30 agosto 2020

Libélulas y caballitos del diablo.


Con motivo del peculiar año que nos está tocando vivir y una vez descartada toda posibilidad de viajar a destinos lejanos, no queda más remedio que buscar alternativas que nos permitan disfrutar de nuestro tiempo de ocio, de la mejor manera posible.

Durante estos meses, mis desplazamientos se han visto reducidos ostensiblemente. De la misma forma, la Naturaleza y la fauna salvaje, que ocupan un lugar privilegiado a la hora de elegir mis destinos, también se han visto inevitablemente afectados.
Pero todo ello no quiere decir que renuncie a la búsqueda de lugares donde pueda disfrutar de todos estos placeres, aunque la relativa cercanía a casa implique que ni los paisajes ni la fauna con la que me topo, me resulten demasiado desconocidos.
Debo reconocer también que las fotos y videos que me envían mis amigos "bicheros", me mantienen entretenido y con la ilusión de compartir aventuras a la mayor brevedad posible.

Este año las obligaciones laborales me han impedido acudir a la cita osera asturiana pero los videos conseguidos por mis amigos a través de sus telescopios, me hacen rememorar momentos inolvidables vividos con ellos en directo, años atrás.
 

 
De la misma forma, las preciosas fotos que me acaba de mandar mi buen amigo Leo, me han animado a explorar un poco un mundo que me resulta tan desconocido como fascinante: el de los Odonatos.
 
 
libélulas y caballitos del diablo
Mis primeros recuerdos de libélulas y caballitos del diablo se remontan a mi primera infancia cuando las veía revolotear alrededor de los estanques próximos a mi casa.   
Sus erráticos vuelos, sus brillantes alas y sus eléctricos colores, provocaban en mí una fascinación tan sólo frenada por las oscuras leyendas que los rodeaban. 
Y es que recuerdo como si fuera hoy, la tajante aseveración de un amigo de aquella época que aseguraba que aquellos seres voladores podían sacarte los ojos. No en vano, aseguraba que eran conocidos con el nombre de "sacaojos". 
Tenía entonces 5 ó 6 años y aquella amenaza provocó que durante días, huyera de aquellos infernales seres cada vez que se me aproximaban.

Afortunadamente aquello no duró mucho y pronto me hicieron entender que no había nada que temer de aquellas curiosas criaturas pero investigando un poco, he descubierto que estos inofensivos insectos acumulan a sus espaldas numerosos mitos y leyendas.
Como curiosidad, paso a ennumerar algunas de ellas que me han llamado particularmente la atención.

Entre las leyendas malditas destacaría aquellas que aseguran ser capaces de producir fuertes picaduras a los humanos, de poderles coser ojos, bocas y orejas, de ser enviadas desde el infierno por el mismísimo diablo, de obligar a la amputación del miembro donde te piquen para evitar la muerte, de tratarse de brujas que vivían en el bosque...

En Oriente, las leyendas son en su mayoría mucho más benévolas y aseguran que estos inocentes insectos eran capaces de curar las mordeduras de serpiente, en Japón son admirados y respetados hasta el punto de que los samurais los consideran símbolos de poder, agilidad y victoria, en China los asocian con prosperidad, armonía y buena suerte además de ser utilizadas en la fabricación de pócimas afrodisíacas, en los pueblos americanos son un signo de felicidad, velocidad y pureza, en Tahití aseguran que actúan de intermediarios entre los humanos y los dioses y espíritus, los hindúes dicen que el alma de una persona muerta se transforma en libélula, hasta que ésta se reencarna de nuevo en humano....
No se puede negar que toda la mitología que gira en torno a estos simpáticos bichejos, les confiere un carácter casi mágico a lo largo de todo el planeta.
 
Otra particularidad que desconocía era la de que entre las libélulas, o mejor dicho lo que yo entendía por libélulas, existe otro grupo conocido como "caballitos del diablo".
Su principal diferencia reside en que estos últimos pliegan sus alas juntas, cercanas al cuerpo, cuando se encuentran en reposo mientras que las libélulas en reposo, mantienen las alas perpendiculares a su cuerpo. 
A pesar de que existen otras muchas diferencias, ésta es la más representativa y la que nos ayudará a distinguir ambos grupos.
 
Habitan las zonas cercanas a los humedales y se alimentan de mosquitos, moscas, abejas y otros insectos por lo que gozan de gran importancia a la hora de controlar sus poblaciones.
Su ciclo vital se mueve entre los seis meses y los siete años dependiendo de cada especie.  
El ciclo comienza cuando las hembras ponen sus huevos cerca o incluso dentro del agua. Al eclosionar, las ninfas comienzan su vida acuática, medio en el que se van desarrollando alimentándose de pequeños invertebrados y algún que otro vertebrado como renacuajos y pequeños peces. Algunas ninfas incluso tienen la capacidad de cazar en tierra. 
La mayor parte de su vida la pasan en el agua hasta que están preparadas para su metamorfosis, momento en el que ascienden al exterior por alguna planta o caña para transformarse en las libélulas que todos conocemos.

Tras esta pequeña reseña sobre estos curiosos seres voladores, que sólo pretende servir de somera información a los neófitos como yo, paso a mostraros las fotos que me ha enviado mi amigo Leo, así como una pequeña descripción de cada especie.

