29 mayo 2022

Parque Nacional de los Lagos de Plitvice y Trogir. Croacia.

 

Hoy nos pegaremos el mayor madrugón del viaje ya que queremos visitar el Parque de Plitvice tratando de evitar las grandes aglomeraciones, al menos durante las primeras horas de la mañana.
Nos encontramos frente a uno de los destinos turísticos más visitados de Croacia y sabemos que en ocasiones se encuentra demasiado masificado así que toca madrugar....
Era de noche cuando sonaron los despertadores. Entre bostezos y caras desencajadas, nos fuimos acercando a la cocina para desayunar algo antes de comenzar la jornada.
Tras el silencioso desayuno, preparamos las maletas para cargarlas en la furgoneta ya que tras la visita al parque, nos desplazaríamos hasta Split donde habíamos reservado una casa para pasar esa noche.
El termómetro marcaba un grado y las campas se adivinaban blancas en la oscuridad de la noche cuando montamos todos en la furgoneta. Menos de 10 minutos nos separaban del parking de la entrada-2 del parque pero cuando llegamos, las primeras luces del día comenzaban a tomar protagonismo.
Tras aparcar, nos preparamos para la caminata y nos informamos in situ de las opciones existentes para realizar la visita al parque.
Plitvice nos esperaba..... 
 
En el capítulo anterior ya intenté explicar la mejor manera de visitar este parque así que no me extenderé más sobre este tema y pasaré a contar nuestra experiencia personal a lo largo de nuestra visita.
En Setiembre no encontramos problemas para aparcar en la entrada-2 del parque a primeras horas de la mañana así que una vez resuelto el tema de aparcamiento, nos pusimos calzado adecuado y nos forramos de capas de abrigo para irnos quitándolas a medida que avance el día. Hacía bastante frío pero los pronósticos decían que la temperatura iría subiendo progresivamente.
Nos acercamos a las taquillas y sacamos la entrada correspondiente para comenzar la visita. Hemos decidido hacer el recorrido H.
 
PROGRAMA H
  • Duración: 4 - 6 horas
  • Longitud del sendero - 8 900 m
Comienza en la entrada sur del Parque ("Entrada 2"). Después de un breve paseo, le espera un viaje panorámico en tren. El recorrido continúa con un paseo por los "Lagos superiores", un paseo en bote eléctrico por el lago "Kozjak", un paseo por el cañón "Lagos inferiores", todo el camino hasta la "Gran cascada", un paseo por el lado este del cañón y otro paseo en el tren panorámico. Este programa circular permite disfrutar de la belleza de toda la zona lacustre del Parque.
 
 


 
Comenzamos atravesando un bosque para llegar a una estrecha carretera desde donde partía un pequeño trenecito que, a través de una densa vegetación, nos dejó en un punto desde donde comenzaríamos a patear. Nos encontrábamos en los denominados lagos superiores.
Apenas había gente a esas horas y el paseo, bordeando un lago de aguas transparentes y reflejos increibles, se convirtió en un apacible y relajante recorrido durante el que el único sonido que escuchamos, era el trino de los pajarillos que acompañaban nuestros pasos.
 





 

M
ás adelante, las primeras cascadas comenzaron a dejarse ver, mientras los peces nadaban relajadamente en grandes pozas de aguas turquesas. Cascadas que se deslizaban entre rocas tapizadas de musgos y helechos, espectaculares pozas de colores increibles y reflejos que parecían provenir más de un espejo que de la superficie de un lago, nos acompañaron durante mucho tiempo para deleite de nuestros sentidos.
 




 

Más adelante llegó la hora de hacer un pequeño recorrido en barco eléctrico a través del lago "Kozjak", hasta llegar a una zona habilitada con baños y un restaurante donde hicimos una breve parada para tomar algo y reponer fuerzas.
Nos quedaban por recorrer los lagos inferiores donde los rápidos, las pequeñas caídas de agua, los caminos esculpidos en la roca y los puentes, tomaron protagonismo hasta llegar a la Gran Cascada que en estas fechas, apenas contaba con agua.
 





 

En este punto ya se dejaba notar la masificación. Era casi mediodía, el sol ya calentaba y la gente comenzaba a abarrotar el parque.
Decidimos que era hora de ir acabando la visita pero antes subiríamos a la ladera que teníamos en frente, desde la que se adivinaban unas buenas vistas.
Así lo hicimos y tras las fotos de rigor desde la privilegiada atalaya, comenzamos un sendero que discurría entre el bosque y que nos llevaría hasta el punto donde de nuevo el trenecito nos devolvería al punto de partida. Aquello se estaba llenando de gente así que aprovechamos las mesas que había en el punto desde donde salía el tren, para tomarnos unas cervezas y comer unos bocadillos que traíamos preparados en la mochila. De esta manera, una vez que lleguemos al coche, saldríamos directamente hacia nuestro próximo objetivo: Trogir.Nos separaban de allí, unos 230 kms y 2, 30 horas de viaje.
 



 



TROGIR

Aunque nuestro destino final de la jornada era Split, teníamos apuntado en nuestra agenda una diminuta isla croata que no nos pudimos resistir a visitar. Todavía nos quedaban horas de luz para disfrutar de este enclave, en la actualidad unida al continente a través de un puente, rodeada por murallas, calles adoquinadas y repleta de historia, además de una bulliciosa vida social.
El recorrido por la costa nos regaló preciosas vistas al mar y a los pequeños pueblos que lo rodean.
Una vez llegamos a las cercanías de Trogir, mientras descendíamos a la ciudad, ya  pudimos apreciar su belleza desde la serpenteante carretera que nos conducía hasta allí.
 



