Nos levantamos sobre las 7 para desayunar a las 7,30 y salir a las 8 pero nos retrasamos un poco debido a que pedimos una factura detallada de cada habitación con la intención de reclamárselas a Air France, a la vuelta.
Y ya he comentado que estas cosas van despacio en Mumbai...
Hoy volaremos a Cochín para desplazarnos desde allí a Munnar pero nuestro vuelo sale a las 13 horas así que tenemos tiempo para dar una pequeña vuelta por la zona norte de Mumbai donde se encuentra el aeropuerto.
A pesar de que está lloviendo, salimos en dirección a la Playa de Juhú, posiblemente la más popular de la ciudad.
El día está muy gris y pese a que es domingo, no invita demasiado a acercarse a la playa pero al llegar allí, nos sorprende la gran cantidad de gente que pasea por la orilla e incluso se meten al agua, eso sí, totalmente vestidos.
Resulta muy curioso ver cómo posan solemnemente para sacarse fotos a la orilla del mar.
Por supuesto, no nos libramos de posar con muchos de ellos para que nos inmortalizaran con la cámara de sus móviles.
Permanecemos un buen rato paseando por la arena disfrutando de las curiosas situaciones que se producen a cada paso hasta que los negros nubarrones que han cubierto completamente el cielo, comienzan a descargar sobre nosotros.
Ayer ya tuvimos ocasión de comprobar que en Mumbai cuando llueve.....llueve de verdad, así que toca correr para intentar llegar a nuestra furgoneta lo antes posible.
Una vez reunidos todos de nuevo en el interior del vehículo, hacemos un recorrido por la zona pero esta vez en coche. Teníamos previsto visitar el cercano templo de Isckon pero cuando nuestro conductor miró su reloj pensó que era arriesgado parar allí porque todavía quedaba un buen trecho hasta el aeropuerto y no quería arriesgarse a que perdiéramos nuestro vuelo.
Pasamos por delante del templo sin parar y nos llevó también a una mansión donde vivía una afamada estrella de Bollywood pero siempre sin dejarnos bajar del vehículo. Seguramente pensaba que así tenía todo más controlado porque si paraba, cada uno tiraba hacia un lado y el control se le escapaba de sus manos.
Para satisfacción de nuestro conductor llegamos al aeropuerto sin incidencias.
Quisiera aprovechar la ocasión para comentar algunos temas a tener en cuenta cuando vayamos a los aeropuertos indios:
- Es conveniente llevar a mano la reserva de los billetes imprimida o fácilmente accesible en un móvil o tableta ya que es frecuente que la policía te los pida para acceder al interior del aeropuerto.
- Otro asunto importante, que de momento sólo me ha pasado en India, es la obligatoriedad de llevar encima la tarjeta de crédito con la que has hecho la reserva de los billetes ya que suelen pedirla al facturar. Ojo con dejársela en casa o hacer la reserva con una tarjeta cuyo titular no esté presente. En este último caso es aconsejable llevar una autorización firmada por el titular.
Una vez en el interior del aeropuerto y ya tras facturar, leemos en algunas pantallas informativas que hoy los vuelos domésticos están sujetos a un nivel de seguridad 3. Quizás por ello a un componente del grupo le paran al pasar su equipaje por el scanner porque han visto un mechero. Hasta 3 veces pasan la mochila por el scanner hasta que lo localizan y se lo retiran; sin embargo le dejan pasar una botella de agua de litro y medio...
A las 13,15 despegamos para llegar dos horas después al aeropuerto de Cochín, oficialmente Kochi.
Recogemos nuestro equipaje y salimos al exterior donde nuestro nuevo conductor nos espera con el cartelito de rigor.
Tras las oportunas presentaciones, Kisen nos invita a montar en la nueva y reluciente furgoneta para salir hacia Munnar sin más dilaciones.
A pesar de que tan sólo nos separan unos 120 kms, calcula que tardaremos unas 4 horas.
No hacemos más paradas que las que nos obliga el denso tráfico que abarrota la estrecha carretera de montaña que hemos tomado. Es increible que puedan pasar dos autobuses o camiones a la vez por una carretera tan estrecha. En numerosas ocasiones estos vehículos pesados se ven obligados a parar para avanzar centímetro a centímetro hasta conseguir evitar y dejar atrás al que viene frontalmente; entre ellos no queda ni un centímetro de espacio, es increible que pasen.
Por ello es fácil imaginar que las caravanas que se forman sean impresionantes.
Estamos subiendo bastante a través de una carretera que atraviesa una verde y frondosa vegetación salpicada de unas caídas de agua espectaculares. Nos hubiera gustado hacer alguna parada para admirar con más calma aquellos impresionantes paisajes pero la estrechez de aquella carretera atestada de vehículos, hacía imposible esa posibilidad.
Finalmente, tal como había vaticinado Kisen, tardamos unas 4 horas en llegar a nuestro hotel.
Dejamos atrás la pequeña población de Munnar y subimos a través de una carretera más estrecha aún, hasta nuestro hotel. Las últimas rampas, ya de noche cerrada, amenazaban con obligarnos a bajar del coche dada su dureza.
El Deshadan Mountain Resort se halla en lo alto de un promontorio y promete unas excelentes vistas cuando amanezca.
El personal es muy amable y nos llevan unos deliciosos tés a la habitación mientras ellos se encargan de los trámites de entrada. También nos aconsejan que vayamos pidiendo la cena porque tardan unos 45 minutos en prepararla.
Desde nuestra habitación escuchamos música india a todo gas, parece que hay alguna fiesta.
Tras acomodarnos en las habitaciones y pedir la cena, salimos a explorar el resort. Hay una especie de cobertizo con un enorme equipo de música y con un lugar habilitado en el suelo donde han hecho un pequeño fuego.
Probamos a conectar nuestro móvil al amplificador y descubrimos que podemos oir nuestra música a través de los gigantescos altavoces. No está mal poder cambiar el tipo de música un ratillo.
Lo cierto es que el fuego le da ambientillo al lugar y estamos muy agusto allí hasta que nos vienen a avisar para que subamos a cenar.
La temperatura ha bajado ostensiblemente y hay que abrigarse para llevar mejor los escasos 10 grados que hay en el exterior.
La cena será a base de platos locales, la mayoría muy picantes pero a algunos integrantes del grupo no les importa. Otros lo llevamos como podemos...
Es hora de retirarse, mañana hemos quedado a las 8,30 para desayunar y salir a las 9 a recorrer los alrededores. Tengo ganas de que amanezca para asomarme a la ventana de mi habitación y ver el paisaje que nos rodea....
Nuestro recorrido hoy ha sido el siguiente:
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