfibios y reptiles principalmente y es habitual observarles rastrillando el terreno con sus fuertes garras en busca de alimento.
Nidifica en los árboles y su puesta se suele componer de dos o tres huevos de color blanco azulado.
Durante nuestro paso por países como Sudáfrica, Botswana y Namibia, no tuvimos oportunidad de admirar de cerca esta fantástica ave y apenas la distinguimos en la lejanía, en pleno vuelo y de forma aislada.
Posteriormente, en nuestro recorrido por los parque keniatas, nos deleitamos en repetidas ocasiones mientras nos acercábamos a escasos metros de algunos ejemplares principalmente en los parques de Masai Mara y el Tsavo.
A pesar de no ser un ave demasiado confíada, en ocasiones nos permitió el acercamiento, momentos que aprovechamos para inmortalizarle eternamente en nuestras fotografías y sobre todo entre nuestros recuerdos.
Durante nuestro paso por países como Sudáfrica, Botswana y Namibia, no tuvimos oportunidad de admirar de cerca esta fantástica ave y apenas la distinguimos en la lejanía, en pleno vuelo y de forma aislada.
Posteriormente, en nuestro recorrido por los parque keniatas, nos deleitamos en repetidas ocasiones mientras nos acercábamos a escasos metros de algunos ejemplares principalmente en los parques de Masai Mara y el Tsavo.
A pesar de no ser un ave demasiado confíada, en ocasiones nos permitió el acercamiento, momentos que aprovechamos para inmortalizarle eternamente en nuestras fotografías y sobre todo entre nuestros recuerdos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario