30 junio 2024

Llegada a Delhi. Un día por la capital.

 

Tras un importante madrugón, tomamos el avión en Bilbao rumbo a Franckfort. En menos de dos horas llegamos, sobre las 9,30, al aeropuerto alemán. Sólo esperaríamos unas tres horas para embarcar definitivamente hacia nuestro destino final, Delhi.
El vuelo discurrió sin sobresaltos a lo largo de más de 7 horas en las que tuvimos ocasión de probar los primeros platos condimentados con el típico curry que nos acompañará sin duda durante las próximas semanas.
Pero ahora mismo, mis preocupaciones poco tenían que ver con los sabores que me esperaban de aquí en adelante ya que mi visado expiraba a las 23,59 del día 2 de Febrero y no sabía si eso me iba a causar problemas ya que la llegada estaba prevista a las 0,15 del día 3.


E
fectivamente, cuando el avión tomó tierra eran poco más de las 00 así que la suerte estaba echada. Salí todo lo rápido que pude hacia el control de policía y esperé mi turno para entregar el pasaporte y el visado. No tenía mucha gente delante y mi reloj marcaba las 0,20 cuando entregué mis papeles.
El funcionario de turno repasaba toda la documentación concienzudamente aumentando mi desasosiego por momentos hasta que de pronto, miró su reloj y me miró fijamente. Consultó algo con su compañero y esta vez los dos me miraron tras confirmar de nuevo la hora.  Esto se complicaba por momentos...
El empleado llamó entonces a un policía para explicarle el problema y éste tras mirar de nuevo su reloj y a mí seguidamente, torció el gesto y de mala gana hizo un ademán que yo entendí como un " déjale pasar por esta vez ".
Sin esperar a la reacción del empleado de la ventanilla, recogí mi pasaporte y el visado y pasé adelante sin mirar.... y sin respirar 😁.
Lo había conseguido aunque por un momento pensé que no me permitirían entrar. Vaya trago!!!

Ya todos juntos, recogimos las maletas y salimos al exterior donde nos esperaba un empleado de la agencia para llevarnos al cercano hotel donde dormiríamos hoy, el Holiday Inn New Delhi Int'l Airport.
El hotel se encuentra en una zona conocida como la aerocity, muy cercana al aeropuerto.
Nos sorprendieron las rigurosas medidas de seguridad existentes para acceder a los hoteles ya que paraban a todos los vehículos que entraban a las instalaciones, obligándoles a abrir el capó y pasándoles un espejo para revisar los bajos. Así mismo, tuvimos que pasar por un scanner todo nuestro equipaje y fuimos cacheados para entrar al hotel.

Una vez hicimos el checking, subimos a nuestras habitaciones para intentar descansar después de muchas horas despiertos. El cansancio se dejaba notar...
En un principio, nos propusieron salir al día siguiente hacia Pench, en un vuelo a primera hora de la mañana pero consideramos que era mejor descansar relajadamente esa noche y otra más para empezar la aventura descansados. Nos esperaban muchos madrugones a partir de mañana.
El hotel no tenía nada que ver con otros en los que había dormido en otras visitas ya que éste se acercaba mucho más a los cánones occidentales y nada tenía que ver con los alojamientos locales en los que me había alojado anteriormente.






Bajo los efectos del "jet lag" no dormimos demasiado pero al menos, conseguimos descansar .
Bajamos al comedor para degustar un relajado desayuno y planificamos un poco el día que teníamos por delante en Delhi. No somos demasiado amantes de las ciudades y mucho menos, si cabe, de esta monstruosa urbe inundada de gente, motos, tuk tuk y toda clase de vehículos pero teníamos que resolver algunas cuestiones de intendencia como cambiar dinero, tratar de conseguir una SIM local para nuestro teléfono, etc, etc.

Habíamos leído que en una zona conocida como Khan market ofrecían un buen cambio así que pedimos un Uber y nos dirigimos hacia allí.
Tras dar una vuelta de reconocimiento, nos acercamos hasta unos puestos donde anunciaban "Money exchange". Lo cierto es que no parecían sitios demasiado fiables y menos aún cuando nos ofrecieron un cambio por encima del cambio oficial del día.
Nuestra necesidad pudo a la desconfianza y cambiamos algo de dinero.
Ahora puedo decir que no tuvimos ningún problema con todo el dinero cambiado y sin lugar a dudas, fue con diferencia el mejor cambio del viaje. Abajo se pueden ver los puestos, en la foto. Aconsejable.



