10 agosto 2020

Viajar en tiempos de Covid ( I ). Getaria.



Por fin llega el mes de Junio, cuando la denominada desescalada o nueva normalidad nos permitirá al menos, salir de casa. Creo que nadie tiene claro lo que todo ésto significa realmente y si se prolongará por mucho tiempo pero lo único cierto es que en las próximas semanas nos permitirán salir más allá de nuestro propio municipio y eso ahora mismo significa mucho para todos aquellos que soñamos con "volar" lejos de casa. Y cuando digo volar no me refiero a tomar un largo vuelo a la otra punta del planeta sino ir todo lo lejos que nos dejen.
De momento este año parece que va a suponer un parón en lo que se refiere a mis incursiones por rincones recónditos ya que aunque se supone que poco a poco irán abriendo las fronteras, la situación no parece estable ni prometedora.
Estamos a últimos de Mayo y yo debería encontrarme en el Pantanal brasileño en busca del jaguar pero hace ya tiempo que mis vuelos fueron cancelados y consiguientemente, el viaje suspendido.
Es hora de replantearse la vida viajera y limitar los movimientos hasta donde pueda moverme, bien sea por la provincia, por el país o quizá por Europa si la situación mejora ostensiblemente. Iremos viendo....Con motivo de una semana que tengo libre en Junio, me dispuse a preparar mi primer viaje del año con la confianza de poder trasladarme a provincias limítrofes pero por si finalmente no me permitían ir tan lejos, ya tenía planeado irme hasta los confines más alejados de Bizkaia o hasta tierras guipuzcoanas, si me dejaban moverme por Euskalerria.
Finalmente, mi abanico de posibilidades se abrió hasta abarcar todo el País Vasco así que busqué un lugar atractivo cerca de ese mar Cantábrico que tanto he extrañado durante estos últimos meses de confinamiento.
El lugar elegido será el bonito enclave de Getaria y el alojamiento que me acogerá durante los próximos días, la Casa Rural Usotegi.

Apenas unos 85 kms separan Getaria de mi casa pero nos lo tomaremos como un recorrido turístico a lo largo de la costa vizcaína y guipuzcoana.
Una parada en uno de mis pueblos favoritos, Elantxobe, otra en Ea y una última en Lekeitio para comer, nos servirán para despedirnos de Bizkaia antes de entrar en Gipuzkoa. Para todos aquellos que se muevan por esta zona, son tres visitas de obligado cumplimiento.

Elantxobe

Ea

Rodaballo en Lekeitio



Tras una agradable comida en Lekeitio, a pesar de que el tiempo no acompañó demasiado, decidimos poner rumbo hacia la que sería nuestra casa durante la próxima semana : Casa Rural Usotegi.
Cuando llegamos a la casa, nos quedamos impresionados por el entorno en el que se encontraba. Rodeado de viñas, el único sonido que pudimos oir al bajarnos de nuestro coche fueron los trinos de los numerosos pajarillos que vivían en aquel maravilloso rincón. Apenas estábamos a unos cientos de metros del centro del pueblo pero parecía que lo habíamos dejado muy lejos.
Una chica nos recibió en recepción y nos acompañó hasta una amplia habitación en el piso de arriba desde donde se divisaba un enorme campo de viñedos que se extendían hasta donde el horizonte se fundía con el azul del mar Cantábrico.
Sólo la pertinaz lluvia deslucía un poco el escenario en el que nos encontrábamos pero eso es algo a lo que ya estamos acostumbrados...


Casa Usotegi


Para todos aquellos que no conozcan Getaria, lo primero que deben saber es que se encuentran en una de las cunas del txakolí y del pescado a la brasa. Aquí se encuentran las principales bodegas de este típico vino vasco y también afamados restaurantes especializados en asar pescados a la brasa.
Aunque había estado varias veces en esta bonita localidad costera, he de reconocer que mis visitas siempre se vieron reducidas a tomar algo por sus típicos bares para posteriormente degustar un rico pescadito. Esta vez, esperaba conocer un poco más a fondo sus rincones y sus alrededores.

Getaria siempre fue un encantador pueblito de pescadores que poco a poco ha ido adquiriendo importancia turística gracias a sus caldos y a su gastronomía.
Si os fijáis en su escudo, os daréis cuenta de que la ballena ocupa un lugar relevante debido a la importancia que durante cientos de años tuvo en su economía.
Si a todo lo mencionado anteriormente añadimos por un lado al ilustre personaje nacido en esta localidad, Juan Sebastián Elcano, el primer navegante que dio la vuelta al mundo, y por otro, la curiosa silueta del monte S. Antón que se asemeja a un ratón visto desde la distancia, ya tendremos una idea bastante completa de lo que nos espera a nuestra llegada.
Pasear por su bonito puerto, perderse por sus estrachas callejuelas o visitar el museo del modisto Balenciaga, son algunas de las actividades que podrás realizar durante una rápida visita.

