Playa Coco
Tras recoger las mochilas en nuestro alojamiento de Playa Coco, comenzamos nuestro recorrido hacia el sur durante el que atravesamos numerosas playas y zonas costeras.
Algunas de las playas que visitamos fueron las siguientes:
- Ocotal, una pequeña cala de arena negra rodeada de vegetación y aguas cristalinas, adecuada para el snorkelling.
- Conchal, una larga playa muy bonita de arena blanca y aguas claras.
- Tamarindo, una playa larguísima con bastantes olas y con claros tintes turísticos; ideal para el surf.
- Junquillal, una larga playa bastante recóndita con bastante oleaje y que esconde numerosos alojamientos con encanto.
- Lagarto, una playa recóndita con bastantes rocas y que al menos cuando nosotros la visitamos, no parecía contar apenas con infraestructura turística.
Playa Ocotal
Playa Conchal
Playa Tamarindo
Tanto los monos aulladores como sus gritos, se convirtieron en compañeros habituales de viaje y ahora nos reíamos recordando los momentos de angustia que nos hicieron pasar la primera vez que los oímos en el volcán Arenal.
Entre risas y paradas para disfrutar de los bosques tropicales que atravesábamos continuamente llegó de nuevo, el momento de las dudas y los temores….
Un río que bajaba crecido y con fuerza, se apareció de pronto ante nosotros. Y lo peor era que ese río cruzaba la carretera que nos llevaba a Ostional.
Llevábamos muchos kms sin cruzarnos con ningún coche y debíamos tomar una decisión totalmente personal: o nos atrevíamos a cruzar el río o cambiábamos nuestros planes…
Terrible dilema.
Estábamos parados al borde del río sopesando las posibilidades de atravesarlo sin riesgo y sin llegar a ninguna conclusión clara cuando de pronto, milagrosamente, llegó una furgoneta con gente local a bordo.
Ellos tampoco lo veían claro pero un chico no dudó en quitarse los pantalones y cruzar el río provisto de una vara que utilizaba para calcular la profundidad en cada tramo.
Finalmente se decidieron a cruzar y cuando lo consiguieron, nos animaron a hacerlo tras ellos.
Sin tenerlo muy claro y tras unos segundos angustiosos e interminables, alcanzamos la otra orilla.
El río tendría una anchura no superior a los 20 metros pero para nosotros fue como cruzar el Amazonas; entró agua al interior pero afortunadamente no tuvimos más contratiempos.
Cuando poco después, llegamos a Ostional, tuvimos la sensación de estar en algún punto perdido del planeta sin apenas signos de vida humana; y desde luego, no era extraño!!
Todo se reducía a una sodita, una pulpería (sitio donde se vende de todo) y cuatro casas, nada más.
Sólo a nosotros se nos podía haber ocurrido llegar hasta aquí para……..VER TORTUGAS!!!
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2 comentarios:
Menudo marrón que entrara agua en el coche... Pero seguro que luego mereció la pena! Un saludo!
Bueno, no fue para tanto...
Un poquito de agua para refrescar los pies tampoco nos vino mal.
Como bien dices, la visita a Ostional y sus miles de tortugas mereció la pena.
Un saludo!!
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