Una de las más afamadas zonas comerciales de Beijing se concentra a lo largo de la calle Wangfujing (王府井).
Aquí se vende de todo, ropa, calzado, relojes, reliquias, oro, plata, diamantes, arte, etc, etc, a través de grandes y elegantes centros comerciales que se alinean en una zona a la que muchos comparan con “la gallina de los huevos de oro”.
Esta calle que ha sufrido uno de los cambios más vertiginosos de la capital, mantiene sus locales abiertos desde la mañana hasta la noche y se dice que reciben hasta un millón de visitas diarias, tanto locales como extranjeras. Tampoco faltarán junto a los más prestigiosos restaurantes de pato laqueado, los omnipresentes McDonald y típicos locales de comida rápida.
Pero además de sus modernos y relevantes comercios y locales, otro de los principales atractivos es su Mercado Nocturno, un lugar que los visitantes foráneos difícilmente se resistirán a recorrer para admirar sus sorprendentes puestos de comida con los más exóticos bocados que sólo los más osados se atreverán a hincarles el diente. Escorpiones, serpientes, estrellas y caballitos de mar, orugas, escarabajos y otros “bichitos” difíciles de describir, se muestran en sus escaparates dispuestos a ser asados para el primer estómago atrevido.
Lo exótico del espectáculo atrae a millares de curiosos visitantes aunque realmente pocos son los que prueban este tipo de brochetas y mucho menos los chinos. Toda una lección de marketing que se aprovecha de las grandes masas que acuden para mirar y finalmente acaban degustando otro tipo de brochetas a base de pollo, cerdo, calamares, cangrejos y otras exquisiteces menos extravagantes pero bastante más sabrosas.
Y todo esto,a tan sólo 10 minutos andando de la Plaza Tiananmen, también accesible en metro con su propia parada “Wangfujing” en la línea 1.
Posiblemente para algunos no deje de ser una “turistada” pero a mi juicio, su bullicio y gran ambiente bien merece una visita.
Y por supuesto no descarteís llenar el estómago cuando descubraís algunas de sus brochetas más tradicionales.
Y ya que hablamos de zonas comerciales, no podemos pasar por alto el mítico Mercado de la Seda, punto de visita obligada tanto para los amantes de las compras como para los que quieran aprovechar su paso por Beijing para hacer acopio de todo tipo de material de montaña, camisetas, calzado, pantalones, cazadoras, abrigos, bolsos, mochilas, etc, etc.
Para llegar hasta allí, el metro es una excelente opción ya que te deja en pleno mercado si te bajas en la estación de Yonganli en la linea 1.
Y todo esto,a tan sólo 10 minutos andando de la Plaza Tiananmen, también accesible en metro con su propia parada “Wangfujing” en la línea 1.
Posiblemente para algunos no deje de ser una “turistada” pero a mi juicio, su bullicio y gran ambiente bien merece una visita.
Y por supuesto no descarteís llenar el estómago cuando descubraís algunas de sus brochetas más tradicionales.
Y ya que hablamos de zonas comerciales, no podemos pasar por alto el mítico Mercado de la Seda, punto de visita obligada tanto para los amantes de las compras como para los que quieran aprovechar su paso por Beijing para hacer acopio de todo tipo de material de montaña, camisetas, calzado, pantalones, cazadoras, abrigos, bolsos, mochilas, etc, etc.
Para llegar hasta allí, el metro es una excelente opción ya que te deja en pleno mercado si te bajas en la estación de Yonganli en la linea 1.
Una vez allí prepárate a sudar de lo lindo mientras practicas el insufrible ejercicio del regateo fente a unas experimentadas profesionales que en muchas ocasiones acabarán con tu paciencia. Tengo que reconocer que las técnicas tan agresivas de venta me agobian bastante pero una vez concienciado para la batalla y siempre teniendo muy claro que TODOS los productos son imitaciones,se logran excelentes compras.