 

Como tantos otros puntos que hemos visitado a lo largo de la costa croata, la historia de Trogir pasa por numerosas manos. Fundada por los griegos en el siglo III A.C, fueron numerosos los pueblos que dominaron este enclave durante más o menos tiempo. Romanos, eslavos, sarracenos, venecianos, austrohúngaros, italianos o yugoslavos, etc, etc, pasaron por aquí dejando su impronta en el camino.
Imponentes edificios renacentistas y barrocos se esconden en sus intrincadas callejuelas adoquinadas, repletas de encantadores rincones donde evadirte y relajarte mientras te tomas una cerveza y ves el devenir de la gente empeñada en descubrir cada rincón de la ciudad.
Declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1997, se trata de una isla de apenas 1 km²,  considerada la ciudad medieval más antigua del Adriático.

Algunos de los puntos más interesantes para visitar son:
  • las antiguas puertas de acceso
La Puerta Sur, en el lado que da a la isla de Čiovo, data del siglo XVI. La Puerta Norte, a la que se llega nada más atravesar el puente que une el casco histórico con el continente, fue construida en el siglo XVII
  • Museo de la ciudad
nada más cruzar la Puerta Norte.
Este museo se ubica en el Palacio Garagnin-Fanfogna (Palača Garagnin-Fanfogna), construido en el siglo XVIII.
  • El Castillo de Kamerlengo
La Fortaleza del Camarlengo (Kaštel Kamerlengo) fue construida en el siglo XV, después de que los venecianos conquistaran la ciudad, en la parte suroeste del casco histórico.
Es posible subir a la parte superior, desde la que se tienen unas espléndidas vistas.
  • La Catedral de San Lorenzo
(Sveti Lovro) data del siglo XIII y es el monumento más importante de Trogir.
  • La Plaza San Pablo II
Se trata (Trg Ivana Pavla II) de la principal plaza de Trogir.
  • Palacio Ducal
Ubicado en la Plaza de Juan Pablo II, el Palacio Ducal o Palacio de los Rectores cuenta con una fachada de estilo renacentista y un patio interior de estilo gótico. Fue reconvertido en Ayuntamiento a finales del siglo XIX.
  • La Torre de San Marcos (Kula Sv.Marka) del siglo XV, se encuentra ubicada al noroeste del casco histórico.
  • Los Palacios Ćipiko, el grande y el pequeño (Velika i mala palača Ćipiko), fueron construidos en el siglo XV por una influente familia de Trogir: los Ćipiko.
  • El Monasterio de San Nicolás (Samostan Svetog Nikole), fue fundado en 1064 y ha estado habitado por las monjas benedictinas desde entonces.
 
Fortaleza del Camarlengo

Catedral de San Lorenzo


Monasterio de San Nicolás

 

Personalmente prefiero perderme entre las callejuelas de estas preciosas poblaciones y vivir plenamente su activa vida social, que dedicar el tiempo a visitar detenidamente monumentos y edificaciones pero entiendo perfectamente que los aficionados al arte, la historia y las piedras en general, dediquen buena parte de su tiempo a visitarlos. Por eso, acostumbro a señalar los puntos más emblemáticos de las ciudades que visito.
Pero en fin, yo que no soy demasiado aficionado a las piedras, aunque evidentemente he visto edificaciones y construcciones espectaculares que me han dejado con la boca abierta, me dediqué durante horas a perderme por sus estrechas callejuelas, tomarme una cerveza en algún relajado y escondido rincón y disfrutar con el bello atardecer que nos regaló la jornada cuando el sol se escondió tras el castillo de Kamerlengo.
Mi paso por Trogir supuso una agradable y relajante experiencia por ser una de las poblaciones más bonitas de Croacia, bajo mi humilde punto de vista.
 










El atardecer puso punto final a nuestro paseo por Trogir antes de dirigirnos a Split donde dormiremos esta noche. Tan sólo 30 kms nos separaban de Split.
Llevábamos marcado nuestro alojamiento en el GPS pero una vez más, las estrechas callejas tan habituales en la costa croata, nos iban a causar más de un problema ya que el volumen de nuestra furgoneta apenas nos permitía pasar por donde nos mandaba el navegador.
Finalmente, tras dar varias vueltas infructuosas ya que fuimos incapaces de dar con la calle deseada, optamos por aparcar y llamar al propietario de la casa para que nos llevara hasta allí.
Cuando llegó, montó en el vehículo y nos llevó, no hasta la casa, ya que era imposible llegar en coche hasta ella sino al punto más cercano donde paramos para descargar rápidamente el equipaje y llevarlo hasta casa mientras otros se fueron hasta un aparcamiento de pago donde poder dejar la furgoneta. Aparcar en estos lugares no está resultando nada fácil...

Al de un rato, ya todos reunidos en casa, nos acomodamos en las habitaciones y preguntamos a nuestro anfitrión un sitio cercano para cenar algo y un mapa de la zona que nos permitiera ubicarnos.
Una larga charla nos sirvió para aclararnos muchas dudas y salir sin más pérdida de tiempo hacia un bonito restaurante donde dimos buena cuenta de pizzas, pescados locales y platos típicos de la zona.
No había tiempo para más. Estábamos cansados y teníamos ganas de irnos a descansar. 
Mañana dedicaremos unas horas a Split....
 



 


 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Ruta de la jornada 
 
 
 
 
Capítulo anterior: Guía para visitar Plitvice
Capítulo siguiente: Split. Traslado a Korcula.

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