Nuestro primer safari tiene lugar la misma tarde de nuestra llegada y lo compartimos con una madura pareja norteamericana que esta mañana había realizado su primera incursión en el parque, durante la que no lograron el objetivo perseguido: el avistamiento de un tigre.
En el jeep vamos los cuatro, el conductor y un ranger que se montará con nosotros a la entrada del parque.
El camino discurre entre empinadas colinas, bosques de sal y praderas abiertas que permiten una gran visibilidad.
A pesar de todo ello, la fauna que podemos observar se limita a las mismas especies de los días pasados: macacos, langures, antílopes varios, algún jabalí y numerosas aves.
El camino discurre entre empinadas colinas, bosques de sal y praderas abiertas que permiten una gran visibilidad.
A pesar de todo ello, la fauna que podemos observar se limita a las mismas especies de los días pasados: macacos, langures, antílopes varios, algún jabalí y numerosas aves.
Recorremos bastantes kilómetros hasta llegar a una zona donde se concentran varios jeeps parados que nos confirman la presencia de varios tigres que a nuestra llegada se encuentran escondidos entre la vegetación. Aguardamos durante un buen rato pero la fortuna en esta ocasión no está de nuestro lado y decidimos abandonar el lugar sin conseguir ver al tan anhelado como esquivo felino.
Finalizado nuestro primer safari nos tendremos que conformar con las cervecitas de rigor en el pueblo antes de ir a cenar al hotel. Todo parece indicar que tampoco será tan sencillo ver tigres en este parque.
Hoy comienza un nuevo día y a las 5,30, nos despiertan con un desayuno ligero servido en nuestra habitación antes de salir nuevamente de safari. Vamos los mismos que ayer pero se nos suma otra pareja austriaca. En la entrada se acumulan los vehículos a la espera de que les sea asignada la ruta correspondiente, momento en el que se abren las puertas.
Nuevamente comenzamos a ver las especies habituales hasta llegar al punto donde ayer habían visto tres tigres. Una vez más, los jeeps se amontonan ya que los tigres merodean por la zona pero hemos vuelto a llegar tarde. Varios elefantes entran a la jungla tratando de localizar a los felinos pero nos indican que están durmiendo y no se les va a molestar.
Hasta hace bien poco, en este parque se permitía el “Tiger show” que consistía en la posibilidad de montar en un elefante que te acercaba hasta donde se encontraban los tigres previo pago de una cantidad y respetando rigurosamente el orden de llegada de los turistas. Durante unos minutos, permanecías a pocos metros de los tigres y te devolvían a tu vehículo para recoger a los siguientes afortunados. Esta práctica ha sido prohibida por considerar que se molesta excesivamente a los felinos.
Nuestro guía nos dice que en la zona del parque en la que nos encontramos, hay 22 tigres pero no parecen muy dispuestos a dejarse ver. Vamos realizando paradas para fotografíar las especies que van apareciendo a nuestro paso cuando en una de ellas, me fijo que los integrantes de un jeep cercano al nuestro, tienen clavada su mirada al otro lado del río. Nuestro guía también se percata de ello y no tarda en indicarnos excitadamente que tenemos un tigre a la vista.
Allí está, al otro lado del río, un poco lejos pero majestuoso. Es un animal increible, no cabe duda. Con nuestro zoom a tope, comenzamos a sacarle fotos y para nuestro alborozo observamos nerviosamente que se dispone a cruzar el río para dirigirse directamente hacia donde nos encontramos. Es
fantástico, viene hacia los jeeps y parece querer dejar bien claro quién
es el que manda allí. Un empleado del parque que pasaba en bicicleta, se
monta en el otro jeep de un salto para ponerse a salvo; yo no sé que
será de esta gente cuando tengan estos encuentros y no haya disponible
un vehículo donde guarecerse.
Este encuentro resulta espectacular e íntimo ya que sólo estamos nosotros y otro jeep. El tigre cruza el río, atraviesa tranquilamente la pista frente a nosotros y se interna de nuevo en la jungla para seguir su camino oculto entre la vegetación. Indescriptible!!
La pareja americana que viaja con nosotros no puede disimular su alegría ante el que supone su primer contacto con el tigre.
Volvemos felices al hotel y tras un bañito en la piscina y una agradable comida, volvemos nerviosos a montar en nuestro jeep para comenzar el segundo safari del día.
