Han pasado ya tres años desde que nos vimos obligados a cancelar el viaje que habíamos preparado para visitar el Pantanal brasileño.
Pero a principios de este año volví a lanzar la propuesta de nuevo a mis compañeros, quienes no tardaron en apoyar la moción.
Una vez más tocaba cuadrar fechas, buscar vuelos y preparar toda la logística del viaje.
Como siempre, la primera tarea se centró en buscar un vuelo razonable; ni demasiado caro, ni demasiado largo.
Esta vez, Alitalia será la compañía elegida. Con una corta escala en Roma y por poco más de 600€, conseguimos los vuelos a Sao Paulo ( eso sí, sin maletas facturadas ).
La idea del viaje estaba ya clara puesto que lo comenzamos a preparar a finales de aquel fatídico 2019 pero tocaba organizar de nuevo el tema alojamientos, alquiler de coches, autobuses, etc, etc...
Otra vez tocaba escribir a posadas, hoteles y demás alojamientos para buscar, a ser posible, lugares que sólo nos ofrecieran alojamiento.
Algunos ni me contestaron y otros lo hicieron para decirme que sólo ofrecían paquetes turísticos con todo incluido ( alojamiento con pensión completa y actividades diarias variadas ).
Fueron muchos correos, a los que tardaban una enormidad en contestar, los que envié hasta darme cuenta de que funcionaba mucho mejor el whatsapp. Con la ayuda de un traductor de portugués, fui solucionando el tema alojamientos, o al menos, esa es la esperanza que tengo.
Como estaba previsto, una vez en Sao Paulo, volaremos a Campo Grande para pasar cerca de una semana en el Pantanal Sur. Alquilaremos un coche para recorrer la carretera que va desde Campo Grande a Corumbá e intentaremos alojarnos en lugares apartados de la civilización para tratar de avistar la fauna de la zona.
Las posadas apartadas que ofrecían excursiones para ver la fauna pantaneira tenían unos precios desorbitados para nuestro presupuesto y los buscadores habituales tampoco ofrecían demasiadas alternativas así que se me ocurrió buscar alojamientos a través de "Maps" .
Fue de esta manera, como encontré un montón de alojamientos baratos que no se pueden encontrar en los buscadores habituales. La mayoría de ellos eran sitios muy básicos para pescadores pero que a nosotros nos valían perfectamente.
La primera parada la haríamos cerca de Aquidauana. Al norte de esta localidad había varias posadas interesantes pero cuyo precio se acercaba a los 150€ por persona y día. Es cierto que incluían todas las comidas y actividades pero pagar ese dinero te obligaba a pasar allí todo el día y nosotros preferimos movernos a nuestro aire y comer donde se tercie. Además, algunas actividades como la pesca de pirañas y paseos a caballo, no nos motivaban demasiado. Si queríamos hacer alguna excursión, ya intentaríamos negociarlo allí, acercándonos a alguna de estas posadas si lo consideramos oportuno.
Y buscando algún sitio cercano a estas afamadas posadas, descubrí un camping a orillas de un río, en medio de la nada. Estaba enfocado a pescadores y contaba con pequeñas casitas con aire acondicionado, cocina y hasta piscina.
Buscando información, di con una página de facebook donde venía un teléfono de contacto. Ni corto ni perezoso, les mandé un whatsapp.
Un tanto extrañada al principio, la responsable del camping comenzó a hablar conmigo distendidamente. Era evidente que no estaba acostumbrada a recibir solicitudes procedentes del extranjero. Le expliqué que buscábamos sitios económicos en plena naturaleza, lejos de ciudades y coches. Fue entonces cuando me comentó que no era extraño que ocelotes, osos hormigueros, tapires, coatíes, tucanes y otras muchas aves, visitaran en ocasiones el campamento.
Justo lo que estaba buscando. Pasaremos allí nuestras dos primeras noches.
