18 diciembre 2010

CHENGDU 成都 (I)


Llegamos a Chengdu en avión desde Xian. Hemos tardado poco más de una hora tras despegar sobre las 8 de la mañana.
Hemos quedado para que nos vengan a recoger en una furgoneta y al salir no vemos a nadie con nuestros nombres pero no tarda en aparecer.


Son poco más de las 10 cuando llegamos al hostel Sim´s Cozy. Es un lugar curioso con una especie de jardines interiores y un pequeño riachuelo que conforman un pequeño oasis en medio de la ciudad; el ambiente es mochilero y se nota bastante actividad con muchos carteles que anuncian información variada de la zona y gente buscando compañeros de viaje.


 

Las dos habitaciones, una doble y otra triple nos cuestan 680Y por dos noches. También nos cobran 70Y por el pick up desde el aeropuerto.
Nos tomamos el día con relativo relax ya que nos hemos levantado a las 5 y nos encontramos bastante cansados por el viaje. Decidimos comer allí mismo y resulta todo un acierto por lo agradable del lugar, la exquisita comida y la cercanía a nuestra habitación que nos facilita una reparadora siesta con el estómago bien repleto.
Descansamos un rato hasta que por la tarde nos acercamos andando hasta el Templo de Wenshu, un lugar que nos sorprende por sus serenas y cuidades calles y nos permite disfrutar de la paz que rodea la zona, algo que agradecemos enormemente. 




No en vano, los habitantes de Chengdu (成都) capital de la provincia de Sichuan, tienen fama de tener una alta calidad de vida, de saber vivirla y todo ello a pesar de encontrarse en una ciudad de unos diez millones de seres humanos.
El encuentro con este templo budista, el mejor conservado de la ciudad, supuso para nosotros un remanso de paz que contrastaba agradablemente con el bullicio y ruido de las grandes urbes visitadas hasta el momento. Sus jardines, su silencio y la gente que acudía al lugar para practicar tai chi o rezar sus oraciones, nos aportaron un sosiego que comenzábamos a necesitar. El complejo goza de unos 200 edificios y cerca de 400 estatuas de buda. 




De vuelta al hostal y con las pilas bien cargadas, nos encontramos con un restaurante en el que pudimos degustar por primera vez, una deliciosa carne a la plancha lo que supuso un excelente broche de oro a la jornada. Una última cerveza en la agradable terraza del albergue y a dormir.

El último día en Chengdu, tras la visita al centro de recuperación de osos pandas, nos dirigimos en autobús hasta el mercado de Qingshiqiao, uno de esos lugares que no dejan indiferente a nadie. Las carnes, verduras, frutas, pescados y todo tipo de animales y plantas tienen su rinconcito donde son exhibidos y puestos a la venta; no resultará difícil encontrar ranas, caracolas, tortugas, cocodrilos, serpientes……….




Tras el entretenido y concienzudo recorrido por todos los puestos, salimos al exterior buscando un sitio para rellenar nuestros ya vacíos estómagos y cual fue nuestra sorpresa cuando encontramos un puesto callejero donde vendían muchos de los productos que habáimos visto anteriormente en el mercado. Sin saber muy bien cómo nos los iban a preparar, pedimos una especie de pulpo, unos langostinos y algo que no sabíamos lo que era aunque parecían unos extraños cangrejos. Los prepararon a la plancha acompañados de verduras y no dejamos ni rastro de lo que nos sirvieron. La cuenta ascendió a 100 yuanes para los 5.


Con la tripa ya más calmada, nos propusimos encontrar el cercano mercado de las mascotas y una vez en él, lo que más nos llamó la atención fueron las numerosas tiendas repletas de peceras que albergaban gran número de peces multicolores. Entrar a cualquiera de estas tiendas se asemejaba a la visita de un interesante acuario que sorprendía por la gran variedad de especies que se podían encontrar en su interior.


 



Para finalizar el día, nos acercamos hasta un templo tibetano que a pesar de contar con bonitos rincones, se encontraba atiborrado de turistas y plagado de tiendas y restaurantes por lo que tras un pequeño recorrido, nos volvimos al hostel donde comeríamos algo, antes de que una furgoneta nos acercara hasta el aeropuerto donde tomaremos un avión que nos llevará hasta Guilin



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