A menudo comento con mis amigos y conocidos, lo mucho que ha cambiado en apenas unas décadas, la forma de preparar un viaje hacia territorios más o menos desconocidos.
Basta retroceder 20 años para darte cuenta de ello, cuando armado de un buen mapa y en el mejor de los casos de alguna guía de la zona, trazabas la mejor ruta posible para llegar a tu destino sin excesivos problemas y sin tener muy claro lo que te ibas a encontrar. No hablo ya de viajes de largas distancias sino de un paseo por la Europa más cercana o incluso por la península ibérica.
Hoy en día, con la ventana al mundo que representa Internet, todo ha cambiado de forma radical.
Hoy en día, con la ventana al mundo que representa Internet, todo ha cambiado de forma radical.
Y si traigo todo esto a colación es porque todavía recuerdo la forma en que descubrimos el destino del que hablaremos a continuación.