En lo que se refiere al material textil que compramos, todos quedamos plenamente satisfechos ya que a pesar de ser falsificaciones la relación calidad/precio es fantástica; otro capítulo aparte es el tema de la electrónica cuya experiencia resultó mucho más negativa aunque tampoco nos pilló por sorpresa.
El tema de los relojes es otra locura y en los alrededores del Mercado, ya en la calle, nos vendieron auténticas preciosidades por 1 ó 2 euros. Es conveniente fijarse que funcionen, probar a manejar la cebolleta y comprobar que la tapa esté bien fijada; pasados estos requisitos, todos los relojes que compramos funcionan perfectamente a día de hoy.
Pudimos comprobar que la mejor hora para hacer compras es al atardecer ya que las vendedoras parecen estar ya más cansadas y el regateo se hace más llevadero; aún así, no esperes tregua y es conveniente saber que cuando estés ya agotado, sentarte a tomar algo en el interior o alrededores del centro te supondrá pagar las consumiciones a precio más que europeo. Mejor alejarse de allí si no quieres pagar la primada.
Una vez terminada la ardua batalla y con tu botín a cuestas, lo mejor es buscar un taxi que te lleve a tu hotel, darte una relajante ducha y tumbarte un rato para recuperar las energías perdidas.
Seguro que aún te esperan numerosas batallas más a lo largo del viaje.
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7 comentarios:
Hola Aitor!
Bueno, pues ya vas calentando el ambiente. Se nota que has disfrutado muchísimo en Pekín, y de momento sin bichitos. Ya me darás una sorpresa tal vez redactando próximas entradas chinas.
Y de material óptico tipo prismáticos u objetivos para cámaras, buscaste algo?
Abrazos.
Que tal Antonio!!
Tengo que felicitarte ya? Espero que sí y que todo haya ido bien..
Bueno pues voy metiendo cosas de China poco a poco. Ha sido un viaje más urbanita que los que suelo hacer habitualmente pero todos tienen su encanto.
Respecto al material fotográfico,no he mirado mucho pero allí lo barato son las falsificaciones; aunque están bastante bien hechas,en estos temas creo que no son muy fíables y en las tiendas oficiales los precios son europeos.
El misterio son los precios que ves en internet desde China pero que luego allí.....no lo encuentras.Al menos,yo.
Un abrazo y enhorabuena para tus chic@s.
Hola Aitor!
Así es. Ya está aquí el cachorrito! Ha sido un machote de 3650 kg. (no quisimos saber su sexo, al estilo antiguo). Muy guapo, tal vez lo veo así porque soy el padre, jeje!
Pues eso mismo digo yo, dónde se esconden esas tiendas de eBay...
Un abrazo!
Que viaje más estupendo! Seguid disfrutando y contando las aventuras en el blog, saludos!
Pues lo dicho Antonio,muchas felicidades (felicita a tu chica también). Ahora a preparar biberones y cambiar pañales.....y vacaciones tranquilitas...ja,ja
Gracias por tu comentario Peluche,me alegro de que te guste nuestro viaje.
Un saludo.
No es cierto que haya ni serpientes, ni escarabajos ni hormigas, nada exótico. Tal vez la forma que eles dan para cocinarlos les hagan creer eso. Pero recorrí toda las grandes ciudades de China que tienen algo interesante para el turista e inclusive pueblitos en la cima de las montañas y nadie me ofreció ningún bicho exótico. Salvo que llamen asi al cangrejo, pero existe en todos lados. No es novedad. Coman tranquilos.
Hola Gloria,
te aseguro que yo comí serpiente y no estaba nada mala.
Y también te aseguro que en la calle Wangfujing, en Bejing, se podían probar exquisiteces como estrellas de mar, escorpiones, orugas, escarabajos y otros muchos bichitos.
No sé si en la actualidad se seguirán ofreciendo o no pero cuando yo estuve, como puedes ver en las fotos, así era.
Un saludo y gracias por tu visita.
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