Viajamos los mismos e intuyo que la pareja austriaca ha hablado con el guía para prometerle una propina si vemos a la familia de tigres que tanto se nos está resistiendo. Pronto nos percatamos de que hoy apenas hacemos paradas y nos dirigimos directamente al "punto caliente" por donde se mueven una pareja adulta y su cría.
No tardamos en llegar cuando una vez más, el lugar se encuentra lleno de jeeps. Pero esta vez les pillamos, allí están los tres tigres jugando en un charco haciendo las delicias de las decenas de personas que allí nos congregamos.
Nuestro conductor pugna duramente por hacerse con el mejor sitio para poder inmortalizar el momento con nuestras cámaras que no paran de disparar frenéticamente. Fantásticos y excitantes minutos!!
Viajamos los mismos e intuyo que la pareja austriaca ha hablado con el guía para prometerle una propina si vemos a la familia de tigres que tanto se nos está resistiendo. Pronto nos percatamos de que hoy apenas hacemos paradas y nos dirigimos directamente al "punto caliente" por donde se mueven una pareja adulta y su cría.
No tardamos en llegar cuando una vez más, el lugar se encuentra lleno de jeeps. Pero esta vez les pillamos, allí están los tres tigres jugando en un charco haciendo las delicias de las decenas de personas que allí nos congregamos.
Nuestro conductor pugna duramente por hacerse con el mejor sitio para poder inmortalizar el momento con nuestras cámaras que no paran de disparar frenéticamente. Fantásticos y excitantes minutos!!
Pero no serán éstos los únicos tigres que veremos esta tarde ya que, de vuelta al hotel, aún nos toparemos con otros dos tigres que se cruzan en nuestro camino, aumentando nuestro entusiasmo hasta límites impensados.
Al salir del parque colaboramos en la propina a nuestro guía y conductor; hay que reconocer que se la han ganado a pulso.
Durante la jornada de hoy, hemos visto nada más y nada menos que 6 tigres!!
Tras la cena, un empleado del hotel se queda charlando con nosotros, transmitiéndonos su preocupación por sus puestos de trabajo ya que acusan al gobierno de no querer que los turistas visiten el parque; les acusan de subir el precio de las entradas al parque, los safaris y la prohibición del “Tiger Show” que según ellos, enfadan al turista y provoca que disminuyan los visitantes y en consecuencia, los ingresos por turismo. Eterno dilema………
Aún nos queda otra jornada completa de safari para el día siguiente durante la que volveremos a ver la familia de tres tigres tanto a la mañana como a la tarde, más otro ejemplar con el que nos topamos muy cerca de la entrada, en total otros 7 avistamientos de tigre. También tenemos oportunidad de observar una nueva especie de antílope, el chusinga, y un buen grupo de murciélagos.
Mañana abandonamos el parque con la satisfacción de haber contemplado un total de 13 tigres además de la variada fauna que habita el parque.
Pero aún nos aguardaba una última sorpresa cuando paseando ya de noche por la carretera que atraviesa el pueblo, nos aseguran que un tigre acaba de cruzarla apenas a unos metros de donde nos encontramos.
Nos miramos al unísono con una sonrisa de fascinación, y en silencio nos damos la vuelta para alejarnos de allí en busca de la seguridad y el confort de nuestro hotel.
Quién nos lo iba a decir…… casi nos topamos con "el gran gato", paseando por el pueblo!!!
Quién nos lo iba a decir…… casi nos topamos con "el gran gato", paseando por el pueblo!!!
- Capítulo anterior: Parque Nacional de Bandhavgarh.INDIA
- Capítulo siguiente: Parque Nacional de Kanha. INDIA
3 comentarios:
Qué emocionante! Dime qué tipo de zoom llevabais?
Hola crucerín,la verdad es que es bastante emocionante toparte con uno de estos imponentes animales.
En cuanto a nuestras cámaras,son unas humildes compactas con un zoom óptico de 18x y 20x que acusan bastante la falta de luz. No se necesitan grandes zooms ya que,para que te hagas una idea,los llegas a tener tan cerca como a los leones en Africa.
Imponían los grandes equipos que llevaba mucha gente,muchos de ellos profesionales de la fotografía.
Saludos
Hola muchacho!!! Aquí ando leyéndome y releyéndome tus fantásticos artículos indios porque... en mes y medio tiro pallá!
Un abrazote.
Publicar un comentario