Con dinero ya en el bolsillo, nos acercamos a otros puestos donde vendían SIM locales para el móvil pero tras investigar un poco, nos enteramos de que no podríamos activar aquellas tarjetas si no disponíamos de un DNI indio. El tema de los teléfonos era mejor solucionarlo en alguna tienda oficial donde te pueden activar la tarjeta si llevas el pasaporte.
Finalmente optamos por arreglarnos con el wifi de los hoteles ya que durante los safaris no íbamos a utilizar los móviles y para la zona de Ladakh, no valen este tipo de tarjetas y hay que contratar otras.

Era hora de tomar nuestra primera cerveza en India y para ello subimos a un local donde descansamos un rato y preparamos nuestra próxima visita.




Un cercano parque, Buddha Jayanti Park,  donde nos dijeron que se podían ver muchas aves y algún que otro mamífero, sería el destino elegido para pasar las horas de luz que le quedaban a la jornada.
Otro Uber nos acercó hasta el parque, no sin algún problemilla de comunicación ya que nos llevó a otro sitio pero todo se solucionó finalmente.
Las cotorras de Kramer estaban omnipresentes por todos los sitios pero no tardamos en descubrir otras muchas especies de aves, además de ardillas, mangostas y macacos. 
Algún grupo de macacos no dudaron en enfrentarse, acostumbrados a conseguir comida de los visitantes. Vimos a varias parejas huyendo de grupos de macacos que mostraban una actitud agresiva para robarles la comida.
Allí se nos pasaron las horas sin darnos cuenta mientras paseábamos relajadamente entre aves, ardillas, macacos y flores.












Era hora de abandonar el lugar y decidimos acercarnos al hotel para cenar algo en alguno de los muchos restaurantes que había en los alrededores.
Y como en un viaje a India no puede faltar un viaje en tuk tuk, que mejor manera de llegar al hotel que en uno de estos cacharros...
En el mismo parque encontramos uno y aunque pagamos tanto como si hubiéramos ido en un confortable coche de alta gama, nos metimos cuatro personas como pudimos.
No hace falta decir que la experiencia resultó.....intensa!!!




                                                                                                                                                       

Ya en los alrededores de nuestro hotel, nos acercamos hasta una zona donde se sucedían bares, restaurantes y tiendas.
Estamos en una zona conocida como aerocity y sin lugar a dudas no es un lugar que esté al alcance de todos los indios. Se trata de un área moderna con elegantes locales y hoteles, al más puro estilo occidental. Nada que ver con la realidad social del país.
Aunque no suele ser el tipo de ambientes por los que me muevo cuando visito un país, no habíamos comido nada desde el desayuno, lo que unido al cansancio, hizo que nos decidiéramos por quedarnos por allí para comer algo.
Nuevamente nos sorprendimos cuando para acceder al lugar tuvimos que pasar nuestra pequeña mochila por un scanner y fuimos registrados uno por uno, a la vez que nos advertían de que no podíamos sacar fotografías en ningún sitio. Las medidas de seguridad en esta zona son impresionantes.

Extranjeros e indios de clase alta, abarrotaban el lugar ocupando la totalidad de terrazas y locales por lo que en cuanto vimos una mesa vacía en un restaurante local, nos apresuramos a tomar asiento.
Todos los platos de la carta eran indios por lo que resultó de mucha ayuda el consejo del camarero que nos recomendó un plato "que tenía de todo" para los 4.
Fue la primera experiencia gastronómica, genuinamente india del viaje, y como suele ser habitual para mi gusto, una explosión de sabores a especias inundó mi boca consiguiendo que fuera incapaz de saber lo que comía porque me sabía todo igual.
Sin embargo mis compañeros disfrutaron de la cena aunque algunos platos picaban exageradamente.






Tras reponer energías llegaba el turno de reponernos del cansancio y el sueño por lo que nos acercamos hasta el hotel para subir a las habitaciones y separar el equipaje de verano e invierno ya que mañana volaremos a Nagpur para visitar los parques de Pench y Khana y sólo llevaremos ropa ligera. La ropa de invierno para la segunda etapa del viaje, se quedará en el hotel hasta nuestra vuelta dentro de una semana.
Mañana toca madrugar para volar temprano y por la tarde poder hacer el primer safari por Pench.
A dormir....


Ruta de la jornada


Video de la jornada



Capítulo siguiente: Traslado a Pench National Park


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