Nuestro paso por Whistler no nos proporcionó demasiados avistamientos de fauna. Durante nuestra anterior visita a Canadá hace unos años, tuvimos la oportunidad de ver bastantes osos negros, además de ciervos, coyotes y urogallos pero la fauna es así; nuestra experiencia hace unos años, no tuvo nada que ver con lo que hemos visto en esta ocasión. Apenas unos urogallos y dos osos en la lejanía , cerca de los telesquíes.
Había llegado el momento de partir hacia nuestro próximo destino,
Tatla Lake, un minúsculo enclave ubicado en la carretera 20 que acaba en
Bella Coola. La ruta de hoy iba a ser la más larga prevista en nuestro viaje ya que deberemos recorrer más de 600 kms que nos llevarán más de 7 horas de viaje.
Esta noche nos han traído un Ford Escape que sustituirá a nuestro Jeep Wagoner. Una avería provocó que no pudiéramos proseguir el viaje con el vehículo que nos entregaron a nuestra llegada a Vancouver.
Tras un frugal desayuno, bajamos todo el equipaje al aparcamiento para volver a cargarlo en el coche. Desgraciadamente, el nuevo coche no era tan grande y espacioso como el anterior así que debíamos estudiar detenidamente cómo distribuir el equipaje para que cupiera.
Una vez conseguido el objetivo, salimos rumbo al norte sin más pérdidas de tiempo.
Recorrimos 130 kms hasta hacer la primera parada para estirar un poco las piernas y hacer alguna foto a una preciosa águila pescadora posada sobre la rama de un árbol.

Nos encontrábamos en una pequeña localidad llamada Lillooet, ubicada en el valle del río Fraser, al sur de British Columbia.
Sin querer, habíamos parado en uno de los lugares que más relevancia tuvo durante la época de la
fiebre del oro. Allá por 1858, un gran número de aventureros se adentran por el cañón del
río Fraser, en busca de los bancos de grava ricos en oro. De esta manera
Lillooet se convierte en un punto logístico clave ya que al no existir carreteras desde la costa, todas las mercancías llegaban a través de una cadena de lagos hasta llegar a
Lillooet.
Lillooet se convirtió en el km 0 y a partir de aquí, todas las localidades que se fundaron hacia el norte, tomaban su nombre de la distancia que había hasta
Lillooet. De no haber sido por
Lillooet, el proceso de colonización en plena fiebre del oro, hubiera sido mucho más lento y costos.
Durante nuestra breve parada, gozamos de la presencia de una águila pescadora que se aprovechaba de la abundancia de salmones, muchos de ellos muertos a orillas del río tras haber cumplido con su inexcusable tarea reproductiva.
Numerosos ejemplares muertos, se amontonaban en las orillas exhaustos tras cumplir su agotadora misión.
Era hora de proseguir con nuestra larga ruta así que montamos en el coche dispuestos a seguir devorando kilómetros. El paisaje se tornó árido con laderas secas, suelos ocres y abundantes matorrales. Por su parte, el río Fraser atraviesa un profundo cañón con enormes terrazas y escarpados acantilados, conformando en su conjunto un paisaje asalvajado, limpio, crudo, minimalista y dramático a la vez.
En ocasiones, un río se extendía paralelo a la carretera mostrándonos gran cantidad de salmones muertos en sus orillas. Posiblemente, era una buena zona para avistar osos en busca del preciado botín pero desgraciadamente no disponíamos de tiempo para demasiadas paradas.
No queríamos llegar ajustados de tiempo a Tatla Lake ya que no sabíamos con certeza lo que nos podíamos encontrar en la carretera y no queríamos sorpresas. La carretera 20 había estado cerrada por incendios hasta hace pocos días y esa era la única vía de llegada a nuestro destino.
Decidimos avanzar kilómetros hasta hacer una última parada para comer algo y estirar las piernas. Esa parada tuvo lugar en 100 Mile House, es decir a 100 millas de Lillooet, o lo que es lo mismo, 160 kms.
Jake’s Pub and Grill fue el local elegido. Un típico local del oeste americano, amplio y con un lugar habilitado para música en directo. Allí , como no podía ser de otra forma, probamos nuestra primera comida genuinamente canadiense.