Ratón de Getaria

Playa y Ratón de Getaria

Getaria

Monumento a Elcano

Puerto Getaria


Durante mi visita alterné mis paseos por la localidad, con otros a pie hasta las vecinas localidades de Zarautz o Zumaia, unidas por el Camino costero de Santiago.
Los infinitos paisajes verdes salpicados de viñedos con el bravo mar Cantábrico como telón de fondo, proporcionan preciosas vistas durante estos paseos a las localidades vecinas.
El recorrido hasta Zarautz es circular y mientras hicimos la ida por el monte a través de viñedos y huertas, la vuelta la hicimos por el camino que discurre pegado a la costa, paralela a la pintoresca carretera de esta zona. Un cómodo recorrido de unos 12kms que aconsejo hacer a todo aquel que pase unos días en cualquiera de estas localidades.

Getaria-Zarautz por interior

Getaria-Zarautz por interior

Getaria-Zarautz por interior

Zarautz-Getaria por la costa

Zarautz-Getaria por la costa


El paseo hasta Zumaia también consta de unos 12kms aunque éste te obliga a volver por el mismo camino de ida. Los circuitos circulares siempre tienen más atractivo ya que no te obligan a desandar tus pasos pero aún así, se trata de otro paseo muy aconsejable. Esta ruta te obligará a subir alguna que otra cuesta pero nada que resulte demasiado exijente.
Otra posibilidad es dedicar el día a Zumaia, comer allí tranquilamente y volver en el autobús si no quieres repetir sendero. Si lo haces así, el recorrido se verá reducido a los seis kilómetros aproximados que separan ambas localidades.
Los paisajes que tendrás oportunidad de ver durante la caminata no te decepcionarán.


Getaria-Zumaia

Getaria-Zumaia

Getaria-Zumaia

Zumaia

flysch Zumaia


Otro de los paseos que no quería perderme, era la de la ascensión al monte de San Antón, que hasta el siglo XVI fue una isla. También conocido como el Ratón de Getaria, este monte tiene una altitud de 133 metros y a pesar de que me he acercado hasta Getaria en numerosas ocasiones, jamás había ascendido hasta su cima.
Unido hace siglos al pueblo, el comienzo de la ascensión comienza al final del puerto. Utilizado a lo largo de la historia como una excelente atalaya para vigilar la aparición tanto de ballenas como de la llegada de galernas y de las embarcaciones que se acercaban al puerto, hoy en día se ha convertido en un precioso paseo para los vecinos de Getaria que disfrutan de las preciosas vistas que ofrece hasta llegar al faro que corona S. Antón.
Las vistas a Getaria desde esta atalaya resultan espectaculares.







La gastronomía de la zona es otro aspecto que se debe tener muy en cuenta. La fama de Getaria en cuanto a sus pescados a la brasa, no es gratuita y sería un pecado mortal pasar por esta localidad sin probar alguno de sus principales manjares. El cogote de merluza, el rodaballo, la lubina, el besugo, los begi haundis, el pulpo o cualquier otro pescado de temporada, resultan excelentes opciones para darse un capricho que difícilmente olvidarás.
Resulta obligado tomar unos txakolís y algún pintxo por los numerosos bares del pueblo para calentar motores antes de sentarse a degustar pausadamente alguno de los tesoros gastronómicos mencionados anteriormente.
Por supuesto, no desaproveché la ocasión de hacerlo.....








Por último, quisiera hacer una mención especial a la casa rural Usotegi donde nos hicieron sentir como en casa. Gracias Aizpea por tu hospitalidad y todas las rutas que nos recomendaste.
Un entorno maravilloso, rodeado de viñedos, con columpios para los niños, habitaciones amplias, confortables y limpias y unos desayunos ricos y abundantes.
Sin duda alguna, una excelente opción para conocer Getaria y sus alrededores. Cuenta con aparcamiento y si no te importa andar un poco, puedes ir hasta el pueblo en un bonito paseo de unos 12 minutos.


Vistas desde balcón habitación



El primer viaje "postconfinamiento" había terminado. A partir de ahora y no sé hasta cuándo, habrá que acostumbrarse a esta nueva forma de vida.
Por el momento sigo considerándome un privilegiado por poder continuar descubriendo nuevos rincones, aunque éstos se encuentren cerca de casa.
Mientras pueda, y el covid 19 no me lo impida, seguiremos disfrutando de los viajes, bien sean a la otra punta del planeta o a menos de 100kms de casa...

No hay comentarios: