05 enero 2013

Perito Moreno. Minitrekking,Big Ice y pasarelas.


Durante el día de hoy visitaremos uno de los lugares que más expectativas ha levantado entre el grupo. No sólo veremos el grandioso fenómeno natural que representa el Perito Moreno sino que esperamos poder pisar y recorrer una pequeña parte de su helado suelo.

Con un frente de 5 kilómetros y una altura media de más de 60 metros, esta gigantesca masa helada desciende hasta alcanzar el Lago Argentino convirtiéndose en un espectáculo inolvidable. 
Se encuentra a unos 80 km de Calafate y está ubicada dentro del Parque Nacional de los Glaciares creado en 1937; posteriormente fue declarado Patrimonio Natural de la Humanidad en 1981. 
No es el Perito Moreno el único glaciar de este parque que se extiende a lo largo de unas 724000 hectáreas sino que alberga más de 350 glaciares en su interior.

A las 7 estábamos ya en pie listos para desayunar y salir rumbo al puerto Bajo de las Sombras donde comenzará el minitrekking sobre el Perito
Pretendemos llegar al parque antes de que lo hagan los autobuses repletos de turistas para poder disfrutar del espectáculo en soledad y silencio.
Una vez listos, tomamos la carretera que nos lleva hasta el parque pero nuestro coche no tarda en comenzar a fallar cuando piso el acelerador a fondo. Afortunadamente parece que según se va calentando el problema se va solucionando.

Al llegar al parque pagamos los 100$ por persona que cuesta la entrada y comenzamos a ver los primeros fragmentos de hielo flotando en el lago. 
Cuando llegamos al primer mirador desde donde se ve el Perito a lo lejos, la visión nos deja enmudecidos. 
Como pretendíamos desde que partimos de nuestro hostel, hemos conseguido anticiparnos a los demás visitantes y estamos sólos!!! 
En total silencio nos recreamos con un paisaje singular y merecedor de los mejores calificativos que nos puedan venir a la mente.
Nuestra siguiente parada tiene lugar en el puerto Bajo las Sombras, donde debemos esperar al resto de pasajeros para embarcar y cruzar el Lago Rico mientras admiramos la majestuosa pared sur del glaciar.


 












 

Al llegar a la otra orilla, proveerán de guantes a todo aquel que no los lleve así cómo la oportunidad de dejar en un local todo aquello que no vaya a sernos necesario durante la ruta. 
Tras atravesar un bosque de lengas y ñires, llegamos a una zona donde nos colocarán los grampones imprescindibles para caminar por el hielo. Es conveniente llevar un calzado adecuado para acoplarlos.



Es hora de comenzar la caminata a través de una infinita pista helada durante la que deberemos seguir cuidadosamente las instrucciones de nuestro guía y no podremos distraernos un solo segundo para evitar percances desagradables. 
Siguiendo estas mínimas precauciones, es un recorrido asequible a todo tipo de personas. 




Las sensaciones allí vividas serán difíciles de explicar….azules de mil tonalidades, lagos escondidos de colores increíbles y esas inmensas grietas en la masa helada que amenazan con devorarte, quedarán grabadas en tu mente para el resto de tus días. 


   

Mientras tanto, otro de los integrantes del grupo se atrevió con un recorrido más largo, el llamado "Big Ice", una caminata de unas 5 horas que exije unas condiciones físicas mínimas aunque el guía se adaptará al ritmo de los menos preparados. En esta ocasión, nuestro compañero nos comenta que llevaron un ritmo importante que les permitió adentrarse bastante en el glaciar.



Tras la experiencia,llega la hora de reponer fuerzas y comer los bocadillos que hemos llevado hasta allí. 
Un atrevido chimango se apresura a devorar las migajas que se nos caen al suelo antes de que partamos hacia las pasarelas donde finalizaremos nuestra visita al Perito.
Pero el percance del día estaba próximo a suceder muy a nuestro pesar. 



Nuestro coche, tras varios “estrincones” se fue a parar en medio de una cerrada curva cuando estábamos a punto de llegar a nuestro destino. 
Por suerte, un autobús que bajaba pudo esquivarnos y tuvimos tiempo suficiente para dejar caer el coche hacia atrás y ponernos a salvo en un lugar seguro. 
Nuestras caras eran un poema. 
Tras varios intentos fallidos tratando de arrancar de nuevo el coche, decidimos llamar a la agencia para que nos trajeran otro vehículo con la máxima urgencia posible.
Mientras esperábamos, continuamos intentando arrancar el coche hasta que en uno de esos intentos lo conseguimos y llegamos hasta las pasarelas que se encontraban apenas a un km.  



Una vez más, la visión desde allí resultaba sobrecogedora. 
El nuevo coche no tardó en llegar y pudimos permanecer en las pasarelas durante horas hasta que nos quedamos nuevamente sólos disfrutando con total plenitud de aquella belleza natural. 




Los derrumbes con sus atronadores sonidos, las distintas tonalidades del hielo dependiendo de la luz del momento y sobre todo, la posibilidad de escuchar en medio del silencio, el constante crepitar del hielo en su continuo avance hacia el lago, constituyen uno de esos momentos imposibles de olvidar.



   
Aconsejaría fervientemente, alquilar un coche o un taxi que te permita permanecer en el lugar cuando los autobuses hayan abandonado el lugar. 
Disfrutar del espectáculo en silencio y soledad, merece sin duda la pena.
Pero el Perito no quería despedirse de nosotros sin mostrarnos uno de sus atractivos más preciados y en medio de un atronador estallido, nos regaló un gran derrumbe que dio paso al silencio más absoluto.

Volvemos hacia Calafate borrachos de satisfacción. Durante el camino de vuelta vemos pájaros carpinteros, conejos y una mofeta que rápidamente desaparece en la cuneta.
Llegamos a la ciudad ya de noche con el tiempo justo para cenar antes de irnos a descansar. 
Teníamos elegido el restaurante desde ayer ya que sus atractivos asados nos cautivaron a través de sus cristaleras. Se trata del restaurante Estilo Campo que ofrece un bufet libre con platos variados además del asado a base de cordero y vaca. 
La rica y abundante cena regada con dos botellas de vino y sabrosos postres, nos salió por 700$,los seis. 
Es hora de ir a la cama a descansar y meditar sobre las maravillas vividas en el día de hoy.
Sin duda, un gran día. 



1 comentario:

Antonio Ruiz dijo...

Como dices, sin duda un buen día, a pesar de los contratiempos por la rotura (o mejor dicho, roturas) del dichoso coche.

Es como dices, todo un placer estar delante del Perito sin turistas. Nosotros alquilamos un coche y subimos tanto a primera hora del día como al final de la tarde y nos encontramos también sólos. Fue una experiencia grandiosa y para repetir, y eso que no era yo muy partidario de visitar un trozo gigante de hielo. Me equivoqué, fue de los mejores destinos de mi viaje patagónico y uno de los mejores momentos de fuertes emociones de mi vida.

Bueno, amigo, me largo a la cama que es tarde. Me has atrapado con tus relatos y debo descansar, puesto que en unos minutos u horas escucharé algún aullido cercano que tendré que atender.

Un abrazo.