100 Mile House
Antes del comienzo de la fiebre del oro, esta zona era territorio Secwépemc (Shuswap) desde hace miles de años. 100 Mile House no existía como tal sino que era un territorio salpicado de numerosos lagos, humedales y bosques. Cuando estalla la fiebre del oro, se forman pequeños núcleos llamados postas que servían para cambiar caballos, dormir, vender comida, arreglar ruedas, etc. Todos estos enclaves eran bautizados con la distancia que había hasta Lillooet ( punto 0 ).
100 Mile House era simplemente la posta que estaba 100 millas al norte de Lillooet.
Cuando la fiebre del oro entra en decadencia, 100 Mile House queda como nodo de paso
y se transforma en nudo de ranchos, dada su abundancia de pastos.
Ya no haríamos más paradas hasta llegar a Tatla Lake. Aún se podían ver carteles luminosos que alertaban sobre la situación de la carretera 20 a causa de los incendios y a pesar de que las últimas noticias que habíamos recibido eran tranquilizadoras, estos carteles nos hacían dudar de la verdadera situación actual.
Habíamos hecho la mitad del recorrido pero aún nos quedaban algo más de 300kms para llegar a nuestro alojamiento.
En Williams lake, giramos a la izquierda para tomar la Chicoltin-Bella Coola 20 Hwy que nos conducirá hasta Tatla Lake en poco más de 200kms
Únicamente realizaremos una última parada para estirar piernas y cubrir las necesidades fisiológicas antes de llegar al alojamiento. Un tótem nos recordaba que estábamos en territorio de las Primeras Naciones mientras que al otro lado destacaba una rústica iglesia de madera.
A mi regreso, busqué por curiosidad información sobre aquel apartado rincón donde paramos unos minutos y encontré una página web donde se hablaba del lugar y en cuyo inicio pue leer una breve explicación de quienes eran. La traducción venía a decir lo siguiente:
"Somos el pueblo de habla tsilhqot'in, los habitantes originales de un vasto y hermoso territorio que abarca bosques, praderas, lagos y desiertos. Durante miles de años, el pueblo Tsilhqot'in fue autosuficiente y bien provisto a través de su propio ingenio y uso de la tierra y la naturaleza.
Tl'etinqox (Anaham) es la comunidad Tsilhqot'in (La Gente del Río) más grande con más de mil miembros en total. Nos esforzamos por ser un modelo a seguir como comunidad, pero también como un gobierno que representa a su comunidad y a su gente de la manera más transparente posible."
No tardamos en llegar al cruce que anuncia nuestro alojamiento, antes de llegar a Tatla Lake. Nos adentramos por una pista de grava hasta que un gran cartel anuncia el Eagle Roost Guest House.
Un cuidado recinto inmerso en el bosque que nos rodea por los 4 costados, nos dio la bienvenida. El dueño salió a nuestro encuentro, invitándonos a pasar a la cabaña que será nuestro hogar durante los dos próximos días.
La cabaña es básica pero coqueta y acogedora. Cuenta con tres habitaciones, cocina, baño y un gran salón. La cabeza de un puma disecado, nos sorprende al entrar a la cabaña aunque más tarde, el dueño nos aseguró que él no tenía nada que ver con su caza.
Nos repartimos las habitaciones, descargamos el equipaje y salimos dispuestos a aprovechar el poco tiempo de luz que le quedaba al día.
Continuamos la pista de grava, adentrándonos entre el denso bosque que flanqueaba nuestro paso hasta llegar al Eagle Lake. Dos grullas canadienses que se encontraban en la orilla, salieron volando entre sus típicos e inequívocos cánticos.
Sacamos los teles intentando descubrir la fauna que rodeaba la gran laguna aunque sólo descubrimos algunos patos nadando plácidamente en sus aguas.
La luz se agotaba y nosotros emprendimos la vuelta a casa.
Tras un rato de descanso y unas duchas reconfortantes, preparamos la cena antes de retirarnos a nuestros aposentos.
Mañana nos adentraremos aún más en la inmensidad del bosque hasta llegar al Tatlayoko Lake, unos 45 kms al sur.
Ruta de la jornada
Capítulo anterior: Whistler
Capítulo siguiente: Explorando Tatla Lake.