 

erythromma lindenii

Erythromma lindenii macho

 
Erythromma lindenii macho

Se trata de un caballito del diablo bastante común en el sur y oeste de Europa. 
De tamaño medio, cuenta con una longitud de 30-36 mm. y una envergadura entre alas de unos 20 mm.
El macho tiene la parte superior de los ojos de color negro, con manchas azules . Su cuerpo es negro en la parte superior y azul en los costados.
La hembra suele ser amarillenta o azulada, con los ojos amarillentos y el abdomen más grueso.
Se pueden ver entre febrero y octubre aunque se muestran más activos entre mayo y setiembre.


Trithemis annulata
 
Trithemis annulata macho

Trithemis annulata inmaduro

Trithemis annulata hembra

Trithemis annulata hembra


Se trata de una libélula que habita en la mayor parte de África, en el Medio Oriente, en la Península Arábiga y en el sur de Europa.
De tamaño medio, cuenta con una longitud de 32-38 mm. y una envergadura entre alas de entre 20-35 mm.
El macho tiene la cara y los ojos de color rojo intenso, al igual que el cuerpo. 
La hembra tiene la parte superior de los ojos rojiza o amarronada y la inferior gris azulada. Su cuerpo es pálido con tonos marrones.
Se pueden ver desde abril hasta diciembre aunque más frecuentemente de junio a septiembre.

 

Paragomphus genei

Paragomphus genei

Paragomphus genei

Se trata de una libélula que habita en la mayor parte de África y en el sur de la Península ibérica, en Europa.
Cuenta con una longitud de 37-50 mm. y una envergadura entre alas de 21-26 mm.
El macho tiene los ojos de color verdoso en su parte superior y gris-azulado en la inferior. El cuerpo varía entre verdes y amarillos con bandas marrones. 
La hembra es muy similar al macho, con el abdomen más grueso.
Se pueden ver desde junio hasta agosto.
 

 

Sympetrum fonscolombii

Sympetrum fonscolombii inmaduro

Sympetrum fonscolombii

Sympetrum fonscolombii

Se trata de una libélula que habita en la mayor parte de África, Madagascar incluida, en Oriente Próximo, en el sur de Asia y en Europa, donde es una especie estacional frecuente en la península ibérica.
Cuenta con una longitud de 33-40 mm. y una envergadura entre alas de entre 26-31 mm.
El macho tiene la cara roja, los ojos rojos por la parte superior y gris azulado por la inferior. Su cuerpo es rojizo. 
La hembra es de color amarillento.
Se pueden ver durante todo el año en algunos lugares de la península aunque es más frecuente entre junio y octubre.
 

 

Crocothemis erythraea

Crocothemis erythraea macho inmaduro

Se trata de una libélula muy común en todo África, en Asia occidental hasta el sur de China y en el sur de Europa.
Cuenta con una longitud de 36-45 mm. y una envergadura entre alas de entre 23-33 mm.
El macho tiene la cara, los ojos, el cuerpo y las patas  de color rojo. 
La hembra comparte fisionomía con el macho pero no el color ya que ésta es de color muy pálido.
Se pueden ver durante todo el año en algunos lugares de la península aunque es mucho más frecuente entre junio y setiembre.

 

Orthetrum cancellatum

Orthetrum cancellatum macho

Orthetrum cancellatum macho

 
Se trata de una libélula muy común en toda Europa exceptuando el norte de Gran Bretaña y Escandinavia, habitando también el norte de Africa y en Asia hasta el norte de la India y zonas de Mongolia y China.
Cuenta con una longitud de 44-50 mm. y una envergadura entre alas de entre 35-41 mm.
El macho tiene los ojos azul verdosos y el cuerpo marrón azulado. 
La hembra tiene los ojos marrones y el cuerpo amarillo con bandas negras aunque las más maduras pueden ser oscuras.
Se pueden ver desde marzo a octubre aunque es mucho más frecuente entre mayo y agosto.

 

Trithemis kirbyi

Trithemis kirbyi macho

 
Se trata de una libélula que se encuentra en Africa, el sur de Asia y el sur de Europa.
Cuenta con una longitud de 30-34 mm. y una envergadura entre alas de entre 23-29 mm.
El macho tiene la cara y la parte superior de los ojos de color rojo al igual que el cuerpo y las patas. 
La hembra tiene la parte superior de los ojos rojizos y el cuerpo pálido con bandas marrones.
Lo normal es verla desde mayo a octubre, aunque es más abundante desde junio hasta septiembre.

 

Orthetrum chrysostigma

Orthetrum chrysostigma

 
Se trata de una libélula que se encuentra en toda África, en el sur de la península ibérica, Canarias, la costa de Turquía y las Islas Griegas.
Cuenta con una longitud de 39-48 mm. y una envergadura entre alas de entre 27-32 mm.
El macho tiene la cara blanquecina azulada y los ojos azules. Su cuerpo es de color azulado.
La hembra es de color amarillento-marrón.
Lo normal es verla desde mayo a octubre, aunque es más abundante desde junio hasta septiembre. 
 
 
Sin lugar a dudas a partir de ahora, estas "hadas voladoras" atraerán mi curiosidad de una forma muy diferente, cuando con sus vuelos caprichosos se crucen en mis habituales paseos por sus dominios......


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