Foto web Camping Baia |
Pero por otra parte, tampoco queríamos quedarnos sin conocer las posibilidades que ofrecían las posadas enfocadas al turismo de naturaleza así que decidimos pasar nuestras dos próximas noches en una de ellas. De esta manera experimentaríamos vivir el Pantanal a nuestro aire, perdiéndonos por sus pistas y por otro lado conoceríamos las posadas convencionales que utilizan la mayoría de los visitantes del Pantanal.
Cerca del Paso de Lontra, escribí a una posada que me ofrecía una vez más, el paquete de todo incluido.
Finalmente conseguí que nos reservara solamente el alojamiento en pensión completa por 68€ persona y día. Es posible que hagamos algún recorrido por el río o alguna caminata por sus terrenos privados pero sin ningún tipo de compromiso previo. Sobre la marcha....
Estaremos a unos 100 kms de Corumbá, en la frontera con Bolivia, donde acaba el Pantanal brasileño.
Aún estaremos dos noches más por la zona pero de momento las dejamos abiertas por si vemos algún sitio que nos guste o que podamos descubrir in situ, siempre enfocadas a nuestro objetivo principal: avistar fauna. Aunque quien sabe....... tampoco descartamos otras posibilidades...
Finalizado nuestro periplo por la zona sur del Pantanal, regresaremos a Campo Grande para devolver el coche y embarcar en un autobús nocturno que nos lleve hasta Cuiabá. Casi 800 kms separan ambas localidades lo que nos obligará a pasar toda la noche en el autobús.
Ya en Cuiabá, volveremos a alquilar un coche para recorrer durante una semana la Transpantaneira, una pista de tierra que une Poconé con Porto Jofre, en busca de su fauna.
Dos noches en un hotel básico de Poconé, localidad donde comienza la Transpantaneira, nos permitirán hacer incursiones por el Pantanal a través de esta pista de tierra. Serán recorridos de ida y vuelta hasta donde nos de tiempo llegar.
Las dos noches siguientes serán en Porte Jofre, donde tenemos apalabrado el alojamiento y el alquiler de lancha durante dos días para tratar de ver el jaguar. Esperamos y confiamos en que lo pactado por whatsapp tenga validez.
Este será el plato fuerte del viaje y donde esperamos avistar algún ejemplar del esquivo gato sudamericano.
Podíamos haberlo dejado para el final del viaje pero preferimos tener tiempo de maniobra por si surgiera cualquier imprevisto que nos impidiera realizar la excursión por el río en busca del jaguar cuando teníamos previsto.
Porto Jofre Pantanal – Pousada & Camping |
Porto Jofre Pantanal – Pousada & Camping |
Si todo se desarrolla según lo previsto, las dos noches siguientes las pasaremos en una de las pocas posadas que se encuentran en la transpantaneira y que alberga abundante fauna en sus terrenos.
La última noche la volvemos a dejar libre y decidiremos sobre la marcha dónde pasarla. Si consideramos que hemos conseguido nuestros principales objetivos en el Pantanal, hasta es posible que abandonemos la zona y decidamos explorar otros lugares.
Una vez terminada nuestra estancia en el Pantanal norte, volveremos a Cuiabá para devolver el coche y tomar un vuelo a Sao Paulo donde al día siguiente, volaremos de regreso a casa.
El viaje está ya encauzado. Habrá que ver las sorpresas que nos depara el Pantanal, y si la suerte nos es favorable, esperamos ver muchos de los animales que habitan en esta inmensa planicie inundable.
No cabe duda de que el principal objetivo será el jaguar, un animal que ninguno de los participantes en la aventura hemos visto nunca en libertad pero sabemos que otros muchos animales como el ocelote, el oso hormiguero gigante, el tamandúa, el tapir, la anaconda, las nutrias gigantes y otros muchos mamíferos y aves son habitantes del Pantanal. Será difícil verlos todos pero esperamos que algunos de ellos acudan a la cita.
La diosa fortuna dictará sentencia....
Hasta la vuelta.
Próximo capítulo: Dos semanas en Pantanal
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