Hoy podemos decir que acaba la segunda parte de la primera etapa de nuestro viaje. Parece ya muy lejano el día que llegamos a Delhi y el posterior desplazamiento a Pench.
Con el cuarto safari en Kanha pondremos fin a la búsqueda de felinos y demás fauna por los intrincados senderos de los maravillosos parques indios.
No dispondremos de demasiado tiempo ya que tras el safari deberemos volver raudos al hotel para comer algo antes de trasladarnos hasta Raipur para tomar un avión a Delhi. Nos separan 200 kms del aeropuerto de Raipur, lo que traducido en tiempo, vendría a ser unas 4 horas de viaje.
Pero bueno, eso será esta tarde; ahora toca disfrutar del último safari en Kanha...
Un espléndido amanecer nos dio los buenos días en el parque. Comenzamos el safari con la tranquilidad que nos da el hecho de haber visto un buen número de tigres tanto en Pench como en Kanha. Se nos ha escapado por poco el oso pero a cambio, hemos visto una preciosa familia de leopardos en Pench.
Relajados, nos entregamos por completo a disfrutar de cada ave y cada animalillo que se nos cruza en el camino. Tenemos la fortuna de ver un nuevo ciervo que no habíamos visto hasta ahora, el muntiaco común ( Muntiacus muntjak ). Se trata de un pequeño y escurridizo ciervo que no tarda en ponerse a salvo de nuestras miradas, internándose en la jungla.
Un ave que hemos podido ver frecuentemente, la paloma verde de patas amarillas (Treron phoenicopterus) también acude a despedirse de nosotros.
Garzas, calaos grises, drongos, martin pescadores, águilas y alcaudones fueron algunas de las aves que pudimos ver a lo largo de nuestra ruta.
También pudimos ver, por fin, el colorido gallo de jungla ( Gallus gallus ) que ya vimos en nuestra primera visita a Kanha hace ya muchos años pero que se nos había resistido hasta ahora, en este viaje.
muntiaco común ( Muntiacus muntjak ) |
paloma verde de patas amarillas (Treron phoenicopterus) |
Garza |
Drongo real( Dicrurus macrocercus ) |
Cálao gris de la India ( Ocyceros birostris ) |
Aguila culebrera crestada (Spilornis cheela) |
Alcaudón |
Gallo de jungla ( Gallus gallus ) |
Sin demasiados sobresaltos, fue discurriendo nuestro último safari hasta que llegamos a una zona de descanso donde aprovechamos para desayunar algo.
Mientras nuestro guía preparaba el desayuno, nos dirigimos hacia unos langures que descansaban tranquilamente en las inmediaciones, con la intención de hacerles unas fotos.
Nos acercamos a uno de ellos, confiados de la tranquilidad que habitualmente demuestran. Así como los macacos no me inspiran demasiada confianza y ya he tenido algún pequeño incidente con ellos, hasta ahora los langures siempre se habían mostrado bastante cordiales.
Pues bien, en esta ocasión parece que a este langur no le hizo mucha gracia que interrumpiéramos su descanso. Comenzó a enseñarnos los dientes con cara de pocos amigos por lo que decidimos dar un paso atrás para dejar de molestarle. Parece ser que nuestra retirada supuso una victoria moral para el langur, que lejos de darse por satisfecho, se lanzó rápidamente al ataque.
La sangre no llegó al río pero nos llevamos un buen susto ya que el langur no nos mostraba ningún temor a pesar de que intentamos mantenernos firmes ante su ataque.
En cuanto un indio se acercó a nosotros, el langur emprendió la huida convencido ahora sí, de su derrota.
Es curioso cómo los animales saben quiénes controlan la situación y quiénes no.
Tras el desayuno continuamos el camino pero esta vez sería el de vuelta a la puerta de salida. Era ya la despedida definitiva de la primera etapa del viaje.
Las últimas fotografías a los paisajes indios y a la fauna habitual del parque pusieron el punto final a una jornada en la que se nos había resistido el principal protagonista de estos parques: el tigre de Bengala.
Cuando estábamos llegando a la puerta de salida, vimos una mujer haciendo ostensibles gestos con los brazos mientras gritaba algo que no llegamos a entender. Nuestro conductor iba despistado y ni siquiera la vio pero cuando señalamos hacia ella, comprendió lo que pasaba.
Dos tigres habían salido de la jungla y se dirigían hacia donde se encontraba la mujer. Nos acercamos hasta ella y agarrándola de los brazos conseguimos subirla a bordo.
Una risa nerviosa se adueñó de la mujer mientras explicaba a nuestro guía lo sucedido.
No había ni cien metros a la puerta de entrada donde vivía esta mujer, en una de las casas allí construidas.
No podíamos haber tenido una mejor despedida de Kanha ya que durante unos minutos disfrutamos de otro espectacular avistamiento de tigres hasta que desaparecieron entre la espesura de la jungla.
Con la excitación del momento, rescate incluido, no nos dio tiempo a hacer ninguna fotografía pero sí un breve video que refleja lo vivido y que dejo a continuación con el audio real del momento.
No había tiempo para más. Todavía sorprendidos por la cercanía de los tigres a los límites del parque, abandonamos el lugar para dirigirnos al hotel donde apenas tendremos tiempo para preparar el equipaje, darnos una ducha rápida y comer un poco antes de que nos vengan a buscar para llevarnos al aeropuerto de Raipur.
Puntuales a la cita, los responsables del hotel nos comunicaron que nos estaban esperando.
Una enorme furgoneta nos esperaba en la entrada del hotel.
Tras cargar el equipaje en la furgoneta, nos despedimos de los empleados del hotel y pusimos rumbo a Raipur, 200 kms más al sur.
El viaje discurrió según lo previsto sin incidencias dignas de mención y llegamos al aeropuerto con tiempo suficiente.
El vuelo salió puntual, llegando a Delhi sobre el horario previsto. A nuestra salida nos estaban esperando para llevarnos de nuevo hasta el Holiday Inn donde pasaremos la noche.
Como ya conocemos la zona, decidimos ir hasta el centro comercial cercano donde había numerosos sitios para cenar algo.
No tenemos demasiado hambre y además estamos cansados de la larga jornada por lo que picamos algo en una zona de comida rápida para retirarnos cuanto antes al hotel.
De vuelta en el hotel pedimos que nos entreguen las maletas que dejamos hace una semana y donde tenemos el equipaje de invierno que utilizaremos en la segunda etapa del viaje. Cuando les preguntamos si podemos dejar el equipaje de verano que hemos usado hasta ahora, nos preguntan si nos alojaremos a nuestra vuelta en el hotel y cuando les decimos que no porque nuestro avión sale esa misma noche, nos dicen que no podremos dejar nada allí.
Deberemos cambiar los planes e intentaremos que la agencia nos guarde las pertenencias hasta que volvamos de Ladakh.
Nerviosos por el inminente comienzo de la aventura en busca del enigmático leopardo de las nieves, nos metemos en la cama para tratar de descansar antes de comenzar esa etapa del viaje.
Las previsiones anuncian temperaturas de -18ºC e incluso menos....
Ruta de la jornada
Video de la jornada
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