RETRATOS DEL MUNDO: La costa namibia.

Mientras desayunamos unos huevos con bacon, tostadas, café y zumos, decidimos que la mejor opción para los próximos 5 días, será alquilar un 4X4 que nos permita explorar todo tipo de terrenos. Dicho y hecho, salimos hacia una oficina de Avis cercana donde nos dicen que sólo tienen un vehículo y no estará disponible hasta dentro de dos horas. No es de los baratos y nos costará 950 DN/día más otros 50 si lo dejamos en Windhoek.

Tenemos que hacer algunas gestiones y no disponemos de tiempo para buscar algo más barato así que quedamos dentro de dos horas para recoger nuestro coche.

Aprovechamos este tiempo para sacar dinero, cambiar las pulas botswanas por dólares namibios, descargar nuestras saturadas tarjetas fotográficas……resulta gracioso recordar ahora, las fantásticas tarjetas de 256 ó 512 Mb que llevábamos en aquellos años y que valían una pasta.
A la hora de recoger el coche tuvimos que rellenar más papeles que para cobrar una herencia pero finalmente salimos de allí con nuestro flamante todoterreno. Cargamos nuestro equipaje y tomamos rumbo a la colonia de leones marinos de Cape Cross.

Al salir de la ciudad, advertimos la dura pugna que mantiene la carretera con el desierto para no ser devorada por éste. La arena se convierte pronto en la protagonista del paisaje.

Tras la visita a Cape Cross, nos dirigimos a Hentie Bays donde habíamos planificado dormir pero como es pronto y la ciudad no nos transmite demasiado, proseguimos camino hacia Walvis Bay.

En la bahía observamos un grupo de flamencos alimentándose en el agua.

Buscando un sitio para dormir, acabamos en chalets Lagoon. Apenas hay nadie y nos dejan una especie de bungalow de dos pisos con 5 camas, cocina, baño y tv por 300DN (menos de 40€ al cambio). Un auténtico chollo!!
Ya es de noche, así que cenaremos en el restaurante del complejo. Somos los únicos clientes del local y ya que estamos en la costa, aprovechamos para cambiar la dieta y probar los deliciosos productos del cercano océano atlántico.
Es hora de dormir.

A las 8,30 ya estamos explorando los alrededores que nos permiten observar un montón de flamencos y distintas especies de acuáticas antes de partir rumbo a Sesriem desde donde accederemos al parque de dunas de Sussosvlei.

La carretera asfaltada no tarda en abandonarnos para dejar paso a una pista de grava y arena, más peligrosa de lo que parece a primera vista.
Hemos salido bien abrigados debido al frío pero una vez atravesada la franja costera, la temperatura ha subido más de 20ºC, lo que nos obliga a parar para quitarnos de encima toda la ropa de abrigo.
Los paisajes cambian bruscamente sin cesar para deleite de nuestros sentidos mientras nos acercamos inexorablemente al Trópico de Capricornio.

Ya estamos cerca de nuestro próximo destino: hoy dormiremos a los pies de las dunas de Sossusvlei.